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Jorge Corrales Quesada
13/06/2012, 09:41
IGNORANCIA Y SABIDURÍA
Por Jorge Corrales Quesada

En La Extra del 29 de mayo me referí al esfuerzo declarado del nuevo Ministro de Hacienda, para poner algún grado de orden en el gasto gubernamental, antes de proseguir el camino trillado de acudir a nuevos impuestos, a la vez que la gastadera continuaba su rumbo sin freno.

Escribí que su lucha no era fácil y hoy expongo un primer ejemplo de lo que podrá esperar en su encomiable tarea. Hace muchos años, para un curso universitario de Presupuestos Públicos, tuve la dicha de leer un magnífico libro de Aaron Wildawski titulado Politics of the Budgetary Process (La Política del Proceso Presupuestario), en donde describe diversos intentos de la burocracia estatal que pretendían que el Congreso de los Estados Unidos no efectuara reducciones de sus presupuestos. Una estrategia para impedirla era insistir en que ese gasto era vital para la sociedad civil: Eliminarlo significaría un grave daño para la ciudadanía.

Aquí el nuevo Ministro tomo la decisión de disminuir el aumento en el Presupuesto del Poder Judicial de este año, que, si bien es aún jugoso, no lo es tanto como lo querían las autoridades de ese poder. ¿Qué pasó? Que ante tal reducción, el Poder Judicial, reitero, el Poder Judicial, que es a quien corresponde tomar la decisión, hizo un recorte al presupuesto del OIJ, que para que, en este año, en vez de aumentar un 9%, fuera de sólo en un 4%. Probablemente por desconocimiento del tema, el director del OIJ denunció en un canal de televisión que con “esta medida de recorte del gasto en el OIJ, el Ministerio de Hacienda le entregaba el país a los delincuentes”.

Don Jorge más bien debería de reclamar tal reducción de su presupuesto al Poder Judicial y no al Ministro de Hacienda, quien muy caballerosamente, en una posterior comparecencia suya ante la Asamblea Legislativa, desnudó la ignorancia del caso y el intento de movida de otros, quienes, con su decisión de cortarle recursos al OIJ, lo que en el fondo buscaban era que su presupuesto global permaneciera incólume.

Don Edgar Ayales será objeto de ataques similares en su labor de poner orden en la gastadera estatal. Es nuestra obligación cívica apoyarlo y contribuir a exponerle al país la clase de “matráfulas” que se urdirán en su contra, todo con el único propósito de mantener la jugosa glándula mamaria de los recursos públicos, de la cual algunos viven muy apegados.

Sin bien la posición de don Jorge en torno a la reducción del presupuesto del OIJ que comenté anteriormente, fue totalmente errada, al anunciar su retiro es bueno resaltar su dedicada y honesta labor de funcionario público y sobre todo agradecer el llamado que le hace a la ciudadanía, para que quien le sustituya en su labor sea lo más independiente posible de los grupos políticos del país. Algo sabe don Jorge para que llame nuestra atención y concite nuestro interés en quién habrá de sustituirle. Es esencial que los cuerpos de investigación judicial, como el OIJ y el Ministerio Público, también, se mantengan alejados de una muy indeseable politización de la sociedad. Conservar su independencia es crucial en estos momentos en que la nación se encuentra amenazada por el crimen organizado. Por la advertencia de hoy y su labor del pasado debemos estar agradecidos con don Jorge.

Publicado en La Extra del 12 de junio del 2012.