PDA

Ver la Versión Completa : EL PODER AL PUEBLO-TERCER COMENTARIO



Jorge Corrales Quesada
12/02/2013, 10:10
EL PODER AL PUEBLO-TERCER COMENTARIO
Por Jorge Corrales Quesada

Continúo refiriéndome a objeciones que suelen hacerse a la propuesta de utilizar el referendo, como medio para que los ciudadanos decidan directamente sobre asuntos públicos de su interés. Una segunda se refiere a que es un proceso “peligroso”.

Históricamente han existido muchos ejemplos de que grupos gobernantes de turno suelen considerar a los gobernados como incapaces de gobernarse a sí mismos. Se juzga (aunque tal vez así no lo digan) a los ciudadanos como incultos, no preparados, intransigentes, sin visión política, totalitarios, entre otras cosas similares, lo cual se asume que los incapacitaría para tomar directamente decisiones “sabias”. Me parece muy apropiado nuestro texto constitucional actual, en cuanto se refiere a que la soberanía reside en el pueblo, sin hacer distinción o calificación alguna: simplemente nos dice pueblo (artículo 2º. de la Constitución y el voto 4601 de la Sala Constitucional de 1994). No nos dice “un pueblo educado o culto” ni tampoco “tolerante o sabio” ni “con visión política”. Simplemente así: pueblo, con sus ciudadanos virtuosos y defectuosos. Que la idea de un referendo asume, con demasiado optimismo, que un pueblo puede usarlo bien, tal vez sea cierta. Esto es preferible a que lo decida una casta, grupo, sangre, partido, agrupación, gremio, o parte de ese pueblo.

También es cierto que ha habido episodios en que “el pueblo”, impulsado por cierta clase de líderes, ha votado por lo que algunos, con inteligencia, tolerancia y sabiduría, consideran inconveniente y hasta nefasto para las personas. Es verdad, en mi opinión, que mayoría no hace sabiduría. Este dictum se lo he aplicado muchas veces a decisiones que han tomado algunas mayorías legislativas. Pero, ¿acaso también no sería aplicable a una mayoría que decidiera, mediante un referendo, algo que podría juzgarse como inconveniente o nefasto para los ciudadanos?

Me parece que el problema de una democracia que decide mal, tanto si es directa como indirecta, debe ser evaluada en términos de la respuesta a la pregunta: ¿en cuál orden político democrático, ya sea de decisión popular directa o de decisión popular indirecta, es más factible que se presente la posibilidad de decisiones mayoritarias, inconvenientes o nefastas para la ciudadanía? Es mi opinión que las personas no desean el mal para sí mismas (o que rara vez eso sucede) y que, por tanto, no votarán a favor de lo que directamente los dañe. Siempre será deseable la existencia de un pueblo educado y que haya libertad plena de expresión para minimizar el error que pudiera cometer una mayoría de ciudadanos. Me parece que, en nuestro sistema político actual, se dispone de la educación y libertad para poder elegir adecuadamente. Ello posiblemente se destaca, en contraste con la incapacidad mostrada en muchas ocasiones, por aquellos en quienes el pueblo delegó para que decidiera por ellos. Los diputados no son ni más educados ni más amantes de la libertad, que lo son los ciudadanos que los eligieron.

Por ello, enfatizar ante el elector que, para su propio bienestar, debe elegir bien en un referendo, me parece que es mejor opción que esperar que un diputado lo haga mejor que él mismo.

La próxima semana continuaré con el análisis de objeciones que se suelen formular al proceso del referendo.

Debido a limitaciones de espacio, mis comentarios en La Extra aparecerán semanalmente. Si el lector desea leer la serie completa, puede hacerlo en mi sitio http://latforum.org/forums/forumdisplay.php?19-Politicamente-incorrecto o bien en el sitio de Asociación de Jóvenes para el Desarrollo (ASOJOD) http://asojodcr.blogspot.com del martes 29 de enero.
Publicado en La Extra del 12 de febrero del 2013