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Jorge Corrales Quesada
21/05/2013, 10:14
EL JET SET A LIMA, PERÚ
Por Jorge Corrales Quesada

El gobierno de la República le debe al país muchas explicaciones en torno al reciente viaje a Perú de la Presidenta, dos Ministros y otra funcionaria más. Son muchas las dudas que cunden en la ciudadanía, pero quiero exponer las mías.

Se ha dicho que se utilizó un avión privado por la falta de campo en las empresas usuales de aviación, para que la Presidenta pudiera ir a una boda y a una reunión con el presidente peruano Ollanta Humala. Para mí todo esto resulta extrañamente confuso, pues lo normal es que, en bodas de fuste como esa, usualmente las cosas se planifican con mucha antelación, como para que, quienes vengan del exterior, puedan encontrar campo en los aviones. De no haber tal disponibilidad, entonces, lo pertinente es avisar que, por esa razón, no podrán asistir, a menos que los parientes de los casados estén dispuestos a pagar un avión privado a fin de poder contar con tan importantes invitados. Pero también está lo de meter en medio de la boda, una reunión con el presidente del Perú, aprovechando ese viaje. Esto podría servir como excusa para no informar al país y a la Asamblea Legislativa acerca de un viaje de placer, pero sobre todo para hacernos creer que el viaje originalmente era para visitar oficialmente al presidente del Perú y, de paso, asistir a una boda de gente amiga. Esto último parece ser falso, pues la propia Cancillería de la República, encargada de nuestras relaciones exteriores, ha dicho que no sabía de la visita oficial al Perú de la Presidenta Chinchilla.

El embrollo se complica cuando el gobierno buscó a alguien del sector privado que le prestara un avión (¿por qué no se lo pidieron a los familiares de los novios?), quien, por segunda vez, estuvo dispuesto a cederlo. Resultó que se trataba de una empresa de dudosa existencia, pero el asunto se complicó cuando, quien dijo ser su principal funcionario, habría tenido relaciones con narcotraficantes colombianos, según se ha divulgado. ¿Por qué simplemente la Presidenta no se excusó de asistir a la boda? Me parece que cayó víctima de la fragilidad humana, tal vez creyendo que no había segundas intenciones en quienes le prestaban su jet privado o que, como presidenta de un país, debería ser objeto de regalos como ese. Puede pensar que ella merece eso y más, pero desgraciadamente para ella, me parece que en el país no es bien visto que su gobernante reciba regalos costosos, como así incluso lo señala la ley.

Pero hay más: de acuerdo con La Nación del 16 de mayo, nuestra presidenta ha hecho en lo que va de su administración, diez vuelos en aviones privados, además de los frecuentes en aviones de empresas comerciales. Para la sanidad pública, el gobierno debe publicar los nombres de quienes les han prestado sus aviones. Con “malicia indígena”, generalmente quienes hacen esos favores esperan obtener otros a cambio o, al menos, disponer de “acceso con puertas más abiertas” a las personas a quienes se le otorgaron las gratificaciones. Un presidente de la República debe tener mucho cuidado con este tipo de cosas. Algo tan sencillo como, por ejemplo, ir varios días de vacaciones a un hotel de lujo con todos los gastos pagados, incluyendo a los de familiares, por decencia y por ley no debe ser aceptado.

Acuérdense cuando al Presidente Monge un grupo de empresarios, supuestamente preocupados por su pobreza, le regaló una lujosa casa en las cercanías de Santa Ana. De aquí que hay algo de razón cuando el ex Ministro Chacón dice que no debe extrañar lo sucedido con este último viaje de doña Laura, pues ha sido costumbre de otros gobernantes el aceptar regalos similares.

Todas estas vanidades no me preocupan tanto como la desconfianza que este gobierno le provoca al pueblo. Lástima que no vivimos en un sistema parlamentario, cuando, ante lo sucedido, cae el gobierno y se llama a nuevas elecciones. Ahora tendremos que esperar 11 meses más, para que se vaya este gobierno incapaz. Ojalá que los ciudadanos tengamos la sabiduría de elegir a sustitutos que no nos vayan a resultar iguales o peores que esta administración.

Publicado en La Extra del 21 de mayo del 2013.