Jorge Corrales Quesada
28/05/2015, 16:12
EL ESTADO INEFICIENTE-LA FALSA AUSTERIDAD DEL ESTADO
Y DE RECOPE
Por Jorge Corrales Quesada
En ocasiones uno no sabe, si la realidad de las limitaciones económicas de nuestro país, es razón para que nuestros gobernantes practiquen la austeridad. Esto es, para que haya conciencia acerca de la limitación de recursos en nuestra economía y, en lo particular, de la restricción implícita en los presupuestos de gastos de las agencias del estado. En un relato reciente de La Nación del 23 de enero, bajo el título “Refinadora pidió ₡15.700 millones más para el 2015: Gobierno aceptó darle ₡10.000 millones”, se trae a la palestra el tema de la frugalidad en la conducción del gasto gubernamental, en especial en una época caracterizada por un elevado déficit -esto es, gastos excesivos del estado por encima de sus ingresos tributarios- como porcentaje del valor de la producción anual de todos los bienes y servicios por parte de los costarricenses; el Producto Interno Bruto (PIB).
Resulta que RECOPE le pidió al gobierno de la República que le ampliara su presupuesto de gastos establecido para este año en ₡75.700 millones; esto es, un incremento de un 20.7%. Significa que RECOPE pidió que se le adicionaran ₡15.681 millones, elevándolo a ₡91.381 millones en el 2015. Lo que no es simpático es que el gobierno le dijo que no aceptaba tal petición descomunal, sino de tan sólo ₡10.000 millones más; esto es, un incremento de un “despreciable” 13.2%. Cuando uno se da cuenta de que la inflación esperada de este año por parte del Banco Central es de un 4.5% o que el último aumento salarial en el sector público fue de un 2% y que en el sector público fue de un 1.60% para los trabajadores de bajos ingresos y de un 0.94% para los profesionales, no queda más que pensar que el estado costarricense no está en nada: creer que, porque a RECOPE le darán únicamente ₡10.000 millones de los ₡15.700 millones que pidió, estamos en presencia de un gobierno responsable, frugal, es simplemente una desproporción inusitada. Además de que, esos ₡10.000 millones saldrán de la venta de combustibles derivados del petróleo. O sea, de algún lado vendrá esa plata adicional y sabemos que es de los consumidores de combustibles: de nosotros.
Con toda razón el analista de La Nación cuestiona la austeridad del gobierno y señala que “el alza se dio un día después de que la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (ARESEP) denunciara que RECOPE usó dineros correspondientes a la compra de combustibles para pagar gastos de la sociedad tico-china SORESCO, creada para impulsar el plan de refinería.” Asimismo, indica que “también se dio unos meses luego de que la jerarca de RECOPE se comprometió a recortar los gastos de operación, con tal de contribuir a la baja en los precios de combustible y la luz”, pero que en realidad más bien parece que está última se debió más que todo a la caída internacional de los precios del petróleo y que, por el contrario, ya se nos anuncia un nuevo aumento en el precio de la electricidad. O sea, otro cuento chino más. Para el cinismo son unos expertos.
La burocracia de RECOPE por supuesto que aseverará que ese platal adicional de ₡10.000 millones no irá en contra de la austeridad que han señalado, y que en ese sentido han enviado directrices destinadas a mejorar la gestión y ejecución de los presupuestos. Indica el periódico que en una directriz del 12 de enero “se dictan disposiciones sobre planificación presupuestaria, para que haya un alineamiento del gasto con los planes empresariales y la administración del riesgo. También se promueve que los gerentes rindan cuentas…” Pero uno esperaría que cosas básicas como esas (¡qué!, ¿es que acaso los gerentes no rendían cuentas?) estuvieran vigentes en un ente gubernamental que maneja una cantidad enorme de recursos de los ciudadanos, como lo son los ₡75.700 millones originalmente presupuestados para este año, aumentados en ₡10.000 millones adicionales por la aceptación gubernamental de la petición de RECOPE. Ineficiente y botaratas; eso es lo que es nuestro estado.
Publicado el 28 de mayo del 2015.
Y DE RECOPE
Por Jorge Corrales Quesada
En ocasiones uno no sabe, si la realidad de las limitaciones económicas de nuestro país, es razón para que nuestros gobernantes practiquen la austeridad. Esto es, para que haya conciencia acerca de la limitación de recursos en nuestra economía y, en lo particular, de la restricción implícita en los presupuestos de gastos de las agencias del estado. En un relato reciente de La Nación del 23 de enero, bajo el título “Refinadora pidió ₡15.700 millones más para el 2015: Gobierno aceptó darle ₡10.000 millones”, se trae a la palestra el tema de la frugalidad en la conducción del gasto gubernamental, en especial en una época caracterizada por un elevado déficit -esto es, gastos excesivos del estado por encima de sus ingresos tributarios- como porcentaje del valor de la producción anual de todos los bienes y servicios por parte de los costarricenses; el Producto Interno Bruto (PIB).
Resulta que RECOPE le pidió al gobierno de la República que le ampliara su presupuesto de gastos establecido para este año en ₡75.700 millones; esto es, un incremento de un 20.7%. Significa que RECOPE pidió que se le adicionaran ₡15.681 millones, elevándolo a ₡91.381 millones en el 2015. Lo que no es simpático es que el gobierno le dijo que no aceptaba tal petición descomunal, sino de tan sólo ₡10.000 millones más; esto es, un incremento de un “despreciable” 13.2%. Cuando uno se da cuenta de que la inflación esperada de este año por parte del Banco Central es de un 4.5% o que el último aumento salarial en el sector público fue de un 2% y que en el sector público fue de un 1.60% para los trabajadores de bajos ingresos y de un 0.94% para los profesionales, no queda más que pensar que el estado costarricense no está en nada: creer que, porque a RECOPE le darán únicamente ₡10.000 millones de los ₡15.700 millones que pidió, estamos en presencia de un gobierno responsable, frugal, es simplemente una desproporción inusitada. Además de que, esos ₡10.000 millones saldrán de la venta de combustibles derivados del petróleo. O sea, de algún lado vendrá esa plata adicional y sabemos que es de los consumidores de combustibles: de nosotros.
Con toda razón el analista de La Nación cuestiona la austeridad del gobierno y señala que “el alza se dio un día después de que la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (ARESEP) denunciara que RECOPE usó dineros correspondientes a la compra de combustibles para pagar gastos de la sociedad tico-china SORESCO, creada para impulsar el plan de refinería.” Asimismo, indica que “también se dio unos meses luego de que la jerarca de RECOPE se comprometió a recortar los gastos de operación, con tal de contribuir a la baja en los precios de combustible y la luz”, pero que en realidad más bien parece que está última se debió más que todo a la caída internacional de los precios del petróleo y que, por el contrario, ya se nos anuncia un nuevo aumento en el precio de la electricidad. O sea, otro cuento chino más. Para el cinismo son unos expertos.
La burocracia de RECOPE por supuesto que aseverará que ese platal adicional de ₡10.000 millones no irá en contra de la austeridad que han señalado, y que en ese sentido han enviado directrices destinadas a mejorar la gestión y ejecución de los presupuestos. Indica el periódico que en una directriz del 12 de enero “se dictan disposiciones sobre planificación presupuestaria, para que haya un alineamiento del gasto con los planes empresariales y la administración del riesgo. También se promueve que los gerentes rindan cuentas…” Pero uno esperaría que cosas básicas como esas (¡qué!, ¿es que acaso los gerentes no rendían cuentas?) estuvieran vigentes en un ente gubernamental que maneja una cantidad enorme de recursos de los ciudadanos, como lo son los ₡75.700 millones originalmente presupuestados para este año, aumentados en ₡10.000 millones adicionales por la aceptación gubernamental de la petición de RECOPE. Ineficiente y botaratas; eso es lo que es nuestro estado.
Publicado el 28 de mayo del 2015.