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Jorge Corrales Quesada
02/09/2014, 12:19
LA NUEVA ORACIÓN VENEZOLANA
Por Jorge Corrales Quesada

Para este comentario, extraje algunas notas del excelente libro de Jonah Goldberg, Liberal Fascism (New York: Doubleday, 2007). Se trata de la relación que hay entre el fascismo y la religión; esto es, la idea de que ambos están unidos en “sus impulsos emocionales e instintivos, tales como la búsqueda de una comunidad, la urgencia de ‘ir más allá’ de la política, una fe en la perfectibilidad del hombre y en la autoridad de los expertos, y una obsesión con la estética de la juventud, el culto de la acción, y la necesidad de un estado todopoderoso que coordine a la sociedad nacional o globalmente. Sobre todo, comparten la creencia -que llamo la tentación totalitaria- de que con la cantidad apropiada de jugueteo con las cosas podemos hacer una realidad el sueño utópico de ‘crear un mundo mejor’”. (p. p. 14-15)

De acuerdo con Goldberg, la idea de una comunidad en Rousseau, es que ésta “estaba ligada por la voluntad general expresada en los dogmas de lo que él llamó ‘la religión civil’ y que fue impuesta por el todopoderoso Dios-estado… Los revolucionarios franceses pusieron estos preceptos en práctica… Robespierre arguyó que sólo un ‘instinto religioso’ podía defender a la revolución de la acidez del escepticismo… reemplazaron festividades veneradas con celebraciones paganas, nacionalistas. A la Catedral de Nuestra Señora en París se le cambió el nombre por el de un ‘templo de la razón’. Cientos de festivales con temática pagana fueron llevados a cabo por todo el país, celebrando abstracciones tales como la Razón, la Nación y la Hermandad.” (p. 40)

Y, “a su vez, la Italia de Mussolini imitó esa estrategia. Los fascistas italianos realizaron desfiles y actuaron en elaborados ritos paganos para convencer a las masas, y al mundo, de que el ‘Fascismo es una religión’ (como a menudo lo declaró Mussolini). ‘Dos religiones en la actualidad luchando por… atraerse al mundo –la negra y la roja,’ escribió Mussolini en 1919. ‘Nos declaramos los herejes’. En 1920 explicó que ‘hemos trabajado con entusiasmo para… darle a los italianos un concepto religioso de la nación… para erigir los fundamentos de la grandeza italiana. La noción religiosa del Italianismo… debe ser el impulso y la dirección fundamental de nuestras vidas.” (p. p. 40-41).

Con esto, paso a referirme a algo que está sucediendo en Venezuela, cuyo gobierno no he dudado en mencionar como fascista, a pesar de que ese vocablo suelen emplearlo principalmente en contra de sus oponentes liberales. Pues ya la hora de la fusión entre el fascismo del estado y su componente religioso marchan en consonancia. Noticias internacionales (reproducidas por La Extra del 2 de setiembre) indican que, en una reunión del Partido Socialista Unido de Venezuela (el chavismo), lanzaron la versión criolla del Padre Nuestro, que transcribo a continuación:

“Chávez nuestro que estás en el cielo, en la tierra, en el mar y en nosotros, los y las delegadas, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu legado para llevarlo a los pueblos de aquí y de allá.”
“Dadnos hoy tu luz para que nos guíe cada día, no nos dejes caer en la tentación del capitalismo, mas líbranos de la maldad de la oligarquía, del delito del contrabando porque de nosotros y nosotras es la patria, la paz y la vida. Por los siglos viva Chávez”.

Bueno, era esperable que surgiera la naturaleza religiosa del fascismo venezolano. Pero que después sus clérigos y sus acólitos no nos vengan con cuentos de virtud y pureza ideológica.

Publicado en mi sitio en Facebook el 02 de setiembre del 2014.