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Jorge Corrales Quesada
23/01/2013, 09:51
EL ACTUAL ENREDO MONETARIO Y FISCAL
Por Jorge Corrales Quesada

Sólo a políticos enquistados como profesionales de la banca se les ocurre decir que los recientes problemas con la entrada de dólares “se deben, paradójicamente, al éxito que ha tenido la economía costarricense”. No quiero aplicar un análisis basado en el dicho de que “en el país de los ciegos, el tuerto es rey” para poder señalar que aquella interpretación está errada, sino que, más bien, me referiré a que es una pobre justificación de no haber anticipado algo que desde hace ya buen rato se venía anunciando. Me consta, por ejemplo, que don Jorge Guardia, desde su columna en La Nación y creo que, también, desde editoriales en ese medio, había indicado que las altas tasas en colones vigentes en el mercado nacional se habían convertido en un poderoso atractivo para la inversión monetaria en Costa Rica. Claramente arguyó que para evitar problemas cambiarios –entre otras propuestas que él suele formular- era indispensable revisar las tasas hacia abajo.

Ante esto, el economista metido a político, don Luis Liberman, respondió, ante la pregunta de “¿por qué los tomó por sorpresa esta arremetida de capital especulador?” que “No nos tomó por sorpresa…Lo que los tomó por sorpresa fue la magnitud de estos elementos. La velocidad con que descubrieron a Costa Rica es lo que nos está impactando” .

Hace un buen rato se había advertido el problema. Los centros financieros internacionales desde hace tiempo venían invirtiendo en el país, ante tasas tan atractivas en colones, un tipo de cambio más o menos fijo y, sobre todo, ante el desmedido abarrotamiento de dólares que el gobierno de Obama ha practicado en su nación. Allá los intereses desde hace mucho están por los suelos y posiblemente desde ese entonces esos dólares andan buscando mejores rendimientos (tomando en cuenta el riesgo) en los mercados financieros de otros países. En nuestro medio financiero eso se sabía desde hace mucho, pero mucho, tiempo.

El gobierno (incluyendo al Banco Central) se lerdeó en buscar reducir las tasas y lo único que ha venido haciendo es dejar el campo libre para esa entrada excesiva de dólares al país. Es más, en los últimos días se ha hablado mucho de que se van a reducir las tasas en colones, pero ello se ha llevado a cabo tan gradual y lentamente, que el atractivo sigue presente. Creo que esos funcionarios tienen claro lo que deben empezar a hacer. Dicen que lo van a llevar cabo. Pero no lo hacen. Y después se quejan de que el capital financiero acuda apurado, para aprovechar el buen rendimiento que tienen al invertir en Costa Rica.

El problema del que se ha hablado en estos días no radica tan sólo en esos capitales-buitre, lenguaje que ya copió Amelia de la presidenta de Argentina. Mucho de la entrada de dólares al país (el cual mandaba señales claras para esos intermediarios) la provocó la decisión del gobierno para llenar sus necesidades de financiar su déficit. No pudo poner más impuestos y tan sólo marginalmente pudo aumentar ciertos costos de transacciones que le proveyeran recursos. Además, ya en el mercado doméstico de fondos sólo podía obtenerlos si se aumentaba aún más la tasa de interés. Ante eso acudió al casi único camino que le quedaba: pedir prestado dólares en el exterior aprovechando las tasas bajas que regían en esos mercados (los mismos dólares baratos que, por su parte, han traído al país los “buitres” esos). Con dicha forma de financiar el déficit, era esperable el flujo y el impacto monetario de la entrada de dólares al país.

En tanto el gobierno no tome en serio como medida para reducir su déficit –su gasto muy por encima de los ingresos que percibe- no ya una disminución de la tasa de crecimiento de los egresos, sino una reducción de ellos, difícilmente podrá evitar que sigan sucediendo acontecimientos como los analizados.

Para quienes una vez más lo único que se les ocurre es pensar con qué nuevos impuestos se gravará a los ciudadanos, deberían de tomar en cuenta que una proporción muy importante de la producción doméstica está exonerada del impuesto de la renta. Pero, también, que acudir a aumentar los gravámenes sobre sectores productivos que hoy sí están fuertemente gravados, sólo podría traerse abajo, de una vez por todas, el poquito de crecimiento logrado en los últimos tiempos. Es más, ya se observa un menor crecimiento en los últimos meses del indicador de crecimiento de la producción, conocido como el IMAE.

Ese mundo fiscal exonerado me recuerda el exceso en el pasado con los Certificados de Abono Tributario (CAT’s): un país que en aquel entonces cada vez exportaba más y más, pero que traía aparejado un enorme crecimiento del gasto gubernamental debido a los subsidios que se daba a las exportaciones. El problema terminó cuando se acabó el óleo de los CATs.

Debemos pensar si es conveniente seguir atrayendo inversión extranjera que no paga impuestos y que no se vislumbra que algún día los vaya a pagar. Debe considerarse un sistema tributario que siga siendo atractivo para atraer inversión real desde el extranjero. Pero es necesario tener presente que la alta cantidad de dólares que ella trae al país también provoca un aumento de la oferta de divisas en el mercado doméstico y, por ende, se convierte en un factor que estimula la revaloración del colón. Puede ser que se otorgue una exoneración del impuesto sobre la renta a toda nueva inversión real extranjera que llegue al país (que en gran parte está huyendo de los mayores impuestos les está poniendo Obama: el exceso de emisión monetaria no es lo único que caracteriza a esa economía). Dicha exoneración podría gozarse durante los primeros cinco años de operaciones de la inversión en Costa Rica. Esto brindaría el tiempo suficiente de utilidades libre de gravámenes como para poder recuperar su inversión. Luego esas firmas pagarían entre 5 y 10 por ciento de impuestos sobre la renta. Aun así ésta sería una tasa muy por debajo de la que actualmente tiene que pagar la restante inversión privada ubicada en el país. Sé que el tema no es fácil de tratar. Pero me parece que posponer la discusión en torno a este asunto, lo único que va a lograr es seguir contribuyendo a que se den esas situaciones indeseables, como la que actualmente pasa el país en torno a los controles monetario y cambiario, así como de la inflación.

Publicado en el sitio de ASOJOD del 22 de enero del 2013.