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Elisa
29/03/2012, 14:00
Artículos publicados en Diario "'La República"

Elisa
29/03/2012, 14:32
1967-07-16-CARTA DE UN ESTUDIANTE A QUIEN SE LE NEGÓ LA PALABRA

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CARTA DE UN ESTUDIANTE A QUIEN SE LE NEGÓ LA PALABRA EN LA MESA REDONDA DE LA ASAMBLEA LEGISLATIVA

La República, 16 de julio de 1967.

San José, Costa Rica
18 de julio de 1967
Estimados señores:

Por medio de la presente quisiera referirme a una nota que aparece en el periódico La República el día 12 de julio de 1967 en la página 23 y firmada por la Federación de Empleados Bancarios y de Seguros (FEBAS). En dicha publicación se encuentran siete consideraciones en favor de la banca nacionalizada.

Me permitiré hacer un análisis ordenado de las siete razones:

1. “…que la orientación del crédito juega un papel determinante en el desarrollo económico del país y que esa distribución por ningún concepto debe estar en manos de unos pocos”.
La primera parte de esta afirmación no merece mayores comentarios, dado que ésta parece ser una condición casis generalmente aceptada. Lo más interesante es la segunda parte de este primer punto, porque refleja una filosofía particular subyacente en la afirmación. No creo que necesariamente la distribución del crédito en un sistema bancario que comprenda banca nacional y privada está en manos de pocos.

Tal vez el problema que preocupa a los firmantes es de distribución del ingreso, pero de ello a decir que el otorgar créditos es función específica de unos cuantos, es desconocer los diversos mecanismos de crédito que existen en las sociedades modernas.

Crédito otorga quien compra una acción de una empresa. Si Ud. paga mil colones por un título de acciones de la Cervecería Tropical, por ejemplo, está cediendo fondos a dicha empresa; es decir, está otorgando crédito. De igual manera, al comprar bonos del gobierno está cediendo poder de compra a este organismo está otorgándole crédito. Pero no trataré de basarme en este concepto poco claro que se anuncia en dicha afirmación: tal vez el término “distribución del crédito” del que hablan se refiere específicamente al crédito bancario. “Unos pocos” puede referirse a la voluntad de una junta directiva, de un Banco Nacional o de un Banco Central, o de un First National City Bank o de un Politburó o Gosplan o lo que Uds., puedan poner como un número pequeño de personas. Debemos tener en mente que la cesión de poder tomar decisiones es cada vez más evidente en las sociedades modernas. Pero, y este es el punto clave, a manos de quién se ha otorgado el poder y qué medios de control posible existen ante estos fideicomisarios y de igual manera, ante alternativas diferentes, cuál sería más eficiente. Estas preguntas parcialmente me conducen al segundo punto expuesto en el manifiesto de la Federación de Empleados Bancarios y de Seguros:

2. “…que los recursos con que cuenta el sistema bancario nacional han sido dirigidos preferentemente hacia aquellos sectores económicos que más beneficios le dan al país”.

Creo que existe una relación importante en la decisión individual y la decisión colectiva acerca de la canalización del los créditos. Con esto en mente y regresando a las pregunta planteadas anteriormente, creo que con un sistema competitivo en el otorgamiento del crédito bancario se aseguran más beneficios y que además se logra una mejor canalización de los fondos de inversión hacia los sectores más productivos. Mientras un sistema bancario nacionalizado otorga créditos muchas veces no reproductivos, en que tal vez sea necesario eximir del pago de intereses a ciertos sectores, empresas o personas, bajo un sistema en que funcione la empresa privada, los créditos sí se canalizarán a las actividades únicamente productivas: se presta con un interés dado a quién el banco considera sea capaz de obtener un rendimiento real mayor en su inversión. Sé que es cierto que hay proyectos a los cuales, por consideraciones políticas o sociales, o indirectamente económicas, sea necesario de que dispongan de crédito y que, tal vez, la banca privada no esté dispuesta a otorgárselos. Aquí es donde encontramos la función esencial de la banca pública (ante mecanismos alternativos de parte del gobierno, como serían exenciones de impuestos, subsidios, tarifas aduanales protectoras, etc.), la cual puede otorgar créditos específicos a estas actividades. Un proyecto de construcción de un plan vial “meditado” puede recibir crédito de parte de un Banco Nacional de Obras Públicas; de igual manera, un proyecto agrícola importante y para el cual, tal vez, el sector privado no pueda disponer de fondos para financiarlos, puede recurrir a un Banco Nacional de la Agricultura, etc.

No se trata de restringir la actividad gubernamental, sino de asegurarse que con la competencia se fomente la eficiencia. El individuo que persigue el lucro (aspecto a que me referiré en el punto cuatro) estaría sujeto a obtener el préstamo bancario no en base a la decisión, a veces política, de un solo prestamista bancario (el Estado), sino que tendrá distintas fuentes alternativas de financiamiento de diferentes empresas que estarían compitiendo para otorgar aquellos créditos que sean en su beneficio; y es a eso a lo que se debe llamar “sectores económicos que más beneficios le dan al país”.

3. “…que esa distribución de recursos ha sido efectuada con carácter técnico por el Banco Central”.

No dudo yo de la capacidad técnica de muchas de las personas encargadas en el Banco Central de fijar nuestra política crediticia, e incluso esto mucha veces implica una serie de juicios de valor acerca de tal “carácter técnico” y, a su vez, un análisis científico de este aspecto exige un trabajo descomunal que muchas veces se ve entorpecido por nuestra falta de conocimiento, Lo que sí digo es que la afirmación lanzada por ustedes no es un argumento válido para oponerse a la banca privada. Es cierto que si en nuestro país existe un relojero muy bueno y hay otro POSIBLE relojero, también bueno, al cual no se le deja poner su “negocito”, el país es el que está perdiendo, porque si se le permitiera trabajar a nuestro marginado relojero, tendríamos a dos luchando por ofrecer el mejor servicio y que ocasionaría un incentivo para nuestro antiguo relojero para que utilice técnicas mejores, lo cual tendrá presente nuestro nuevo relojero. Es más, tal vez nuestro antiguo relojero sea un poco más asequible o que, simplemente, no nos sea simpático y no podamos arreglar nuestro reloj; tal vez nuestro nuevo relojero sea más amable y llevemos nuestro reloj a arreglar, aumentando nuestra satisfacción.

Traslademos este ejemplo a nuestra banca actual y sorprende ver que nos explica bastante bien nuestro sistema existente.

4.- “…que no es lógico que los recursos provenientes de los depósitos de la colectividad sean utilizados por unos pocos, con fines de lucro únicamente, sin pensar en el desarrollo económico del país y un mayor bienestar de la comunidad”.

Este punto está sumamente relacionado con el primero anteriormente citado, sin embargo, creo que es necesario referirme a esos “fines de lucro”. Me parece observar una condenatoria velada a ese motivador de la acción económica humana y me divierte recordar que aún en la Unión Soviética, adonde sí existe un enjuiciamiento abierto contra el lucro, se está empezando a promover el funcionamiento de una serie de empresas bajo los incentivos de las utilidades. Pero lo importante es ver la relación entre el lucro y el desarrollo económico del país. Se deduce del pronunciamiento del FEBAS que si los depósitos de la colectividad son usados únicamente con fines de lucro, no se piensa en el desarrollo del país. No critico yo este desconocimiento de historia económica, pero es una realidad palpable que los incentivos del lucro han logrado el desarrollo económico de muchas naciones. Ahora, si yo deposito dinero en un banco y éste no me ofrece una seguridad plena de mis depósitos, porque se ha utilizado sin “fines de lucro” en inversiones mala, mi dinero, producto de mi trabajo, no está muy seguro, porque aquellos a quienes cedí mi dinero, no lo están empleando económicamente, sino que son motivados por políticas llamadas "sociales”. En ese caso, sería mejor depositar mi dinero con una persona que me asegure que está obteniendo rendimientos en inversiones apropiadas y, aún en este caso, si no me gusta cómo estos directores de un banco privado están dirigiendo mis fondos, iré a otro banco que sea más de mi agrado. Con un monopolio no me queda más alternativa que depositarlo allí, sujeto a decisiones políticas gubernamentales, o bien, envolverme en un tímido halo de vergüenza y expatriar los fondos al no encontrar la suficiente seguridad en mi país.

Entonces, el supuesto “mayor bienestar de la comunidad” no se ve aumentado, sino disminuido ante la existencia de un ineficiente monopolio gubernamental que jamás repara en costos ni beneficios.

Hay que recordar que el lucro en sí no es malo, que en una sociedad capitalista la caridad privada juega un papel individualista fundamental, y que es este orden el único en el cual el individuo puede poner mejor en juego todas sus potencias y habilidades personales. Veamos este ejemplo: existe un Estado que controla todos los créditos en el país y este Estado domina a las directivas de las instituciones de crédito y les determina, por afiliación política, cuáles créditos deben de concederse y cuáles no. Por otro lado, un individuo, el cuales un encarnizado oponente del partido que gobierna, descubre un proceso que será muy redituable al hacer más eficiente la elaboración de un producto. Pero este pobre señor no posee fondos para realizar la inversión y tiene que recurrir a la banca monopolizada a solicitar un préstamo, el cual le es denegad por no estar en “buenas relaciones” con el gobierno. Así, el espíritu de lucro y la inventiva de nuestro señor, que hubiera promovido el desarrollo del país y asegurado un mayor bienestar de la comunidad, se vio limitado por un pulpo monopólico. ¡Pobre individuo!, tendrá que esperar una banca competitiva para asegurarse que el crédito le sea concedido.

5. “…que regresar al establecimiento de la Banca Mixta en Costa Rica, sería perder una de las conquistas más preciadas de los costarricenses”.

Se puede pensar que en un momento histórico determinado se hizo necesaria la nacionalización de los bancos, pero con ello nos descartamos un proceso evolutivo en las estructuras socioeconómicas del país que hagan palpable la promoción de la competencia como elemento organizador de actuaciones eficientes en el mercado de capitales en el país. No participo del lema “más vale malo conocido, que bueno por conocer” y creo que una buena conquista en cierta época pasada no la hace necesariamente buena en momentos posteriores.

Los puntos seis y siete de sus consideraciones no son criticables por mi persona (tal vez si se dispusiera de más información, el punto sexto podrá ser sometido al análisis de los hechos) y sólo deseo que este buen interés, que por mi opinión manifiesto, sirva para someter a la razón y al análisis científico nuestras maneras de pensar.

Atentamente,

Jorge Corrales Quesada

Elisa
29/03/2012, 14:55
1975-04-16-ANTE DECLARACIONES ERRÓNEAS DEL MINISTRO JORGE SÁNCHEZ

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ANTE DECLARACIONES ERRÓNEAS DEL MINISTRO JORGE SÁNCHEZ

La República, 16 de abril de 1975.

El Sr. Ministro de Economía, Lic. Jorge Sánchez Méndez, fue objeto de una entrevista por un redactor de El Industrial, la cual fue publicada en nuestro suplemento del pasado 26 de marzo. Considerando que dichas declaraciones revisten gran importancia, es indispensable realizar un análisis detallado de sus afirmaciones.

Ante la pregunta de si la proliferación de restricciones y cargas sociales no impide un trabajo con desenvoltura y tranquilidad en nuestra economía, el Lic. Sánchez señaló que algunas disposiciones ha sido necesario adoptarlas “precisamente porque van en beneficio del empresario; tienden a darle estabilidad monetaria al país; tienden a darle estabilidad económica”.

Es muy claro que el Sr. Ministro trató de efectuar un ejercicio dialéctico y prefirió la vaga generalización a una definición concreta de las cosas. El Lic. Sánchez en forma pasmosa dejó de lado las referencias directas acerca de las regulaciones y gravámenes que en el último año ha dispuesto el gobierno, agravados por otros impuestos que actualmente tiene ante el tapete la Asamblea Legislativa y que abiertamente se convierten en otras restricciones y cargas a los sectores productivos y al pueblo en general. Es inconcebible que el Sr. Ministro pretenda decirnos que ahora darnos de garrotazos es bueno y que, aparte de eso, como siervos medievales tengamos que estar agradecidos por las bondades de Papá Estado.

Puntualizando, la política del gobierno actual en el campo tributario ha sido, fundamentalmente, la de allegarse un mayor volumen de recursos financieros a costas del pueblo, sin que el gobierno haya convertido a la realidad su aparente deseo de reducir el gasto público, que es el canto de sirena de los gobernantes cuando buscan ensalzar a un país agobiado por impuestos. De hecho, los gravámenes promulgados recientemente por el Estado no han sido una fuente de ahorro nacional, sino que, al contrario, ya se tenía dispuesta la forma en que se iban a gastar esos dineros. Se los sacan de los bolsillos a los ahorrantes, para que los gaste a manos llenas una burocracia rampante. De aquí es donde surge el problema, señor Ministro.

Podría alegarse por parte del gobierno que su política impositiva no ha tenido como fin estabilizar la economía promoviendo el ahorro, sino más bien la redistribución del gasto de la comunidad, sustrayendo ingresos de ciertos grupos para dirigirlos hacia otros sectores de la nación. Sin embargo, no sólo por la índole de los impuestos utilizados, sino también por la forma en que se gastan esos fondos –principalmente gastos generales del Estado- se ha provocado una grave crisis en la economía nacional. ¿Acaso no se da cuenta el señor Ministro que el pueblo costarricense siente un empeoramiento en su bienestar? ¿Acaso no ha podido notar un malestar creciente en la ciudadanía? ¿No siente la intranquilidad abominable en los sectores productivos y consumidores del país? ¿No ha notado cómo la desconfianza en las palabras del político se ha convertido en la regla general de los costarricenses? Y todavía pretende convencernos, suponiendo una excesiva infantilidad de nuestro raciocinio, de que los impuestos, trabas, malestares e impedimentos que el Estado pone al empresario son para beneficio de nuestras empresas y por ende del país. ¿Cómo vamos a creer en sus palabras?

Ejemplo concreto de la política estatal es la ley de asignaciones familiares, que está basada en un costoso impuesto sobre las planillas, que no sólo ocasiona un aumento en el costo de la vida, un encarecimiento de la mano de obra que provoca desempleo, sino que también pone a nuestras empresas en una notoria desventaja frente a otras del Mercado Común Centroamericano, con la pérdida consiguiente de competitividad. Y esto el pueblo lo siente, lo sabe, y por ello no va a creer jamás que dicha ley haya sido puesta para su propio beneficio. Los mismos trabajadores, quienes son los que más sufren con esta ley, son los que más se le han opuesto y ahora, según el Sr. Ministro, ¡hay que agradecérselo al Estado!

Igualmente, en la Asamblea Legislativa se ha presentado un proyecto para aumentar los impuestos a los refrescos, que muy posiblemente ocasione un cierre de muchos negocios en esa rama de la industria, con el consiguiente aumento de la desocupación y pérdidas en el bienestar de la comunidad costarricense. Y también hay dos proyectos para gravar los licores, ¿Se imaginan ustedes lo que va a costar un trago de ron con coca? Va ser algo prohibido, y el pueblo tendrá que beber chirrite, si acaso. ¡Y a eso llama el Sr. Ministro impuestos para beneficiar al costarricense!

La llamada Ley de protección al consumidor es otra de las “sabias” decisiones del gobierno. Lo que va a pasar con el control de precios va a ser corrupción, desaliento a la producción, más hambre, más pobreza, encarecimiento de los productos e ineficiencia al operar con un margen fijo sobre los costos, porque los costos más altos de las empresas ineficientes serán trasladados al consumidor con precios más elevados, perjudicando al pueblo costarricense.

¡No señor Ministro, esto no es todo! Las regulaciones de ventas a plazo han perjudicado al pueblo de bajos recursos. Los impuestos que promueve el INVU sobre la varilla y el cemento van a encarecer la construcción. También van a gravarse indirectamente los alquileres y el pobre es el que paga este impuesto. La política del Consejo Nacional de Producción arruinará a los empresarios costarricenses, operando con pérdidas que después tendrán que ser financiadas con el bolsillo de todos nosotros. Y Recope… Bastante rato podríamos dedicarle al análisis de una serie de medidas tomadas por el gobierno, pero estas muestras indicadas nos sirven para rechazar de plano la pretendida lavada de cerebro que ha querido darnos el señor Ministro, de que los impuestos han sido para beneficio del hombre de empresa. Al contrario, creemos que la proliferación de impuestos, algunos de ellos ausentes de condiciones técnicas elementales, ha perjudicado enormemente al pueblo costarricense.

De esta manera, aún cuando el Sr. Ministro señale en su entrevista que la división entre el gobierno y los empresarios “es aparente y no real”, podemos mostrar, y así lo ha notado él, que la verdad es lo opuesto. Hemos llegado al punto de “basta ya”. Es indispensable una reformulación total de las actuaciones del Estado en el campo económico, de manera que se pueda restaurar la confianza perdida en el sector privado nacional. La única alternativa es suspender la demagogia politiquera, parar esas alocuciones y expresiones de deseos y pasar al campo de los hechos y las realidades. Cada vez estamos más firmes en nuestra posición de defender a nuestro sistema de libre empresa frente a los embates socialistoides de la burocracia estatal. Bien conocidas son las afirmaciones hechas por algunos diputados de Liberación Nacional en las discusiones sobre la mal llamada Ley de protección al consumidor y lamentablemente el discurso del Presidente Oduber logró confundir más al pueblo costarricense, al referirse a la vía socialista que debiera de proseguir el país. Pues bien, nosotros no estamos dispuestos a que se conduzca a la nación al totalitarismo fascista-socialista, pues, como costarricenses, sabemos apreciar las virtudes de la democracia, del derecho a la propiedad y a nuestro patrimonio, que hemos logrado forjar con nuestro esfuerzo y, por tanto, el intervencionismo estatal rampante que hemos observado recientemente, va contra nuestros más caros principios, por los cuales habremos de luchar.

De lo anterior se justifica un despertar creciente del sector privado. Ese malestar del empresario es la consecuencia lógica del ejercicio de nuestra libertad constitucional a las ataduras que pretende imponer el gobierno. Los políticos son muchas veces los causantes de los problemas que afectan a nuestro país, pues creen que con sus decisiones demagógicas se puede sustituir la eficiencia de la empresa privada, con los decretos emanados de n burócrata, que sueña con lograr el control absoluto de las libertades, de nuestras empresas, de nuestro patrimonio.

¡Es increíble, tal como lo afirma el Lic. Sánchez Méndez en su entrevista, que viviendo situaciones “de escasez de productos, de escasez de materia prima, de escasez de alimentos” el Estado penalice a los que producen, ponga trabas e impedimentos al esfuerzo empresarial, castigue con palabrería demagógica al creador de riqueza y al generador de empleo y que, además, se diga que los impuestos que pone el gobierno son para beneficio del empresario!

Al contrario, en lugar de esa fanfarronería, lo urgente es dar incentivos y confianza para que se produzca más, ofrecer alicientes a quienes, a diferencia del Estado, arriesgan sus capitales y trabajo día tras día en un esfuerzo por producir. No insultar, vilipendiar, maniatar, arruinar a quienes trabajan según el mercado, por medio de impuestos a mansalva, que es como se alimenta la burocracia estatal.

Necesariamente se exige una mayor comunicación entre los sectores empresariales y el Estado. Pero no aquella en que el último habla y el primero escucha, no aquella en que se permite que el ciudadano eleve sus planteamientos, pero se enfrenta a un monolito estatal carente de sistema auditivo. Se hace impostergable una definición clara, correcta, sin demagogia, de la política gubernamental hacia la empresa privada. Si se quiere que se produzca, que haya mayor bienestar para todos, más bienes de consumo y de inversión para el pueblo costarricense, lo menos que podría hacer el Estado es dejar producir a quienes así lo desean y no poner estorbos en la buena marcha del país.

Elisa
29/03/2012, 14:56
EL ENGAÑO IDEOLÓGICO

La República, 30 de abril de 1975.

El pasado 11 de marzo la Cámara de Industrias envió una carta a la Embajada de la República Federal Alemana, en que le solicitó el envío de textos sobre leyes que fijaran precios y utilidades sobre productos comerciales e industriales en dicho país.

El Consejero Económico de la Embajada Alemana nos contestó que “el sistema económico de la República Federal Alemana desconoce una reglamentación de precios y utilidades dado que estos se basan en la ley de la oferta y la demanda”.

Cada vez que en Costa Rica el Estado pretende implantar medidas intervencionistas de carácter fascista, se saca a cuento la cacareada filosofía de la social-democracia y no se tarda en utilizar el argumento del ejemplar crecimiento de Alemania Occidental, la que actualmente es gobernada por la social-democracia.

Así, el Presidente Oduber, el 18 de febrero pasado, en un discurso por la televisión en que pretendió defender los controles de precios, la prohibición en el libre uso de la propiedad y del patrimonio de los costarricenses, al establecer la mal llamada Ley de Protección al Consumidor, dijo que “en el mundo de hoy está el socialismo cristiano, el demócrata y el marxista. Costa Rica ya escogió el suyo, el social-demócrata y así lo reiteré hoy a mediodía en el Teatro Nacional ante un grupo invitado a la celebración de los 50 años de la Fundación Ebert”.

Pues bien, en la Alemania social-demócrata, que tanto admira el grupo que gobierna, no existen leyes como la que aprobó recientemente el Estado costarricense. Al contrario, históricamente son más bien un resabio de los sistemas políticos fascistas de Mussolini que de la democracia social alemana. Se nos ha tratado de hacer un engaño ideológico más, pero la sabiduría del pueblo alemán le da un mentís a los recovecos del pensamiento intervencionista oficial.

Es doloroso que se nos pretenda, en pleno Siglo XX, con la amplitud en la difusión del conocimiento, con la educación cada vez más extendida entre los hombres, que se falsee la verdad histórica de los pueblos. ¿Acaso cree el gobierno que somos niños que necesitamos de una chupeta ideológica para aceptar domesticadamente las falacias económicas del gobierno?

Y eso no es nada: hasta las ideas erróneas tienen su eco. En el Colegio de Abogado, en una Asamblea General convocada para analizar la constitucionalidad de la Ley de Protección al Consumidor, el Dr. Mario Carvajal justificó dicha ley en la ideología de la Constitución Política, en la cual algunos principios social-demócratas son la base que sustenta la filosofía de la Ley de Protección al Consumidor. Y en la Alemania social-demócrata, aquella que se busca imitar, son la oferta y la demanda las que fijan los precios, en tanto que el gobierno costarricense, que se dice social-demócrata, hace lo contrario, afirmando hipócritamente que sigue la misma política económica de la Alemania actual.

Honestamente, creemos que la social-democracia alemana es lo contrario de lo que algunos de los “social-demócratas criollos” pretenden para nuestro país. Es lamentable concluir que mientras en Alemania la economía nacional se basa en la libertad de la empresa privada, en Costa Rica se busca lo contrario. Y no es socialismo, puesto que el Estado no pretende la socialización de los medios de producción, sino puro fascismo, que se caracteriza por la propiedad privada, pero altamente regulada por los dictados del Estado, que hace inoperantes los principios de libertad que todos compartimos.

Elisa
29/03/2012, 14:57
1975-05-14-EL PROBLEMA DE LA LECHE EN COSTA RICA

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EL PROBLEMA DE LA LECHE EN COSTA RICA

La República, 14 de mayo de 1975.

El Estado costarricense no aprende las lecciones que da la Historia. En el año 301, el emperador romano Diocleciano emitió un edicto fijando precios. Lactancio en el año 314 escribió sobre los resultados de ese edicto: “Hubo mucha sangre derramada por cuentas pequeñas y menudas; y el pueblo no compró provisiones para llevarlas al mercado puesto que no podían encontrar un precio razonable por ellas; y esto incrementó tanto el hambre que, después de que muchos habían muerto por ella, la ley fue dejada de lado”. El emperador Julián de Antioquía cometió el mismo error, con las mismas consecuencias. Igualmente, en Alemania, después de la 2ª. Guerra Mundial, el pueblo no podía conseguir ningún tipo de artículos por sus marcos debido a la fijación de precios.

Pero, pobre Costa Rica, ya vamos por el mismo camino. La llamada ley de protección al consumidor significa, ni más ni menos, los mismos problemas de escasez que han surgido a través de la historia cuando los precios han sido fijados por el Estado. Ya se imaginan, entonces, por qué no hay leche en Costa Rica.

Durante muchos años, el precio de la leche se mantuvo congelado, aún durante períodos en que la inflación agotó el bolsillo de los costarricenses. El Estado creyó, y aún lo cree, que fijando los precios se beneficiaba al consumidor. E, inevitablemente, lo que tenía que suceder, sucedió: la industria de la leche declinó; muchos potreros se dedicaron al engorde de ganado de carne pues dicha actividad daba más ganancias. Cuando el Estado se dio cuenta de la ruina en que estaba la industria lechera, dejó que el precio subiera, pero, claro, no fue un alza pequeña la que se dio, pues con las medidas del Estrado de fijación de precios no hubo un estímulo para aumentar la producción lechera, por lo que, entonces, ocasionó un aumento grande en los precios debido al largo tiempo en que se mantuvieron fijados.

Pero, como siempre, en el Estado primó la mentalidad burocrática y a algún genio se le ocurrió que el comerciante era un agente de caridad y que tendría que vender su producto a los consumidores sin obtener utilidades. Mente simple y sencilla la del burócrata: los comerciantes fueron dejados de lado al fijar el precio de la leche; según el burócrata, estos no prestan un servicio a la comunidad, por lo cual deben recibir la remuneración que el burócrata determine.

Claro, entonces, una vez más, no habrá leche en el mercado, pues se espera que el pulpero opere con pérdidas. Y nadie es tan tonto como para vender un artículo con el cual ni siquiera cubre los costos. Como resultado de todo esto, el pobre consumidor va a sufrir las consecuencias de la mal nombrada ley de protección al consumidor. Aquí se aplica muy claramente el dicho “no me defiendas, compadre”.

Por supuesto, el afán dictatorial de algunos no se hizo esperar, puesto que ya se ha amenazado con prisión inconmutable a los distribuidores de leche, quienes, al no querer perder, se han negado a distribuir este producto. Este es el resultado de la creencia que mantienen ciertos burócratas, quienes creen arrogarse el derecho de exigir que algunos ciudadanos tengan que liquidar su negocio. Si lo que el Estado quiere, es que el individuo tenga leche a precios bajos, pues existen mecanismos para dicho fin. Uno de ellos es la rebaja de impuestos que hoy día gravan a dicha industria. Pero, el Estado ha desechado esta propuesta alegando que los impuestos influyen muy poco en el precio final y que, además, eso implicaría sacrificar al fisco.

¡Estamos muy bien! No se atreve nuestro Estado gastón a dejar de ganarse unos pesos, pero sí exige que nuestro comerciante opere con pérdidas y que, por ende, el consumidor no reciba el producto.

Lo único que le interesa al gobierno es más y más plata para gastar, aunque esto signifique que no vaya a existir producción, aún cuando esto ocasione hambre para el pueblo. ¿Será que piensa llenar los estómagos de nuestro pueblo con demagogia? Eso sí abunda, pero no alimenta.

Elisa
29/03/2012, 14:58
1975-05-28-POR LA BOCA MUERE EL PEZ

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POR LA BOCA MUERE EL PEZ

La República, 28 de mayo de 1975.

El ex Presidente de la República, Sr. José Joaquín Trejos, señaló ante un grupo de empresarios que nuestros precios han subido en más de un 10% entre 1970 y 1974.
Sin embargo, el Profesor Trejos utilizó las cifras del llamado índice de precios al por mayor para sustentar su argumento. Claro, ante la ausencia deliberada de la publicación del índice de precios al por menor, no existía otra alternativa que utilizar una aproximación para analizar la magnitud del problema inflacionario del país.

Lo anterior sirvió de punto de partida para que el viceministro de Economía, Dr. Mario Carvajal, pretendiera refutar las declaraciones del Profesor Trejos Fernández, alegando “que los aumentos en los índices de precios al por mayor son superiores a los índices de precios al por menor”.

Aquí surge lo interesante de la cuestión. Todos recordamos cómo el mismo Dr. Carvajal, en medio de un coro de políticos y de burócratas estatales, entre otros, ha mencionado que el comerciante es el culpable de la inflación debido a la especulación que ejerce sobre los precios de los productos que vende. Pero, si fuera cierto lo que alega ahora el señor viceministro, resulta que los comerciantes han sufrido un aumento más elevado en los precios de los productos que compran que el aumento de los precios al venderlos, lo cual significa, entonces, que los comerciantes no han “especulado” y que, más bien, siguiendo la lógica de las aseveraciones del Dr. Carvajal, sus utilidades han ido declinando durante el proceso inflacionario.

¡Cayó en la trampa por sus propias palabras el señor viceministro! Ahora tendrá que explicarnos el dilema en que se encuentra: o justificar una inflación más baja que la que menciona el Profesor Trejos o mantener la terminología “populista” y demagógica de acusar de especulador al comerciante. Veo que está entre la espada y la pared, pues no puede mantener ambas posiciones.

Ya es hora de que las autoridades cesen de llamar especuladores a los comerciantes. Sabemos que cuando alguien reclama por el uso indiscriminado de este adjetivo, inmediatamente se menciona que “son algunos”, “no todos”, “hay muchos honestos”. Pero, ya sabemos que el término “especulador” ha sido utilizado por el Estado como cortina de humo para ocultar las verdaderas responsabilidades de los causantes de la inflación: el Estado mismo, con su política de aumento a mansalva de los impuestos indirectos que inciden sobre los precios de los productos, con el aumento excesivo del gasto público, que no parece tener fin, con una política monetaria incontrolada, cuyos efectos estamos sufriendo y la ausencia de estímulo a los entes productivos del país, que cada día se encuentran con más trabas, más frenos y mayor incertidumbre para poder producir. Por todo esto le conviene al Estado el que en la palabra “especulador” se encuentre al chivo expiatorio de sus propias ineficiencias e incapacidades.

Elisa
29/03/2012, 14:59
1975-06-13-FONDO NACIONAL DE VIVIENDA

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FONDO NACIONAL DE VIVIENDA

La República, 13 de junio de 1975.

En otras publicaciones he efectuado un análisis de los problemas inherentes al proyecto del Fondo Nacional de Vivienda. El hecho claro de por qué las inversiones en viviendas no han sido consideradas como prioritarias, se debe a que el mismo Estado ha venido reduciendo su participación relativa en el financiamiento de los presupuestos del INVU. Otro factor: a pesar de que las autoridades de dicha institución aducen escasez extrema de financiamiento internacional, es que el INVU o bien las autoridades bancarias centrales que aprueban este tipo de operaciones, no han hecho uso de fondos internacionales que en diversas oportunidades se le han ofrecido a la Institución, algunas de ellas en condiciones sumamente favorables.

Ahora, tal como se ha hecho usual en Costa Rica, el Estado, por medio de impuestos, obtener contribuciones forzosas que, a pesar de llamarles “inversiones”, tienen muchas características de tributo, así como a través de canalizaciones interinstitucionales de fondos, que podrían colocar en situación precaria a otros entes autónomos y al mismo Gobierno, pretende resolver el estado precario de la vivienda popular en Costa Rica.

Creo que el problema debería enfocarse en un mecanismo alternativo para resolver la situación de la vivienda. No se trata de crear otro INVU que venga a originar mayor problema de burocratización, sino de cambiar el giro de operaciones de la institución en forma radical: el INVU debería desaparecer para que dé lugar a un Banco Hipotecario.
Este Banco exigiría un personal mucho menor que el que allí labora actualmente. Efectivamente, el mismo Gerente del INVU comentó públicamente que estaban operando actualmente a una tercera parte de su capacidad, lo cual significa, ni más ni menos, que hay un exceso de fuerza de trabajo.

El Banco Hipotecario serviría para descontar y brindar garantías en el ramo de la construcción de vivienda popular. Esto lograría una meta muy deseable: utilizar la eficiencia y la capacidad empresarial privada en el ramo de la construcción para aumentar la oferta de vivienda, que es lo esencial. Perfectamente, el Banco Hipotecario podría balancear su cartera hipotecaria, con el fin de dispersar los riesgos de morosidad que se puedan presentar, de manera que la institución mantenga una estructura financiera sana. Es más, los casos extremos de tugurios ya no los atiende el INVU, sino el IMAS, pero es muy posible combinar ambas actividades.
Los renglones de Reglamentación Urbanística pueden ubicarse a nivel de la Oficina de Planificación, para aquellos que se refieran a un nivel nacional, y los aspectos específicos a nivel municipal podrían ser tratados por medio del IFAM.

De estas ideas tan generales podrá surgir un esquema por el cual la capacidad y eficiencia del sector privado estarán produciendo para el beneficio directo de los grupos de bajos ingresos que carecen de vivienda, sin implicar graves sacrificios al ya deprimido pueblo costarricense, abrumado por impuestos, y haciendo de lado a una burocracia innecesaria.

Elisa
29/03/2012, 15:00
1975-11-29-APRECIACIONES POLÍTICAS

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APRECIACIONES POLÍTICAS

La República, 29 de noviembre de 1975.

La posición de la fracción de Guillermo Villalobos Arce en la Asamblea Legislativa en las discusiones del presupuesto de este año, son una muestra más del evidente consorcio de intereses que une a esa fracción con el Partido Liberación Nacional.

El grave problema que tiene ante sí el grupo de Villalobos Arce es que el pueblo costarricense oposicionista ha visto cómo, en su gestión legislativa, se ha prestado al juego político del partido oficial. Hace unos cuantos días, en una televisora, el Lic. Villalobos Arce trató de sacudirse del estigma de asociación con Liberación, que el país le ha otorgado a él y a su grupo. Aclaró que ellos hacen una oposición correcta, al estar en contra de lo que apropiadamente deben oponerse, y a favor de aquello que esté de acuerdo con sus propios puntos de vista ideológicos. Claro, ésta es una salida en falso, porque ha resultado que el pueblo opositor no está de acuerdo con aquellas cuestiones en que don Guillermo cree que debe apoyarse al Partido Libración.

Ahora, ¿existe una explicación clara de la conducta de la fracción Villalobista en la Asamblea Legislativa? ¿Cómo puede uno explicarse que si el pueblo, que ellos creen que representan o los apoya, está dándose cuenta cabal cada vez más de que la oposición supuesta del grupo de Villalobos no es más que un teatro tragicómico y que en realidad se están repartiendo la administración como buenos socios de Liberación Nacional, entonces, por qué el señor Villalobos persiste en su actitud?

Una posible explicación es que el grupo Villalobista está integrado por personas políticamente no inteligentes, pero esta hipótesis no parece tener una validez histórica y cae por su propio peso. Otra posibilidad es que el grupo del Sr. Villalobos sea “oportunista” y prefiere hacer el juego político a Liberación a cambio de privilegios administrativos, tales como ubicar allegados en las directivas de instituciones autónomas, obtener partidas específicas para sus diputados, lograr el apoyo de Liberación para algunos de sus proyectos, o bien el acceso a las decisiones políticas del partido oficial.

Esta segunda explicación no deja de tener validez y parece que, para mala estrella política del no libremente electo próximo candidato a presidente de la República por el Partido Unificación, ésta es la explicación que el ciudadano costarricense da a la conducta del grupo Villalobista.

Un ejemplo concreto de este análisis es la demostración evidente de “juego con Liberación” que ha mostrado el grupo Villalobista en las discusiones del presupuesto. Sabemos que el presupuesto de la República es la sangre y vida del Estado. Sin dinero, el Estado no hace nada. Aquél le le da poder de acción al Estado en todas sus manifestaciones específicas.

Pues bien, la fracción Villalobista ha estado callada ante el exagerado presupuesto del Estado liberacionista: no le preocupa el desastre fiscal en que nos tiene el gobierno actual y ve con ojos benévolos el que en ciertas partidas exageradas del presupuesto, el Presidente de la República tenga el enorme privilegio de gastar, sin tener siquiera que presentar razón de sus gastos.

Y esto el pueblo lo ve con legítima sospecha; sospecha que confirma día tras día: el contubernio político de la fracción Villalobista con el Partido Liberación Nacional.

Elisa
29/03/2012, 15:01
1975-12-06-ALGUIEN QUE EDUCA A SUS HIJOS

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ALGUIEN QUE EDUCA A SUS HIJOS

La República, 06 de diciembre de 1975.

Hay cosas que a uno le lastiman en su honra, esa honra propia del costarricense, esa honra de Omar Dengo, Alfredo y Luis Felipe González Flores, Cleto González Víquez, Fadrique Gutiérrez, Luis Dobles Segreda y tantos heredianos que han sido gloria para nuestra Patria.
El director de un liceo de Heredia, dijo: “Ojalá vengan muchos Vescos más; lo que pasa es que le tienen envidia, y todo lo ven por el lado político. Es más, estoy pensando… en la posibilidad de invitarlo a que visite nuestro liceo y solicitarle ayuda, y si me resuelve los problemas le hacemos un homenaje. Si pudiera colocar su foto en el salón de actos lo haría (La Nación, P. 8A del 4 de diciembre de 1975).

Estas palabras causan disgusto y desprecio; si las hubiera pronunciado alguien sin educación, ignorante, torpe y primitivo, podría pensarse en que surgen por impulso animal, más que racional. Pero no, esas palabras ofensivas a la dignidad y moral nacional, emanan de un supuesto mentor de la juventud costarricense.

No sólo este pretendido maestro nos da una lección negra de civismo, de entrega a lo material corrupto, sino que también se atreve a pretender colocar la foto del prófugo internacional Robert Vesco en la sala gloriosa de un liceo por donde han desfilado tantos honestos y trabajadores heredianos, quienes han contribuido a forjar nuestra Patria.
El director no duda, a cambio de hipotéticas mejoras físicas a las instalaciones del Liceo, prestarle honra servil al comprador de la nacionalidad costarricense.

Hoy reverbera mi sangre. Desciendo de familia de educadores quienes contribuyeron a que el costarricense aprendiera la virtud, no el vicio; cultivara el espíritu noble, no la bajeza corrupta de la venta de principios; que educaron a sus estudiantes en todo sentido de la palabra, para que fueran buenos ciudadanos, cívicos, respetuosos del derecho ajeno, sin dejarse hundir en la podredumbre y la inmoralidad.

Hoy, el director de un centro de enseñanza en Heredia, no vacila en ofrecer rendir homenaje a Vesco benefactor, a cambio de resolver los problemas del Colegio. Así, con el ejemplo educa a los hijos de Heredia, luz de la educación costarricense.
Esta filosofía del director del Liceo de Heredia enseña una “lección” evidente a sus alumnos: No importa transar con un señor que tiene cuentas pendientes con la justicia internacional, a cambio de que los estudiantes tengan una escuela física mejor. Esta lección del director de un Liceo de Heredia pasará a nuestra historia patria: vendan la conciencia -30 piezas de plata a cambio de Jesús.

No, Omar Dengo; no, Luis Felipe González Flores; no, Alfredo González Flores; no, Cleto González Víquez; no, Fadrique Gutiérrez, no, Luis Dobles Segreda. Ustedes sí son maestros.

Elisa
29/03/2012, 15:02
1975-12-27-EL CANJE

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EL CANJE

La República, 27 de diciembre de 1975.

No conozco mucho de leyes o, más bien, conozco muy poco, y menos de leyes internacionales.
El caso de Pascal Allende y las implicaciones derivadas de su asilo en la Embajada de Costa Rica en Chile es bastante complejo ante los ojos de este servidor, y creo que aún a los de estudiosos del derecho internacional.
Sin embargo, hay un hecho que me ha llamado bastante la atención: canje o no canje, ¿por qué somos tan deshumanizados algunas personas, como la madre de Pascal Allende, la cual espera trato humanitario para su hijo, pero rechaza el otorgamiento de la libertad a Huber Matos, que purga en las prisiones cubanas el delito de disentir con Fidel Castro?

Esa deshumanización del espíritu es sencillamente decepcionante. Por más que se pretenda acusar a Huber Matos de ser culpable de delitos contra el estado cubano, no debe olvidarse que Matos fue un hombre libre, quien luchó virilmente en las sierras de Cuba contra el dictador Batista. El delito de Matos fue oponerse a las decisiones de Castro para crear un estado dictatorial comunista.

Huber Matos sufre hoy en las prisiones cubanas por el hecho de amar la libertad. Huber Matos, quien es una verdadera columna de las libertades humanas, sufre, al igual que lo han hecho tantos preclaros héroes de nuestra historia humana, la esclavitud en la prisión del sátrapa y dictador. Pero, ¡ay de los tiranos!, la libertad del hombre no cesa ni con su desaparición terrena. La libertad del hombre está en su alma, en su esencia, en su mente.

Pobre Laura Allende, y digo pobre, porque lo es de espíritu. De tanta sensibilidad de que presume, y no se atreve, por prurito legalista, a pensar que otro ser humano puede merecer la benevolencia que reclama para su hijo. Si tan sólo Huber Matos pensara como ella, entonces sí la veríamos clamar por su libertad. Huber Matos es ejemplo de libertad en el mundo. Laura Allende nos da un ejemplo de insensibilidad ante el sufrimiento.

Elisa
29/03/2012, 15:05
1976-01-05-EL OMINOSO PAGO DEL IMPUESTO DE LA RENTA

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EL OMINOSO PAGO DEL IMPUESTO DE LA RENTA

La República, 05 de enero de 1976.

Don Porfirio Morera es uno de los mejores ministros que tiene este gobierno. Sin duda alguna, no sólo tiene el deseo de realizar las cosas, sino que también sabe lo que hace. Sin embargo, este diciembre se ha presentado una situación desastrosa en la recolección del impuesto sobre la renta y él, culpable o no de este caos, deberá de tomar cartas en el asunto, a fin de lograr respetar la dignidad personal de los ciudadanos que concurren a pagar los impuestos.

Más de dos horas y media de agobiante fila en el Banco Central es lo que tenemos que hacer los que, rascándonos el bolsillo, vamos a pagar los impuestos a tiempo. Tras de que el pago de un impuesto es ya en sí una molestia, el ineficiente Estado costarricense se especializa en hacer sufrir a los que pagamos, forzándonos a formar interminables filas, como “para que suframos un poquito más”. Estoy seguro de que si algunos señores del Estado gastón en que vivimos tuvieran que hacer esas filas, entonces otro gallo cantaría.

¿Por qué no es posible cobrar decentemente los impuestos? ¿Por qué no se cobran de manera tal que el ciudadano no sufra los efectos de esas ultrajantes filas? Si no es el Ministerio de Hacienda el responsable del desaguisado de forzar a los ciudadanos a hacer estas largas filas en el Banco Central, entonces, ¿quién es el culpable de este exceso de sadismo con que se les cobra a los costarricenses que pagamos los impuestos? Estamos seguros que don Porfirio Morera entiende claramente el problema y que ya, para el próximo año, tendremos un sistema decente de recaudación. Podría pensarse en utilizar un método semejante al de los Estados Unidos, en que uno ni un pie pone en las oficinas de recolección de impuestos o, por lo menos, que se utilicen los bancos del Sistema Bancario Nacional para la recaudación de impuestos. Esto último, al menos, aun no siendo tan eficiente como el sistema empleado en los Estados Unidos, permite una mejora a esta ominosa situación actual.

Elisa
29/03/2012, 15:06
1976-01-06-LA DEMAGOGIA DEL 76

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LA DEMAGOGIA DEL 76

La República, 06 de enero de 1976.

Generalmente, al escuchar la opinión de ciertos políticos, cuando se anuncian ciertos hechos por venir, como regla debe pensarse en que, efectivamente, lo que resultará son hechos opuestos,

Un ejemplo de esta regla ̶ originada en la experiencia y en el conocimiento de los demagogos ̶ es el anuncio reciente de que 1976 será el año de la producción. Así, nos lo anunció el coro gubernamental, empezando por su director, siguiendo con la primera voz y así, por toda Costa Rica, se escucha que tenemos que producir en el 76 o nuestro país se hundirá en el caos.

Cuando uno escucha estas prédicas del Estado llamando a la acción, es de esperarse, ¡ilusos que somos!, que las medidas que el gobierno va a tomar para el año 1976, efectivamente conduzcan a un incremento en la producción. Pues bien, como ya es usual en el gobierno, las medidas que ya estamos viendo más bien ayudarán a que Costa Rica no produzca y a que el país siga en el caos.

Ahora, dejando una vez más de lado el precepto constitucional de que la Asamblea Legislativa es la que pone los impuestos, el Banco Central pone nuevos gravámenes, aún cuando pretenda disfrazarlos con nombres tales como “recargos cambiarios” o “sobretasas temporales”, o cómo les dé la gana, pretendiendo endulzar otro trago amargo para el pueblo con simple terminología pseudocientífica.

Además de estos impuestos, el Banco Central pretende aplicar restricciones en el otorgamiento de dólares para turistas, sin darse cuenta de que el costarricense va muchas veces al exterior a realizar sus compras, porque aquí, en la Costa Rica super-gravada, los impuestos impiden ya casi disponer del dinero suficiente para que uno pueda realizar sus compras en el territorio nacional. La gente va al exterior a realizar sus compras porque allá es más barato, entre otras razones. Pues bien, a los burócratas de siempre lo único que se les ocurre, con excepción de la reciente idea del Ministro Morera de crear zonas libres en el país, es impedir que el tico viaje libremente al exterior a realizar sus compras. Se le impone una traba para forzarle, o a que compre artículos de menor calidad, o bien sumamente caros por los gravámenes que esos mismos burócratas han impuesto. Y a esto se le llama protección al consumidor; más bien es expoliación del consumidor. Que no se preocupe el pueblo tico: es el vote a pagar lo que ha encontrado una vez más.

Y digo que el pueblo no debe preocuparse por lo que he mencionado, pues aún hay más sorpresas tributarias en el “año de la producción 1976”. A fin de seguir financiando las universidades públicas en Costa Rica, donde la mayor parte de los estudiantes proviene de familias pudientes y quienes pagan sumas bajísimas por su educación, ya el Estado costarricense planea nuevas cargas tributarias sobre los ciudadanos. No me explico por qué no se aumentan las cuotas a los estudiantes y evitar así esa masiva redistribución de la “riqueza” de los pobres hacia los ricos. Tal vez no suben los costos a los estudiantes, por temor a que se vayan a una huelga. Ha faltado decisión a la hora de ponerle el cascabel al gato. Claro, es más fácil seguir gravando a un pueblo, no organizado y tal vez domesticado, que enfrentarse a las poderosas y bastante subsidiadas asociaciones universitarias, que, con dogma y furia, darían al traste con la política de maromero que ha venido siguiendo este gobierno de vacilón.

Hay más propuestas de nuevos impuestos o bien de aumentos a los ya existentes: 1.- aumento de los impuestos sobre la renta de las sociedades anónimas, que sólo arruinan a las más pequeñas; 2.- aumento en los impuestos sobre dividendos de las sociedades anónimas; 3.- duplicación del impuesto sobre la renta de asesorías del exterior, uso de patentes, marcas y remuneraciones a directivos que actúen en el exterior; 4.- aumento del impuesto sobre los pagos de intereses al exterior, como si en Costa Rica abundara el crédito; 5.- impuesto del 15% a los ingresos de personas que actúan en el exterior; 6.- impuesto sobre la transferencia de bienes inmuebles, para evitar que los sufridos costarricenses no nos podamos cubrir en algo contra la inflación.

No creo que se me quedaron por fuera algunos impuestos en cartera que tiene nuestro gobierno. Como conclusión, efectivamente 19976 será el año de la producción, pero de la producción de impuestos. ¿Qué tal un impuesto a los demagogos?

Elisa
29/03/2012, 15:07
1976-02-03-LA DECADENCIA DEL BANCO CENTRAL

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LA DECADENCIA DEL BANCO CENTRAL

La República, 03 de febrero de 1976.

Hay ciertas instituciones que se deben caracterizar por cierta parsimonia en sus actuaciones y, aún más, con seriedad total y responsabilidad ante la comunidad, la que les ha otorgado funciones especificas que por su transcendencia requieren la mayor independencia de criterio.

El Banco Central, tradicionalmente, aunque a algunos les duela esta palabra, debe cumplir con seriedad y respeto a los costarricenses, la tarea esencial de mantener el valor del dinero. Pues bien, en muchos casos, notables todos ellos, el Banco Central se ha caracterizado no sólo por el absoluto respeto a las leyes, sino que, con la independencia total que le debe caracterizar, se ha permitido llamar la atención al país acerca de aquellas política seguidas por el gobierno central que ponen en peligro la estabilidad monetaria del país. Hombres de la talla de don Jaime Solera, don Rodrigo Facio, y muchos otros destacados funcionarios, aún en el caso de pertenecer políticamente al partido en el poder, supieron mantener una actitud vigilante, mesurada y respetable en nuestra máxima institución financiera.

La decadencia del Banco Central se puede analizar bajo tres aspectos: dependencia política, irresponsabilidad en las decisiones y, por último, populismo mercantilista.
El primer aspecto, dependencia política, se observa en el hecho vital que las decisiones de trascendencia que tome el Banco Central, a fin de eliminar presiones de grupos particulares, deberían de ser tomadas por un número de 5 votos de los miembros de su Junta Directiva. Pues bien, en nuestro Banco Central de hoy en día, esos 5 miembros, cuyo voto es decididamente crucial, son casi todos Ministros –Hacienda, Planificación, Economía, Industria y Comercio- aparte del Presidente de la Directiva del Banco, que para muchos aspectos parece ser un Ministro, además de representantes del sistema bancario nacional, entidades todas ellas estatales.

De esta forma, es muy obvio el “Pá eso tenemos la mayoría”, que impide, en términos genéricos, la independencia del Banco Central.

En segundo lugar, irresponsabilidad en las decisiones. Es vital, en política monetaria y fiscal, tener la información apropiada. Pues bien, el Banco Central toma decisiones, como, por ejemplo, las medidas recientes de restricciones cambiarias y de aumento en los impuestos de consumo, sin la seriedad técnica con que deberían de hacerse. Es un hecho que se ha observado una mejora en la posición neta de nuestras finanzas internacionales en este año. Entonces, si al Banco Central le preocupa el futuro y toma estas medidas como una especie de vitamina C para curarse un resfrío venidero, que diga cuáles son las proyecciones de nuestra situación monetaria internacional en los próximos períodos y ,lamentablemente, es necesario decirlo muy claro y de una vez por todas, que diga cómo fue que el Banco llegó a tales proyecciones y, en especial, cuál es la política monetaria en ese período, pues esto es lo básico y crucial para analizar las posibilidades de comportamiento de nuestro comercio internacional. Debo decir que no tengo confianza en la información que da el Banco Central, dado que en diversas ocasiones, juicios ligeros como “desarrollo económico indispensable”, “política monetaria consistente”, redistribución del ingreso”, “consumo suntuario de los pocos”, “bienestar generalizado”, “buena (o mala, dependiendo de las circunstancias) situación económica del país” son todos slogans que se equiparan a la terminología de “nervio y motor de la economía nacional”, que permiten encubrir la ausencia de información adecuada y da dispensa a cualquier decisión arbitraria e ilegal que tome el Banco Central.

Tercero, el populismo mercantilista del Banco Central llega a niveles degradantes de la responsabilidad que debe caracterizar a la institución. Haciendo uso de monigotes –tan de moda hoy día- con una demagogia populachera, se acude al apoyo de medidas bancarias que, más que objeto de una votación sensiblera, deberían ser discutidas en un plano técnico y serio, pues no es con alegres recuentos de votos, como se logra analizar la bondad de una medida de transcendencia económica. Me parece tan absurdo, como haber decidido, antes de Galileo, que el pueblo votara si la Tierra permanecía en la inercia o si era un objeto en movimiento. Esa vulgarización de las decisiones técnicas es un irrespeto, no al costarricense, a quien los monigotes ya no convencen, sino a la investidura de respeto y seriedad técnica que debe caracterizar al Banco Central.

Hoy día está de moda que, al referirse a las políticas del Banco Central, a quien discrepa de ellas se le trata de sumir en el pensamiento del siglo pasado, en tanto que el Banco Central se dice que está en la moda actual, en las ideas modernas, con las doctrinas económicas en boga. Pues bien, el mercantilismo medieval es lo que está caracterizando la política económica del Banco Central.

Quien estudia doctrinas económicas encuentra un paralelo interesante en esa manía del Banco de identificar la situación económica del país con la situación de la balanza comercial, hecho que quedó derrumbado en la teoría y práctica económica desde el siglo XVIII. Sería bueno que el Banco Central se salga de esa actitud mercantilista y busque derroteros modernos, actualizados, serios, de la ciencia económica, porque sólo entonces podrá pensarse en que hay ciencia y, más importante, lógica en las actuaciones del Banco Central.

Y, nada más por molestar, si hablan tanto de parsimonia, de evitar gasto superfluo en tanta bagatela, es sumamente importante que nos digan ¿cuánto cuesta y cuánto va a costar toda esta campaña populachera en que se encuentra metido “le nervio y motor de la economía nacional”?

Elisa
29/03/2012, 15:08
1976-03-19-OTRO PAQUETAZO MÁS

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OTRO PAQUETAZO MÁS

La República, 19 de marzo de 1976.

Con el fin de justificar un aumento de los impuestos que paga el pueblo costarricense y que son excesivos, el gobierno pretende alegar que, con dicho aumento de gravámenes que ha presentado a la discusión de la Asamblea Legislativa, los grupos de personas de bajos ingresos que pagan impuesto sobre la renta, se verán beneficiadas a costa de los aumentos a los tributantes de elevados ingresos.

No sólo es discutible esta posibilidad de redistribución de la carga tributaria, sino que el argumento me recuerda aquellos dulces que les dan a los niños y que sirven para encubrir una desagradable purgación. En los últimos tiempos casi todas las medidas económicas tienen un dulce purgante: los impuestos del Banco Central y la pretendida promoción de las exportaciones. Ahora los nuevos impuestos se presentan en forma de un paquete tributario, que se dice grava “menos” a los de menos ingresos.
Pero, ¿cuál es el timo del paquetazo que, una vez más, busca el gobierno dar a los costarricenses?

Que simplemente los ciudadanos costarricenses que supuestamente se verían beneficiados, al estar en los grupos de ingresos relativamente más bajos de los que pagan el impuesto sobre la renta, son un numero pequeño, ínfimo, desconcertadamente minúsculo, si lo comparamos con la población costarricense trabajadora, que ni siquiera tiene ingresos anuales de más de ¢26.000, que los exime de pagar impuestos sobre la renta. O sea, la gran mas trabajadora costarricense no se ve beneficiada con este “paquetazo”. Al contrario, es muy posible que esos trabajadores que no van a recibir ningún beneficio se vean perjudicados con este “paquetazo” del gobierno.

Es más, por una razón muy simple se puede esperar que los trabajadores pobres sean lo perjudicados, pues muchas empresas, que son las fuentes de trabajo nacional, van a disminuir sus actividades o, más rigurosamente, van a cesar sus operaciones. Entonces, esos pobres que ni siquiera tienen el honor de entrar en el “privilegio” de pagar impuestos sobre la renta, pueden encontrarse sin trabajo y sin ingresos.

Esta posibilidad de que se desestimule no sólo la formación de nuevas empresas, sino la disminución o cierre de las existentes, con el consiguiente efecto sobre el empleo nacional, no ha sido analizada y, mucho menos, resuelta por el gobierno. Mientras tanto, nos quedaremos escuchando la demagogia y palabrería usual y seguiremos sufriendo más y más impuestos.

Elisa
29/03/2012, 15:09
1976-04-01-IRRESPONSABILIDAD VIAJANTE

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IRRESPONSABILIDAD VIAJANTE

La República, 01 de abril de 1976.


Definitivamente, los nuevos impuestos que el gobierno actual pretende gravar sobre el pueblo costarricense, son un tema sumamente interesante que invita a la reflexión por parte de la ciudadanía.

La situación económica del país se muestra más y más delicada. El gobierno del presidente Oduber ha presentado un empeño, cada vez más visible, de sacrificar al pueblo productor y consumidor, en aras del mayor enriquecimiento del Estado. La prueba más patente de esta política de arruinar a los individuos a cambio del engrosamiento estatal lo constituyen los nuevos impuestos que ya ha determinado el dúo gobierno-Partido Liberación Nacional.

En Costa Rica el ciudadano ve con alarma cómo su bolsillo ya no le alcanza para medio vivir; las empresas productoras nacionales observan cómo, día a día, sus actividades se ven cercenadas por más y más impuestos, en tanto que el Estado continúa con su política de gasto desenfrenado, a pesar de que algunos connotados empresarios pretenden, con un diálogo ingenuo, débil, mediocre y hasta necio, dárselas de David frente al omnipresente Goliat.

Y ¿el Presidente de la República? Hay dos hechos lamentables que es bueno señalar clara y tajantemente. Primero, él prometió públicamente que no habría impuestos este año 1976. Pues bien, palabra empeñada, lo primero que hace es mandar a la Asamblea Legislativa un gravoso paquete tributario. Como conclusión, a las palabras del presidente Oduber se les debe escuchar con dos oídos; en uno de ellos, de lo que dijo, debe escuchar lo opuesto: si promete una cosa, va a resultar la cosa contraria y, en el otro de nuestros oídos, no creer en las palabras que dice el presidente Oduber.

Segundo hecho lamentable: ya el pueblo está cansado de que cuando la situación del país se pone fea ̶ impuestos, huelgas, lo que sea ̶ el Presidente de la República alista sus maletas y se va a regocijar en la helada Suecia, la nublada Inglaterra, la soleada España o la tropical Jamaica. Su especialidad de torero de alcurnia recibe el calificativo popular de zafar el lomo.

Ya nuestro pueblo está llegando al límite. La situación depresiva de nuestra economía se presenta sólo en los hogares y las empresas, en todo ese gran sector privado de consumidores y productores, en tanto que el Estado continúa en su despilfarro y desperdicio, haciendo obras que no sirven, como la carretera Curridabat-Tres Ríos que estuvo mal hecha, con un Consejo de Producción que no ha tenido ni siquiera el cuidado elemental de comprar productos sanos, con una colección de ministros que se pasan en una viajadera, empezando por el mismo Presidente, que, con el mínimo pretexto, no pestañea siquiera para iniciar sus giras. Con tantísimo asesor que tiene, él mismo se encarga desde “conseguir” platas para el país, hasta lograr “acuerdos” entre líneas aéreas.

Que el pueblo costarricense juzgue a carta cabal si de aquel hombre, del cual se dijo “tenerlo todo para gobernar”, no va quedando en nuestro país, sino el resabio de un cometa fugaz, que algún día se posó en la Casa Presidencial.

Elisa
29/03/2012, 15:10
1976-04-03-REFLEXIONES SOBRE EL RECIENTE DISCURSO

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REFLEXIONES SOBRE EL RECIENTE DISCURSO DEL MINISTRO DE HACIENDA

La República, 03 de abril de 1976.

El pasado 29 de marzo, el señor Porfirio Morera, Ministro de Hacienda, hizo una exposición pública en la cual trató de dar una explicación congruente del por qué se hace necesario un aumento en los impuestos que pagamos los costarricenses.
Se puede plantear una serie de inquietudes, pero, por aprecio al lector, no pretendo aburrirlos con todo lo que se puede comentar sobre estos nuevos impuestos, sino que, selectivamente, me limitaré a unas cuantas observaciones.

En primer lugar, el señor Ministro señala que “este proyecto no afecta el consumo básico ni la producción, por lo tanto no afectará el nivel de precios ni el costo de la vida”.

No sé en qué se basa el señor Morera para hacer estas afirmaciones, pues él bien sabe que en su Ministerio no existe un estudio que muestre que este proyecto no va a tener un efecto negativo sobre el ahorro ni la formación de capital, así como sobre el nivel de empleo. Al contrario, es digno de prever que, en una economía plagada de incertidumbre, con expectativas inflacionarias arraigadas en las personas, con un creciente nivel de desempleo, como en apariencia lo muestra la economía nacional, un nuevo paquete de impuestos que cercene más recursos de consumidores y productores privados aumentaría los ya graves problema nacionales. En tanto el señor Ministro no pruebe lo contrario, su afirmación, de que el paquete de impuestos no afectará el consumo ni la inversión, es más bien un deseo o una cortina de humo, que un resultado lógico de las medidas que propone.

En segundo lugar, el señor Ministro debería tener muy claro cuál es el concepto económico de plusvalía y no utilizar una definición errónea para justificar un gravamen que reviste caracteres de “bárbaro”.

En un ejemplo que señala el señor Ministro, dice que “si una persona compra una propiedad en medio millón de colones y la vende luego a seiscientos mil, obtiene una ganancia de cien mil colones”. Pues bien, con el impuesto que propone el señor Ministro no se grava la ganancia de capital, sino toda la base –el capital-sobre la cual se genera la llamada ganancia de capital. Así, en el ejemplo indicado por el señor Ministro, el impuesto recaería sobre el individuo que compra en ¢500.000 la propiedad y luego, al venderla, se grava sobre los ¢600.000. O sea, dos veces recae sobre el capital y no sobre la ganancia de capital, que es tan sólo ¢1000.000 (el diferencial del precio de venta y el de compra).

Por otra parte, aún ese ¢ 100.000 de diferencial no pueden llamarse propiamente ganancias de capital. Veamos un ejemplo: supongamos que, por arte de magia, todos los precios en la economía se duplican. Así, un plátano que vale ¢0,50, cuesta ahora ¢1,00; la propiedad de medio millón vale ahora un millón y así con todos los precios. Pues bien, la llamada ganancia de capital no es real, pues todo cuesta ahora el doble; la “ganancia de capital” es tan sólo nominal, de nombre. Por ello, cuando el señor Ministro dice que “las ganancias de capital se producen, en buena medida, por las obras y mejoras realizadas por el Estado y, por consiguiente, no son sólo atribuibles a la acción directa del propietario de los bienes raíces”, tendría el señor Ministro que concluir que la inflación, que es lo que produce la mayor parte de las ganancias de capital “nominales”, es una obra o mejora realizada por el Estado. Hace mucho tiempo no encuentra uno absurdos tan evidentes, como es la pretendida justificación de este gravamen por el señor Ministro de Hacienda.

En un próximo artículo continuaré mi análisis del “Paquetazo” tributario.

Elisa
29/03/2012, 15:12
1976-04-09-VOTE A PAGAR VERSIÓN 76

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VOTE A PAGAR, VERSIÓN 76

La República, 09 de abril de 1976.

Hace ya su tiempo, en un artículo publicado en La Nación, al referirme al sufrimiento tributario del costarricense, escribí la expresión “Pobre pueblo costarricense, que de un vote a ganar se encuentra ahora en un vote a pagar”.

Ahora surge la versión 76 de ese ”vote a pagar”. El estado costarricense, con el pretexto de financiar a las universidades –desfinanciamiento real y efectivo, el cual se hace necesario subsanar- no ha dudado ni un momento en gravar al pueblo costarricense con más impuestos que, según algunas estimaciones, van a canalizar recursos hacia el Estado en la astronómica suma de ¢500.000.000,00.

¿Cómo es posible que, si el financiamiento necesario de las universidades se acerca, si acaso, a una décima parte de dicha cifra, el Estado no diga la verdad y pretenda alegar que el “paquetazo” tributario es necesario para allegar recursos a las universidades?

La verdad es muy distinta. Ahora el pueblo costarricense tiene que pagar una torta más de los genios de este gobierno. Pues bien, a partir de los ingresos tributarios excesivamente elevados de la época hiperinflacionaria figuerista, el Gobierno del presidente Oduber creyó que podría continuar con un festín, puesto que la inflación aseguraría más y más ingresos tributarios. Felices, los del actual Gobierno no dudaron en elevar el presupuesto a límites jamás vistos en la historia fiscal del país.

¿Pero, qué pasó? Que se han presentado situaciones depresivas en nuestra economía; que hace mucho tiempo no invierten en el país empresas extranjeras; que muchos nacionales, por la desconfianza existente, han sacado recursos del país; que las utilidades de las empresas han bajado sustancialmente; y que todo esto ha tenido el efecto de reducir los ingresos del Estado. Éste, a fin de continuar con su gasto disipado, con sus festines y desembolsos irresponsables, no tiene ahora otra alternativa aparente que la de aumentar las recaudaciones que paga el pueblo.

En lugar de reducir el gasto público, se busca reducir los recursos de los consumidores y productores nacionales. Por ello, es puro cuento que el “paquetazo” tiene que aprobarse para financiar a las universidades. Si el gobierno pusiera orden en casa, habría recursos liberados para financiar la educación superior. Lo demás son cuentos. Lo único real es un vote a pagar, versión 76, que, como las tiras cómicas, parece que seguirá con nosotros, a través de los años.

Elisa
29/03/2012, 15:14
1976-04-29-VORACIDAD

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VORACIDAD

La República, 29 de abril de 1976.

Recientemente, hará más o menos un mes, recibí una grata invitación de un amigo para comer en un céntrico restaurante. Cuál sería mi desagradable sorpresa cuando, al llegar a mi carro que había estacionado en las cercanías, me encontré que una ventanilla del vehículo había sido quebrada, aprovechándose para sustraerme algunas cintas grabadas que tenía para mi uso y placer.
Este pequeño acto de delincuencia no era el primero que afectaba mi vehículo. En un lapso de un año mi carro ha sido dañado seis veces: me han robado los focos, quebrado la antena, sustraídas las copas, otra ventana, quebrada, el adorno del carro ha sido fracturado dos veces, etcétera. Esta sospechosa coincidencia y frecuencia de robos no ha tenido otra reacción más que paciencia de Job.

Pues bien, el amigo estadounidense, al ver mi tristeza por el robo de las cintas grabadas, queriendo ser amable, decidió, al regreso a su país, enviarme 5 cintas para reponer algo de las pérdidas.

Esos raterillos callejeros han encontrado un parangón en la voracidad tributaria de nuestro poderoso Estado. Imagínense mi sorpresa cuando se me dijo que tendría que pagar impuestos por la suma de ¢590,90. Simple lógica: una cinta en Estados Unidos (con impuestos y todo) cuesta cinco o seis dólares. (Olvidémonos del costo del correo). Y ahora, sólo de impuestos en Costa Rica, tengo que pagar $13,84 por cada cinta: casi tres veces más en impuestos que lo que cuesta en Estados Unidos.

¿De dónde surge ese monto tan abrumadoramente exagerado? De algo que llaman derechos (desgraciado uso de lo que en realidad es: impuestos), que son del 40%; otro impuesto llamado específico; otro más, el ad valorem; otro más aún, el de estabilización económica, agréguese el selectivo y el del decreto 4463. Voracidad es poco. ¡Que se dé cuenta una vez más el costarricense quien nos viene aumentando el costo de la vida; es el eterno paquetazo!

Elisa
29/03/2012, 15:17
1976-05-07-CORRUPCIÓN

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CORRUPCIÓN

La República, 07 de mayo de 1976.

El pasado primero de mayo, en su mensaje ante la Asamblea Legislativa, el presidente de la República, Daniel Oduber, señaló lo siguiente:
“Es en esos sectores llamados privados desde donde se ofrece a los funcionarios públicos gratificaciones y reconocimiento materiales a cambio de preferencias en la adjudicación de un negocio, de una licitación o de una posición de ventaja en la vida empresarial. Es dentro de esos mismos sectores donde se encuentran los cómplices de negociaciones turbias; desde donde se rompe la moral social escatimando en maniobras obscuras las cargas de tributación que todo ciudadano debe pagar a la sociedad, de acuerdo con sus ganancias”.

Lo anterior sí fue dicho por el presidente Oduber. Ni más ni menos, el señor Presidente, al observar la creciente preocupación ciudadana por la corrupción observada al amparo del privilegio estatal, no vacila en culpar a otros de la corrupción entronizada en su gobierno. Así de fácil el tamal: si te atacan, ataca a los que te atacan.

El señor Presidente de la República, burdamente, no explica a quienes creímos en su “Alto a la Corrupción”, que el problema radica en que en el Estado están los mismos que buscan los privilegios, las prebendas, las preferencias y dan las gratificaciones. Nos habla de corrupción el señor Presidente, pero no nos habla de los Vesco, de los prófugos internacionales, del caso Saopim, de los negocios sucedidos en el Conejo, de los usos de fondos públicos para viajaderas innecesarias, de la Recope y otra cosas que tantas veces se han dicho públicamente y, aunque el señor Presidente diga que “Detener la corrupción en el país… es tarea de tales dimensiones que no puede ser asumida con posibilidad de éxito por un hombre o sólo por el gobierno”, ¿Por qué, entonces, ante las denuncias que formuló públicamente don Mario Echandi, el silencio encubridor, avasalladoramente encubridor, fue la respuesta al viril desenmascaramiento de lo turbio en nuestro país?

El señor Presidente hace mal en callar ante la corrupción. Que denuncie específicamente quiénes del sector privado ̶ con nombres y apellidos ̶ “ofrecen a los funcionarios públicos gratificaciones y reconocimientos materiales”. Estoy seguro que el país lo agradecerá o será que la última exposición del señor Presidente, seguirá el mismo derrotero del famoso discurso de la toma de posesión del 8 de mayo de1974, en que dijo luchar contra la corrupción. La infamia, que olvida el señor Presidente, radica en frustrar las aspiraciones honestas de muchos costarricenses de todos los colores políticos, que ya estamos asqueados.

Sería lamentable tener que recordarle al señor Presidente el propio lema de su campaña presidencial: Ya nadie engaña a nadie.

Elisa
29/03/2012, 15:19
1976-05-20-LA DUDA DE LA TRAICIÓN Y LA LEALTAD INMERECIDA

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LA DUDA DE LA TRAICIÓN Y LA LEALTAD INMERECIDA

La República, 20 de mayo de 1976.

Hay ciertas cuestiones que a uno le preocupan seriamente y a las que se hace necesario, en forma urgente, “ponerles los puntos sobre las íes”. Ojalá que el propósito de este artículo no sea mal interpretado, pues se trata de señalar un fenómeno político, como lo es la preocupación lógica que afecta a muchos ciudadanos honestos de este país.

Existen muchos liberacionistas de una gran honestidad. Lo digo con toda la franqueza necesaria, pues es obligante aclarar, de una vez por todas, que en este mundo tan diverso uno encuentra personas honorables en todos los partidos políticos, de manera que un fanatismo ciego no debe conducir al hombre libre a la triste generalización de que “los nuestros son los buenos y, los otros, los malos”.

Muchos de estos liberacionistas honestos y de trabajo se encuentran hondamente preocupados ̶ más bien sumamente molestos ̶ por el estado en que se encuentra nuestra comunidad política y económica. Usted, querido lector, los escucha a diario en sus conversaciones, en que se lamentan del desastre a que nos está llevando este gobierno.

Varios de estos señores honestos de Liberación me han expresado lo siguiente: “¿De qué forma puede uno salirse de Liberación –deseo evidentemente apropiado- sin que uno sea considerado un traidor?”. Así de claro y concreto me han expresado su angustiosa situación.

Es ya necesario hablar las cosas lo más diáfanamente posible. Estos amigos limpios y preocupados tienen que decidirse entre ser “traidores” a un partido político ̶ Liberación Nacional ̶ que ya no satisface sus aspiraciones éticas, morales y políticas o, bien, ser TRAIDORES a sus conciencias, que le piden el abandono del partido y más bien la búsqueda de los intereses que la Patria solicita: moralidad y decencia, limitación del poder omnipresente y rapante del Estado y, sobre todo, libertad del individuo en su conciencia y en su acción de trabajar libremente sin la coacción del Estado.

Es muy claro que la lealtad es un mérito, pero también no debemos dejar que la lealtad se convierta en un enceguecimiento ante las virtudes que pueden tener aquel o aquello a lo que se fue fiel. Un ejemplo clásico es la lealtad de Goebbels y Himmler hacia Hitler. Ahora, en la Costa Rica de hoy, ¿debe uno ser leal hacia aquellos que ya no son dignos de la lealtad, que es algo que se obtiene por el merecimiento honesto? Muy resoluta debe ser la actuación: no se puede ser leal al Partido Liberación Nacional, cuando éste no representa los valores que el hombre libre proclama. Hacer lo contrario es ser deshonesto con la propia conciencia.

Es mayor problema moral ser traidor con la propia conciencia o con los valores patrios, que ser “Traidor” con aquellos que no son merecedores de esa lealtad noblemente entendida. Nuestra conciencia demanda ser leal con nuestros valores y dejar de lado a los que traicionan esos valores.

Elisa
29/03/2012, 15:20
1976-07-28-PORQUE LO NUESTRO ES MEJOR Y ES NUESTRO

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PORQUE LO NUESTRO ES MEJOR Y ES NUESTRO…

La República, 28 de julio de 1976. Reproducido en Jorge Corrales Quesada, “Al Bienestar por el Liberalismo”, 1994, p. p. 253-254.

“El nacionalismo, como imposición del libre comercio interior, es un medio para la prosperidad y la paz. Como control impuesto al comercio, exterior y luego interior, es una movilización para la guerra, que inmediatamente pone en peligro el orden mundial y, desde el punto de vista más amplio, también socava la base moral de la paz interna”.
Henry Simons, Economía Política para una Sociedad Libre.

Últimamente en nuestro país se ha presentado una serie de síntomas que evidencia, una vez más, la exacerbación de sentimientos nacionalistas mal encaminados o bien la utilización de postulados jingoístas que muchas veces no son utilizados más que para la protección de intereses particulares en contra del bien común.
No solamente encuentra uno la triste política privada de los supuestos defensores de la libre empres, cuya posición se resume en la frase “Estoy en contra de todos los monopolios… excepto del mío”, sino que también sistemáticamente se levantan voces de algunos empresarios clamando por ayuda estatal contra “la competencia desleal”, cuando algún otro empresario desea crear una empresa que les traiga competencia.

Estos dos síntomas se ven inmediatamente respaldados por la política intervencionista estatal y no se vacila en proclamar a los cuatro vientos la triste frase “porque lo nuestro es mejor y es nuestro”. Y non atiborran con ese dogma, que nunca es sometido al escrutinio de la lógica y la razón, sino que se apela al sentimiento de inferioridad que caracteriza a muchos seres impotentes para concebir las verdaderas dimensiones y limitaciones que entrañan, ofreciéndoseles un aliciente heroínico, que no les permite estar sujetos al estímulo de la verdadera superación propia.

Cuando por definición, tautológicamente, se interpreta la oración “porque lo nuestro es mejor y es nuestro” como una realidad per se, se pierde todo sentido de la naturaleza limitada de nuestras capacidades, de nuestros recursos y de las ventajas derivadas de la división del trabajo y de la especialización internacional.

¿Es mejor nuestro futbol que el brasileño? ¿Es mejor nuestro café que el colombiano? ¿Es mejor nuestro filósofo criollo (de los cuales tenemos muchos, muy buenos) que los intelectualmente respetados Descartes, Montesquieu o Locke? ¿Es mejor nuestro vestido típico que el bello traje del indígena de Guatemala?

El nacionalismo constituye, generalmente, un elemento importante del estado totalitario. El nacionalismo romántico de Hegel y Fichte recibió la inyección de los pensamientos de Sorel, Nietzche, Mosca, de Mattei y Treischke y nos resultó la pesadilla nazi-fascista.

No, en Costa Rica el concepto nacionalista no ha alcanzado tan pavorosos grados de sofisticación y deseo que nunca logre ese estadio. Sin embargo, el fenómeno nacionalista empieza, aún incipientemente, a reflejar sus funestas consecuencias.

Debo advertir, una vez más, que no hay nada correcto en la pretensión de que nacional es sinónimo de bueno, de que lo extranjero es más malo que lo nacional y que, al contrario, la puesta en práctica de políticas que se juzguen apropiadas al adjetivarse con “nacional”, más bien contribuyen a un deteriore del bienestar nacional.

Elisa
29/03/2012, 15:21
1976-08-04-EL PROTECCIONISMO EN COSTA RICA

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EL PROTECCIONISMO EN COSTA RICA

La República, 04 de agosto de 1976. Reproducido en Jorge Corrales Quesada, “Al Bienestar por el Liberalismo”, 1994, p. p. 200-201.

En nuestro país los síntomas de nacionalismo económico tienen actualmente gran vigencia, si bien se han presentado manifestaciones “nacionalistas” de otro tipo. En futuros comentarios analizaré los aspectos económicos del proteccionismo en contraste con el libre comercio internacional.

La política proteccionista se refleja esencialmente en la creación de tarifas aduaneras o impuestos de aduana a la importación, los cuales, al elevar los precios de los artículos provenientes del exterior, los hace más caros que los artículos producidos en el país, evitando, de esta forma, la competencia de los productos extranjeros. Esto, obviamente, afecta al consumidor costarricense, quien o bien tiene que pagar un monto mayor por los productos importados o bien tiene que aceptar posiblemente un producto de menor calidad y duración y, al mismo tiempo, tiene que pagar por el producto nacional más de lo que el producto extranjero costaría sin impuestos.

Esto significa un descenso en el bienestar del consumidor, quien termina pagando las consecuencias del proteccionismo aduanero.

En Costa Rica hemos sufrido no sólo las consecuencias de los impuestos a la importación, sino que también hemos tenido, y tenemos entre nosotros, todo un juego de políticas proteccionistas que causa un grave perjuicio al bienestar nacional. Se ha hablado de sobretasas a la importación (algunos políticos decían, por boca de “Exportico”, que los impuestos creados afectarían sólo a los ricos y otros políticos dicen ahora, directamente, que la eliminación de estas sobretasas beneficiaría a los grupos medios… ¿quién los entiende?).

También hemos escuchado el grito de “protección contra la competencia desleal”. Se nos habla de contratos industriales para que protejan a nuestra industria, de promover el desarrollo de nuestra propia industria, de proteger nuestra balanza de pagos, de mantener a toda costa la paridad de nuestra moneda ̶ aunque signifique la distorsión de toda nuestra economía ̶ , de evitar el imperialismo y la dependencia ̶ cualquier cosa que esto signifique ̶ , de generar o dar empleo en nuestra economía (“comprar con sello genera empleo”), de que el “extranjero” no participe en actividades reservadas a los costarricenses y toda una serie de expresiones determinadas a promover lo nacional como bueno en sí mismo y eliminar lo extranjero por supuesta condición de nocivo. ¡Numerum stultorum infinitum est –la estupidez abunda!
Se han formulado muchos argumentos económicos a favor del proteccionismo. En artículos futuros hare una exposición y crítica de ellos.
Baste ahora señalar algunos, incluyendo la versión costarricense, o a la tica, como dicen los políticos.
1.- Mantener el dinero en el país. O bien, como lo enfatiza constantemente el Banco Central, debemos mantener las divisas en el país (“si compran con sello, mantenemos las divisas en Costa Rica”, reza el anuncio).
2.- Proteger al trabajador costarricense o aumentar el empleo nacional. Este argumento se releja en otro slogan del “sello”: dar empleo al costarricense.
3.- Proteger la industria naciente. Los más afectos a este argumento a favor del proteccionismo son los sectores industriales, algunos de cuyos miembros no dudan en clamar contra “la competencia desleal”.
4.- La tarifa óptima. Tal vez todavía algunos recuerdan cuando el ex presidente Figueres lanzó el “grito del banano”. Aún cuando el argumento no es estrictamente el mismo, su principio fundamental es muy semejante.
5.- Evitar la competencia de países que tienen mano de obra más barata. Este argumento es muy utilizado en los Estados Unidos por los sindicatos; aquí casi nunca los he escuchado.

Existe otra serie de argumentaciones a favor del proteccionismo, todos ellos esencialmente sin consistencia. En próximos artículos analizaré los anteriormente citados.

Elisa
29/03/2012, 15:22
1976-08-11-MANTENGAMOS EL DINERO EN EL PAÍS

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MANTENGAMOS EL DINERO EN EL PAÍS

La República, 28 de julio de 1976.

“Que no entren en el reino mercancías extranjeras por un valor mayo que el de las mercancía nacionales que salgan de él”.
Ricardo Ailesbury, citado en Eric Roll, Historia de las Doctrinas Económicas.
En diversas ocasiones, nuestras autoridades del Banco Central han hecho énfasis en que Costa Rica debe exportar más de lo que importa con el fin de acumular más reservas o divisas. Un ejemplo reciente de esta visión se encuentra en algunos de los anuncios del “sello”, en los que se alega que si consumimos lo nacional (o sea, no importamos), mantenemos las divisas en Costa Rica.

Lo anterior no es, ni más ni menos, sino una visión mercantilista del comercio internacional. Los mercantilistas fueron unos señores que en los siglos XVI y XVII buscaron mantener, mediante regulaciones al comercio internacional, que el país tuviera un exceso de exportaciones sobre las importaciones y que esta diferencia se acumulara en metales preciosos (divisas), de manera que el poder del Estado se incrementara.

La visión errada de los mercantilistas, aún de aquellos resabios que tenemos en el siglo XX, radica en creer, en primer lugar, que el comercio es un intercambio de dinero por bienes, en vez del concepto correcto de que el dinero es un medio de cambio entre bienes; es decir, se exporta y se recibe dinero, pero ese dinero sirve para importar, puesto que el comercio internacional es un intercambio de bienes y servicios producidos en Costa Rica con aquellos bienes y servicios producidos en el extranjero.

En segundo lugar, el error de estos mercantilistas está en creer que el dinero tiene utilidad en sí mismo, cuando lo cierto es que sólo sirve para adquirir bienes y servicios. ¿De qué le sirve a Costa Rica estar exportando más de nuestra producción que lo que importa producido en el resto del mundo y acumular divisas que no tienen utilidad alguna, sino es por lo que se pueda importar con ellas? Esta visión de mantener divisas en Costa Rica equivale a darle un regalo al extranjero: nosotros le damos más de nuestra producción que lo que ellos nos dan a cambio y la diferencia son papeles (divisas) que nosotros mantenemos almacenadas.

Tal vez, para destacar el carácter mercantilista que pretende mantener el dinero en el país exportando más de lo que importa, es necesario citar las opiniones de algunos economistas mercantilistas, las que, aunque suenen “bonitas”, son totalmente erróneas. John Hales: “Pues siempre debemos cuidarnos de no comprar más de lo que les vendemos, pues de lo contario nos empobreceríamos nosotros y los enriqueceríamos a ellos”. (A Discourse of the Common Weal of the Realm of England). William Cecil: “Nada roba más al reino de Inglaterra que cuando entran en él mayor cantidad de mercancías de las que salen”. (Citado en R. H. Tawney y E. Power, Tudor Economic Documents). Podríamos, igualmente, destacar citas semejantes de Eduardo Misselden, Antonio Serra y Tomás Mun, todos ellos destacados mercantilistas del siglo XVII, quienes abogaban por “mantener el dinero en el país”.

El profesor Eric Roll resume muy claramente la política económica de los siglos XVII y XVIII: “En las prácticas de los gobiernos a fines del siglo XVII y en la mayor parte del XVIII, son manifiestos el proteccionismo total y la reglamentación por el Estado. En aquel tiempo, se estaban echando los cimientos de la industria moderna. Los métodos usados eran las tarifas o los embargos sobre las importaciones, prohibiciones de exportar herramientas y obreros especializados, el fomento de las importaciones de materias primas o de su producción en el país, la inspección sobre la calidad de los productos y los subsidios a quienes establecían industrias nuevas (Historia de las Doctrinas Económicas).

Uno está tentado a decir que “cualquier parecido entre la opinión de Roll sobre el mercantilismo y la política económica actual de Costa Rica es mera coincidencia”; sin embargo, creo que, para desgracia nuestra, la filosofía mercantilista, con su corte intervencionista y su preocupación por la acumulación de divisas, está muy compenetrada en la mente de muchos señores, rectores supuestos de la economía nacional.

Elisa
29/03/2012, 15:23
1976-10-06-DEBEMOS MANTENER LA INDUSTRIA NACIONAL

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DEBEMOS MANTENER LA INDUSTRIA NACIONAL

La República, 06 de octubre de 1976.

Otro de los argumentos utilizados frecuentemente en favor de la imposición de gravámenes a la importación, es la protección de la industria nacional nueva, frente a las ya poderosos empresas del extranjero. Se dice que el país nunca podrá desarrollarse si dejamos que las industrias nacionales compitan frente a las extranjeras, pues estas últimas terminarán por “comerse” a las empresas nacionales. De esta manera, si aumentamos el costo de los artículos producidos en el exterior vía impuestos aduaneros, entonces, nuestra novicia industria nacional, presumiblemente más ineficiente al principio, podrá competir eventualmente con la producción proveniente del exterior. El argumento se conoce en el análisis económico como la “protección de la industria naciente”.

Esta excusa en favor del proteccionismo ha sido promovida fundamentalmente por grupos empresariales e industriales, aún cuando en Costa Rica también ha recibido el favor gubernamental, especialmente en la reciente campaña de que “lo nuestro es mejor y es nuestro”. A fin de efectuar un análisis del argumento, voy a utilizar, como ejemplo, una supuesta industria naciente en Costa Rica, digamos la de producción de bolígrafos.

Se supone que la lógica en favor de proteger temporalmente la industria nacional de bolígrafos es que, al ponerse los impuestos a los bolígrafos importados, estos suben su precio y nuestro bolígrafo nacional puede, entonces, competir, aunque a un precio más elevado que el anterior a cualquier impuesto. Así, la protección significa un costo para la comunidad. Sin embargo, se supone que con el tiempo la industria nacional de bolígrafos será eficiente y podrá competir con la industria extranjera a los precios iniciales, por lo cual se eliminaría la protección aduanera y se supone, también, que, al venderse ahora los bolígrafos nacionales a un precio más barato, toda la comunidad se beneficia. Por lo tanto, mientras a corto plazo hay costos, a largo plazo hay beneficios que, supuestamente, compensan esos costos. Luego, la decisión de proteger temporalmente a la industria nacional nueva de bolígrafos aparece como racional.

El argumento anterior es válido sólo si el aumento del beneficio social es mayor que el aumento del beneficio privado como resultado del proteccionismo temporal y sólo sí, además, que la actividad protegida (la industria de bolígrafos) dé un rendimiento mayor que el de otras actividades económicas.
Definamos términos:
Aumento del beneficio social: el incremento en el beneficio para todos los miembros de la sociedad como resultado del aumento de la producción de un producto.

Aumento del beneficio privado: el incremento en el beneficio del productor, como resultado de producir y vender el aumento de la producción.

De lo anterior se deduce que, si un caso como el expuesto produce a la comunidad costarricense un aumento de beneficios por la producción de bolígrafos nacionales, por ser este beneficio mayor que las utilidades que recibe el empresario privado productor, entonces, se reúne una condición necesaria para el argumento a favor del proteccionismo. Esto podría suceder, por ejemplo, si los trabajadores, por medio del aprendizaje en hacer bolígrafos nacionales, aumentan sus beneficios, los cuales exceden y no son percibidos por el productor empresario; entonces, el beneficio social es mayor que el beneficio privado.

Supongamos que lo anterior sucede en el caso de esa imaginaria industria naciente de bolígrafos nacionales. Pero, además, debe darse otra condición que justifique el proteccionismo: que esta actividad de producir bolígrafos nacionales dé un rendimiento mayor que el de otras actividades o empresas. Esto es obvio; si producir cualquier otro bien o producto diera un rendimiento mayor que la industria nacional protegida de bolígrafos, entonces, la eficiencia en la asignación de recursos (que son escasos) dictaría que se produjeran los otros artículos en vez de bolígrafos.

Pero, de nuevo, supongamos que aún este argumento es aplicable a la industria nacional de bolígrafos, cuya protección se busca. Aún así, cabe preguntarse si, llenando esas condiciones de mayor rentabilidad relativa y de beneficio social mayor que el privado, ¿es esto suficiente para justificar la protección o debe el argumento satisfacer otros requisitos?
La respuesta es afirmativa; sí existen otras condiciones necesarias, además de las señaladas, para dar validez al argumento de protección de la industria naciente.
En primer lugar, los beneficios sociales (los de toda la comunidad, no sólo del productor), deben exceder al costo total de los recursos utilizados en la economía para la producción de bolígrafos durante el período de protección temporal. Si no fuese el caso, no convendría brindar protección a la industria de bolígrafos, pues equivaldría a no utilizar eficientemente los recursos.

En segundo lugar, los beneficios privados (los del productor) deben brindar un rendimiento menor que el costo de la inversión de esos recursos. De no ser así, el empresario, como tal, invertiría en la producción de bolígrafos sin necesidad de protección aduanera.

Estas dos restricciones al argumento de la industria naciente son sumamente poderosas, por lo cual, cada vez más, hay serias dudas de si es conveniente o no, económicamente, proteger las llamadas industrias nuevas.
Pero, ¿se puede, además, alegar que el beneficio social es mayor que el privado como justificante de la protección a la industria naciente?

Habíamos dicho que el beneficio social era mayor que el privado si el beneficio a toda la comunidad era mayor que el beneficio que se apropiaba el productor privado. Así, en nuestro ejemplo de la industria nacional protegida de bolígrafos, la protección temporal permite el entrenamiento de trabajadores, los que luego pueden trasladarse a otras industrias y el productor de bolígrafos no podrá, entonces, apropiarse del conocimiento adquirido por sus trabajadores, que han sido beneficiados.

Este problema aparente ha sido resuelto por los profesores Coase, Becker, Cheung y otros, quienes demuestran que, en algunos casos, no es el patrono quien paga el costo correspondiente, sino el trabajador y que, en todo caso, la política apropiada sería subsidiar las actividades de entrenamiento en el trabajo y no la protección de la producción.

Por lo anterior, el argumento de la protección de la industria naciente, tan solicitada en nuestro país por los empresarios y tan aceptada por los políticos, quienes así amplían su esfera de poder, tiene severas limitaciones, no sólo técnicas sino prácticas, por lo cual es necesario plantearse definitivamente la pregunta de si es conveniente insistir en la política de patrocinar industrias ineficientes, que perjudican a los consumidores, quienes tienen que pagar precios más elevados por los productos y seguir observando cómo el gran dispensador de privilegios, el Estado, continúa coaccionando la libertad de empresa, en beneficio de unos pocos, quienes a la larga serán también víctimas del Leviatán.

Elisa
29/03/2012, 15:24
1976-10-27-MILTON FRIEDMAN PREMIO NOBEL DE ECONOMÍA

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MILTON FRIEDMAN, PREMIO NOBEL DE ECONOMÍA

La República, 27 de octubre de 1976. Reproducido en Jorge Corrales Quesada, “Al Bienestar por el Liberalismo”, 1994, p. p. 74-76.

“Los acuerdos económicos juegan un papel dual en la promoción de una sociedad libre. Por un lado, la libertad en los acuerdos económicos es en sí misma un componente de la libertad ampliamente entendida, de manera que la libertad económica es un fin en sí misma. En segundo lugar, la libertad económica es también un medio indispensable para el logro de la libertad política.”

Milton Friedman, Capitalismo y Libertad.
Con un profundo regocijo he recibido la noticia del otorgamiento del Premio Nobel de Economía al Profesor Milton Friedman, de la Universidad de Chicago. Hijo de inmigrantes de la Europa Oriental a los Estados Unidos, Friedman se creó en una típica familia obrera. Realizó estudios de matemáticas en la Universidad Rutgers, en donde, bajo la influencia de Arthur Burns, destacado miembro de la Reserva Federal de los Estados Unidos, sintió las primeras inclinaciones hacia el estudio de la ciencia económica. Posteriormente obtuvo su doctorado en la Universidad de Columbia, poco antes de ingresar al claustro de la Escuela de Economía de la Universidad de Chicago. Es miembro del equipo de investigación de la Oficina Nacional de Investigación Económica de los Estados Unidos y profesor honorario en diversas universidades del mundo; ha sido Presidente de la Asociación Americana de Economistas y de la sociedad liberal Mont Pelerin.

Entre los libros escritos por el profesor Friedman, podemos señalar Capitalismo y Libertad, Ensayos sobre Economía Positiva, Historia Monetaria de los Estados Unidos 1867-1960, Una Teoría sobre la Función Consumo, Estudios sobre la Teoría Cuantitativa del Dinero y muchos otros más. Ha escrito diversos ensayos en múltiples publicaciones de elevado prestigio técnico, tales como el Journal of Political Economy, American Economic Review, Journal of Law and Economics, Economica, Journal of Money, Credit and Banking, entre otras; además, de sus presentes publicaciones en la revista Newsweek. Lo anterior denota, sin duda alguna, no sólo lo prolijo de sus conocimientos técnicos, sino también se acción de presentar al lego en economía, en lenguaje asequible, los conocimientos de su ciencia, por muchos no entendida.

El profesor Friedman es considerado el exponente máximo de la llamada “Escuela de Chicago”, asociada con el pensamiento liberal en los Estados Unidos. La Escuela de Economía de la Universidad de Chicago logró resistir los cantos de sirena del pensamiento Keynesiano, que abogaba por el intervencionismo estatal y un desprecio ̶ más por los seguidores que por el mismo Keynes ̶ al mecanismo de mercado. Hoy día la seriedad científica de la Escuela de Chicago ha permeado diversos medios académicos, tanto en los Estados Unidos, como en el resto del mundo. (Friedman es el economista occidental más leído en Yugoeslavia, se ha comentado).

El profesor Friedman ha recibido el legado de la “Escuela de Chicago”. ¿Cuántas veces nos cita que “tal y tal idea” eran de su predecesor Aaron Director o de Frank Knight o de Henry Simons o de Thorstein Veblen? En muchas ocasiones nos cita su agradecimiento y reconocimiento a sus colegas de Chicago, H. Gregg Lewis, George Stigler, Theodore Schultz, Harry G. Johnson, Oskar Lange, entre muchos otros. Pero Friedman ha hecho de esa herencia la decisión de aumentarla y mejorar su calidad. Ha creado, por sus obras, un lugar propio y destacado en la llamada “Escuela de Chicago” y muy merecidamente es hoy el rector intelectual de ella.

Muchas razones pueden haber determinado la decisión de la Academia Sueca de Ciencias y Artes de otorgar en 1976 el Premio Nobel al profesor Friedman. Tal vez ha sido su enorme contribución científica al estudio de la demanda de dinero y de política monetaria y fiscal, que han logrado restituir la importancia de la política monetaria como estabilizadora de los precios, en contraste con la ideología Keynesiana que buscaba su Deus ex machina en la política de gasto público. Muy probablemente la decisión de la Academia Sueca se basó en los estudios de Friedman sobre los factores que determinan el consumo de las comunidades, que, de nuevo, rescató al pensamiento económico de la influencia Keynesiana, con su hipótesis del ingreso permanente. También el Premio Nobel puede tener su razón de ser en los estudios en los que Friedman defiende que fluctúen los tipos de cambio entre las monedas de los países, en vez de la fijación arbitraria de ellos por parte del Estado.

En todo caso, las facetas de la personalidad del profesor Friedman son muy variadas. Me encanta la humildad genial con que exclama “Creo que nosotros, los economistas de los años recientes, hemos causado un enorme daño ̶ para la sociedad como un todo y para nuestra profesión en particular ̶ al presumir que conocemos más de lo que podemos dar”. Y me emocionan e inspiran sus palabras “El gobierno nunca podrá duplicar a la sociedad y la diversidad de las acciones de los individuos”. Esto es, para quienes creemos, como Friedman, que “el liberalismo tiene que ver con las doctrinas referentes al hombre libre” y concordamos en que nosotros, los liberales, “tomamos la libertad del individuo, o tal vez de nuestra familia, como la meta última al juzgar los acuerdos de la sociedad”.

El premio otorgado al profesor Friedman es motivo de regocijo para aquellos quienes valoramos su labor académica y quienes creemos que no puede haber libertad política sin libertad económica.

Elisa
29/03/2012, 15:25
1976-11-19-IMPUESTOS E INFLACIÓN

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IMPUESTOS E INFLACIÓN

La República, 19 de noviembre de 1976.

Me ha sorprendido la reacción del público frente a la decisión del Gobierno de reducir o eliminar los impuestos de consumo y las sobretasas a la importación de algunos productos. Simplemente, casi no ha existido reacción alguna: esa es mi sorpresa.

Por ello, he decidido comentar algunos aspectos derivados de esta resolución de reducir los impuestos.

En primer lugar, esta medida tiene bastante de “política”. Creo que una de las razones que influyó en esta decisión es el hecho de que existe bastante inconformidad de parte de los consumidores, por los impuestos tan elevados que ha introducido este gobierno y que, debido a las ya relativamente próximas elecciones, se hacía necesario complacer a un electorado que se caracteriza por su muy abierto disgusto.

Por otra parte, las recientes declaraciones de políticos y tecnócratas, justificando la decisión de reducir los impuestos antes mencionados, han puesto en evidencia, una vez más, que la falsificación de hechos, a fin de justificar medidas, es utilizada tan evidentemente sin provocar el más mínimo sonrojo de los que se “desdicen” abiertamente. El lector muy posiblemente recuerda cuando, al poner el Gobierno las nuevas sobretasas cambiarias, se dijo ´públicamente que los grupos que saldrían perjudicados con esta decisión serían los de altos ingresos; los ricos. Pues bien, ahora que se eliminan, entonces, lógicamente, los que se benefician serían los ricos. ¡Pero no, maravillas de la dialéctica, los que, según esos mismos señores del Gobierno, se benefician con la reducción de los impuestos son los grupos de ingresos bajos y medios, no los ricos! ¿En qué quedamos?

Hay más, mucho más, que comentar. Con esta decisión de eliminar o reducir las sobretasas a la importación, se ha logrado probar que el SINDEP, la ANFE y otras organizaciones y personas estábamos en lo correcto, cuando le dijimos al Banco Central que la medida de gravar con más impuestos a las importaciones era totalmente innecesaria, dada la situación económica del país en ese entonces y, en especial, al considerar los tiempos de bonanza futura que se avecinaban con los altos precios del café. Una vez más se comprueba el triunfo del Pobretico sobre Exportico.

Hay una situación que me preocupa bastante: en Costa Rica se presentará una fuerte inflación en los próximos dos años, a no ser que el Estado tome las medidas del caso para contrarrestarla (y no se trata de aplicar el mamarracho de la Ley de Protección al Consumidor, la cual no sirve para nada). Mi predicción es que, con el gran influjo de divisas proveniente del excelente valor del café, se va a generar una fuerte inflación en Costa Rica en un futuro relativamente cercano. En este caso sí se puede argüir que la inflación será, en gran parte y todo lo demás constante, de origen importado. La razón es muy sencilla: el gran influjo de divisas, que se transforma en moneda nacional por medio del sistema bancario, va a aumentar los medios de pago en poder del público, el cual, al tener más dinero del que desea, cambia este dinero por productos y servicios (o sea, compra), elevándose los precios en el proceso. Debe mencionarse en esta oportunidad que ese grave problema fue previsto por don Jaime Solera, quien, ante el ingreso de divisas tan elevado, propuso esencialmente dos cosas: primera, que parte de las divisas no entraran al país por un tiempo, quedando depositadas en el exterior a nombre de sus dueños costarricenses. Esto, desde el punto de vista económico evitaba el grave problema de inflación que va a padecer nuestro país. La segunda propuesta de don Jaime básicamente contempla que los cafetaleros deudores del Sistema Bancario Nacional realizaran cancelaciones a sus deudas y que el Sistema Bancario Nacional retirara crédito del mercado; o sea, que se tomara una política compensatoria por parte del Banco Central del aumento en la cantidad de dinero en la economía nacional. Por supuesto, en esta Jauja nuestra, en lugar de analizar seriamente el proyecto de don Jaime, se prosiguió con la táctica de lavarse las manos (el palanganeo del que habla el amigo DO-RE-MI).

Los economistas progobiernistas van a encontrarse en un dilema: allá por el año 73-74, en que nuestro país sufría de una tremenda inflación, estos señores arguyeron que la inflación era importada, especialmente por el aumento en los precios del petróleo, que se reflejaba en el déficit de la balanza de pagos. Ahora, con la inflación que se avecina, reflejada en un déficit mucho menor o, tal vez, en un superávit de la balanza de pagos (propiamente en la cuenta corriente), estos economistas progobiernistas o tendrán que reconocer que la inflación de principios del 70 tuvo un origen esencialmente interno y que la que viene es importada (como es lo correcto) o bien tendrán que seguir manteniendo que la inflación en la última administración Figueres y principios de la de Oduber, tenía un origen externo y que la que tenemos encima es de origen netamente nacional (con “sello” y demás cosas), O bien, tendrán que contradecirse y mentir. El dilema es interesante y veremos cómo nos bailan ese trompo.

Para terminar, ¿no cree el ciudadano costarricense que es una arbitrariedad que el Poder Ejecutivo aumente o baje los impuestos cuando le viene en gana, sin que la Asamblea Legislativa tenga vela en este entierro? Ojalá que con la constituyente que se plantea, se restituya ese derecho básico de los ciudadanos: todo impuesto y sus cambios deben ser decididos por la Asamblea Legislativa.

Elisa
29/03/2012, 15:27
1977-01-15-TRES TEORÍAS ACERCA DE LA INFLACIÓN

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TRES TEORÍAS ACERCA DE LA INFLACIÓN

La República, 15 de enero de 1977.

Se puede resumir diciendo que en el pensamiento económico existen esencialmente tres grandes corrientes teóricas que buscan explicar el fenómeno de la inflación.

Una de ellas es la llamada fiscalista o razón fiscal, la cual considera que la inflación surge fundamentalmente por un exceso del gasto público sobre los ingresos del fisco; o sea, una política fiscal expansiva, lo cual origina una presión adicional sobre el nivel de la producción, originando, como consecuencia, un alza en los precios. El enfoque anterior explicativo de la inflación es empleado en nuestro país fundamentalmente por organizaciones empresariales, tales como cámaras y otras asociaciones, que usualmente son críticas de una expansión del gasto público, aun cuando esto no necesariamente signifique un incremento neto en la demanda total de la economía.

Otra explicación acerca de la inflación es la llamada presión de los costos, la cual afirma, en general, que ante aumentos autónomos en los salarios debido a presiones sindicales o ante alzas en los precios determinados por ciertas empresas, directamente originan un alza sostenida en los precios; es decir, inflación. Este enfoque es el utilizado en ciertos círculos universitarios (teoría de la dependencia, socialistas, etcétera) y, en algunos casos, por economistas afectos al gobierno (ejemplo: “un alza de salarios mayor que la estimada por el gobierno sería inflacionaria”).

La tercera versión es la llamada escuela monetarista, la cual enfatiza que la razón causal del fenómeno de la inflación es el crecimiento en la cantidad de dinero que excede al aumento de la demanda de dinero en la economía. Los adeptos a la escuela monetarista en Costa Rica pueden encontrarse, en algunos casos, en círculos universitarios, asociaciones liberales y, en otros, como la banca central, así como uno que otro francotirador afecto a los asuntos monetarios. Personalmente, estoy de acuerdo con esta última explicación del fenómeno de la inflación.

Deseo ampliar esta exposición, agregando que el enfoque monetarista destaca que la visión fiscalista tiene validez siempre y cuando el exceso de gasto gubernamental sobre sus ingresos sea financiado por medio de la emisión de dinero (con las famosas letra del tesoro, por ejemplo) y que cualquier otra forma de financiar ese exceso de gastos tan sólo tendrá un efecto temporal o transitorio sobre el nivel general de precios en la economía.

Por otra parte, los monetaristas enfatizan que las presiones de costos no son el factor que causa la inflación, aún cuando son importantes como mecanismo que la transmite.

La diferencia es importante para estar claros en cuanto a ambos enfoques. Para ello veamos un ejemplo y supongamos que los sindicatos se ponen de acuerdo en elevar los salarios; o sea, hay un aumento en los costos. Según el enfoque de la presión de costos, esto sería necesario y suficiente para causar la inflación. Según el enfoque monetarista, la inflación surgiría sí y sólo sí se aumenta la cantidad de dinero en la economía, en tal forma que permite o valida ese aumento en los salarios. Por ello, según los monetaristas, la causa de la inflación no se encuentra en la presión de los sindicatos (aumento de costos) sino en el aumento de la cantidad de dinero y los aumentos de costos son el eslabón vital que luego transmite las presiones inflacionarias por la economía.

Dados los enfoques anteriores, se explica uno las distintas concepciones que se plantean públicamente acerca de cómo resolver nuestros problemas derivados de la inflación.

Elisa
29/03/2012, 15:28
1977-02-12-DE LÓGICA EN POLÍTICA

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DE LÓGICA EN POLÍTICA

La República, 12 de febrero de 1977.

Desde hace días se encuentra definido el panorama para la determinación del candidato de la Unidad Opositora, Por un lado se encuentra don Rodrigo Carazo, que representa a la tendencia Renovación Demócrata Cristiana y, por el otro, don Miguel Barzuna, quien sintetiza al Republicano Calderonista, Unión Nacional, Nacional Independiente y los partidarios del Dr. Trejos Escalante. Ante esta disyuntiva tan clara, se hace indispensable presentar al pueblo costarricense algunas consideraciones políticas que es necesario tomar en cuenta, si se desea que exista la posibilidad de que la Oposición Nacional alcance el pode en 1978.

En el caso eventual de que don Rodrigo Carazo logre triunfar en la convención de marzo, existe una elevada posibilidad de que la oposición se presente dividida frente al Partido Liberación Nacional. Esto resulta evidente si analizamos cuidadosamente las fuerzas políticas que atrae el señor Carazo. Estas esencialmente son de origen liberacionista y, por otra parte, de los restos de la desaparecida Democracia Cristiana (incluso su único ex diputado anda ahora con Garrón). Las fuerzas que en el pasado incorporó el ex presidente Trejos Fernández al Caracismo, se han erosionado totalmente, en especial al haber retirado el señor ex Presidente el apoyo que le diera al señor Carazo en las elecciones pasadas.

Don Rodrigo Carazo arrancó en su campaña de la convención desde hace ya su rato ,lo cual le permite indicar un poco más de fuerza relativa; sin embargo, el electorado oposicionista no ha logrado ver cómo es que el señor Carazo, quien en las elecciones anteriores obtuvo el tercer lugar en los votos de la oposición (el Dr. Trejos Escalante, 225.000 votos, el señor González Martén, 73.000 y el señor Carazo Odio, 62.000 votos), busque de nuevo la candidatura, en tanto que el Dr. Trejos y González Martén la declinaron, habiendo obtenido mayor número de votos en las elecciones de 1974.

Gran parte del electorado de la oposición no está con don Rodrigo Carazo: se destacan dos grupos, el calderonista y el liberal. Estos dos sectores políticos han manifestado esencialmente su apoyo a la precandidatura de don Miguel Barzuna, que parece comprender una gama más extensa del electorado oposicionista.

¿Qué pasaría si ganara la convención de marzo el señor Carazo? Simple y llanamente no creo que la oposición fuera a ir unida frente a Liberación Nacional en 1978. La razón es muy sencilla: el elector calderonista, que forma el eje vital de la unidad opositora, regresaría al Partido Unificación Nacional, con todo y su precandidato don Guillermo Villalobos, determinando, por ende, el fortalecimiento del hoy debilitado Unificación Nacional. Don Guillermo se fortalecería y entonces no se vería forzado a unirse al candidato de la Unidad Opositora ante la alternativa de quedarse con cuatro gatos. Por ello, don Rodrigo Carazo, como candidato de la Unidad Opositora, casi aseguraría el triunfo de Liberación Nacional en 1978 y los liberales no fácilmente darían su apoyo a quien se caracterizó como un ideólogo socialista.

A diferencia, una victoria de don Miguel Barzuna en la convención de marzo significaría dos hechos de trascendencia política enorme para nuestro país. En primer lugar, a corto plazo implica el logro de la unidad de la oposición en las elecciones de 1978. El calderonismo no se iría adonde Villalobos Arce y, más bien, lógicamente, se tendría que incorporar a la unidad de la oposición o padecer de inanición electoral (lo cual don Francisco Calderón no lo va a permitir). Esto sería así por el origen tradicional e histórico calderonista y oposicionista desde hace muchos años de Miguel Barzuna.

En segundo lugar, una victoria de Barzuna, al permitir la aglutinación de los diferentes sectores oposicionistas de Costa Rica, será y debe ser el punto de partida para la formación de un partido político grande y fuerte de los sectores de la oposición, por medio del cual se logra la definición ideológica y las reglas de juego que deban regir en el futuro.

Por lo anterior, públicamente doy mi apoyo a la candidatura del señor Miguel Barzuna, al creer que es él quien pueda permitir la recuperación de la dignidad nacional en una patria de hombres libres.

Elisa
29/03/2012, 15:29
1977-02-25-YO SOY UN TRABAJADOR IGUAL A USTED O LA ACELERACIÓN

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YO SOY UN TRABAJADOR IGUAL A USTED O LA ACELERACIÓN DE UNA IGNOMINIA

La República, 25 de febrero de 1977.

Hace un par de años, escribí un artículo en la muy combativa página 15 de La Nación, el cual encabecé con la primera oración de este título. Esencialmente, dicho trabajo mantenía puntos de vista definitivos sobre el fracaso del Banco Popular en el fomento del ahorro popular y en la utilización del crédito de manera eficiente.

Hoy, casi treinta meses después, continúa el Banco sin satisfacer esas premisas básicas de eficiencia en cualquier tipo de banco, tal como lo puede atestiguar su invariable política acerca de los tipos de intereses que ocasionan una lesión al patrimonio del obrero, quien se encuentra forzado a canalizar sus recursos hacia el mantenimiento de una rampante burocracia. En ese artículo sugerí “que el Instituto de Fomento de Cooperativas sustituya al Banco Popular y que el primero se dedique a la promoción de nuevas cooperativas de ahorro y crédito”. Pues bien, me he enterado que se va a crear un banco de las cooperativas, lo cual da campo a que se lleve a cabo la sustitución del Banco Popular por el Banco Cooperativo. Tal vez no hay mal que dure cien años, pero sí más de dos años y medio: aparentemente el Banco Cooperativo va a ser una nueva institución y el Banco Popular seguirá tan campante como Johnny Walker, con todo y el repudio casi universal de que goza en la comunidad costarricense.

Es más, y a esto que le pongan atención los trabajadores nacionales, parece que no fue suficiente que los ahorros no se devolvieran sino hasta después de muchos meses, sino que ahora algunos de los genios del Banco, ayudados por otros más genios del Partido Oficial, quieren devolver el fruto de nuestros esfuerzos que el Banco nos ha expoliado, tan sólo cuando nos quedemos sin trabajo, incapacitados o muertos.

Creo que se está llegando al extremo. Una vez más el Estado nos quita nuestros ingresos para satisfacer los deseos espurios de una burocracia entronizada en la vida fácil de un banco que nosotros mantenemos. Esto será Jauja para los “dueños” del Banco Popular. De esta forma los “banqueros” de tan desprestigiada institución no tendrán que rendir cuenta a los trabajadores cuando retiremos nuestros depreciados colones, o al menos se evitan tener que mirar en los ojos a los encolerizados obreros que reclaman sus ahorros.

Hablemos claro de una vez por todas. Después de muchos años de vigencia, éste ha mostrado una mediocridad particularmente única. Los trabajadores lo sabemos muy bien.

Que rinda cuenta de todos los usos y fuentes de ingresos; que se integre una junta de liquidación y que se organice la devolución no sólo de nuestros fondos, sino también que se impida que estos señores continúen apropiándose, tal vez hasta de por vida, de parte de nuestros salarios, que bien ganados los tenemos. Terminemos con la coerción y la obligatoriedad en el ahorro que ejerce el Banco Popular. Acabemos con la ineficiencia y la mediocridad. El Banco Popular no sirve más que para desperdiciar nuestros fondos y es el momento de liquidar ese abuso.

Elisa
29/03/2012, 15:30
1977-03-04-EL QUE SE ESTÉ AHOGANDO QUE DÉ PATADAS

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EL QUE SE ESTÉ AHOGANDO, QUE DÉ PATADAS

La República, 04 de marzo de 1977.

El presidente de la Junta Directiva del Banco Popular, Jorge Salazar Solís, no vacila en acusas de reaccionario a aquel que se oponga a los desastres del Banco Popular, tal como lo hace conmigo en un artículo que él publicó en La República del día 27 de febrero último.

Solemnemente, y para complacerlo, me declaro un reaccionario total. La verdad es que sí, he reaccionado y estoy dispuesto a seguir reaccionando, en defensa de los manoseados intereses del trabajador, frente a la ignominiosa pseudo-institución llamada Banco Popular y frente a la conducta réproba de su presidente.

Sí, reacciono con todo mi fervor, cuando, ante las razones que expuse, el “Señor” del Banco Popular no explica nada, sino, más bien, pretende enlodar a quien honor tiene y busca ensuciar a quien no depende del sudor de todos los trabajadores, sino del suyo propio.

Por ello acepto que el señor Salazar me llame reaccionario, ya que reacciono contra la mediocridad, el insulto, la no decencia, la inopia, le incapacidad, la pobreza intelectual y, en este caso, contra la arrogancia ante el trabajador, arrogancia que no oculta el Banco Popular y, destacadamente, su vocero oficial, el ejecutivo Salazar.

Es innegable el desprecio que el trabajador siente por el Banco Popular, algo que pretende ocultar su principal vocero. El trabajador se siente explotado por un “Banco” que, dada su política de intereses, provoca que cualquier inflación se “coma” su ahorro forzoso, compulsivo, obligatorio y, por eso, execrable y odioso.

Si mis ojos no me engañan, las colas que presenta el “Banco”, cada vez que se ve forzado a devolver nuestro dinero, un dinero que ahora pretende dejárselo casi para siempre, no son precisamente de “felices y contentos” trabajadores “agradecidos”, además, con los funcionarios que cuidan celosamente el buen uso de nuestros ahorros.
En mi primer artículo sobre el asunto hace más de dos años, señalé que, ante la inflación, los ahorros de los trabajadores se ven lesionados, pues pierden su valor e indiqué que esos ahorros no están invirtiéndose de manera óptima, puesto que el Banco Popular perjudica a los trabajadores y beneficia a otras personas, que no necesariamente son las mismas. ¿Qué hizo el Banco Popular o, mejor dicho, el ejecutivo Salazar? Insultar, en vez de atender a la lógica: usar un lenguaje vulgar y soez y acudir a argumentos estereotipados, que tanto cansan a los hombres de trabajo. Ahora, de nuevo, el ejecutivo del Banco Popular prefiere adjetivar mi persona con palabras tales como “llamado economista, moderno economista del Siglo XVIII, liberal manchesteriano, de mente oscura, de opaca sombra, confuso mental, defensor de grandes empresarios, escritor a sueldo, menopáusico mental, normado por la ideología del dinero, etcétera”, antes de razonar, cosa que veo en él difícil, sobre el estado decrépito de la institución que él ejecuta.

Algo me explica la conducta del señor Salazar, quien el sábado 12 de febrero, en la inauguración de la Sucursal del Banco en Grecia, se opuso públicamente a la creación del Baco Cooperativo que impulsa el Presidente Oduber, al señalar que su creación sería una afrenta al Banco Popular. Claro, el Presidente de la República después tuvo que indicar que algunos (el señor Salazar) “no han entendido la misión del Banco Cooperativo”, lo que obliga posteriormente a retractarse cariacontecido al señor Salazar.

El problema fundamental es que el Banco Popular no sirve, ni a los trabajadores ni a los empresarios ni al Gobierno, y que más bien se ha convertido en una carga, en un pasivo para la colectividad, independientemente de las posiciones políticas particulares de cada ciudadano, aunque, eso sí, el Banco Popular es el pan de cada día para burócratas como Salazar, quien ahora ve vientos de fronda y no saben qué hacer.

Elisa
29/03/2012, 15:31
1977-04-01-POR UNOS PESOS MÁS

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POR UNOS PESOS MÁS

La República, 01 de abril de 1977.

En un reciente programa de televisión de la serie “Yo Acuso”, dedicado al análisis de la posibilidad de que nuestro país estableciera relaciones diplomáticas con Cuba, el defensor de esta tesis, el Lic. Walter Antillón, manifestó que una de las razones fundamentales para dicho movimiento era el excelente negocio que podía realizarse con Cuba.

Si bien es muy posible que el Lic. Antillón lo único que hizo fue realizar su labor formal de justificar dichas relaciones, sin ser partícipe de las opiniones que él mismo expresó, dado su carácter de simple actor, es necesario indicar el significado que puede tener para nuestra nación basar la decisión de abrir relaciones diplomáticas con Cuba en la bondad del negocio o comercio entre dicha isla y Costa Rica.

Resulta necesario e impostergable recordar algunas cosas de más valor que un posible buen intercambio comercial de parte de Costa Rica, cosas que tal vez son pueriles para algunos mercaderes, como el contraste entre bien y mal, libertad y esclavitud, independencia y colonialismo, democracia y dictadura. Tal vez algunos prefieran las monedas de plata o un becerro de oro a cambio del Divino Maestro o, tal vez, deseen intercambiar hasta su madre por unos humeantes habanos o comerciar las libertades básicas por barricas de sabroso ron cubano. Muchos de ellos no hubieran tenido duda alguna en haber vendido a Hitler hornos modernos, si ello hubiera mejorado nuestra balanza comercial y, en especial, sus bolsillos. Estos mercaderes de nuestros principios harían bien en enviar una delegación comercial nuestra a ofrecerle a Amín nuestros productos, aunque ojalá terminen a fuego lento, que es lo que ellos van a lograr en último caso con los costarricenses libres.

Elisa
30/03/2012, 08:08
1977-06-27-EL SEÑOR ALBERTO MARTÉN Y LAS CAUSAS DE NUESTRO SUBDESARROLLO ECONÓMICO

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EL SEÑOR ALBERTO MARTÉN Y LAS CAUSAS DE NUESTRO SUBDESARROLLO ECONÓMICO-I

La República, 27 de junio de 1977 y básicamente fue publicado como parte de Jorge Corrales Q., Análisis del Plan Martén de Garantías Económicas, San José, Costa Rica: ANFE, Ediciones de ANFE No. 42, 1977.

Los economistas han comentado muy poco acerca del alcance de las ideas expuestas por el Sr. Alberto Martén Chavarría para incorporar un capítulo de garantías económicas en la Constitución de la República. Esta falta de atención creo que ha sido nociva por cuanto ha permitido perdurar una serie de conceptos erróneos y sumamente nocivos para la estabilidad económica del país. Este primer comentario se concentrará en uno de los problemas que tiene el proyecto.

El autor, en un artículo publicado en el periódico La Nación del 5 de diciembre de 1976, nos dice que “la clave financiera que le permitiría a Costa Rica hacer el despegue para salir del subdesarrollo ya ha sido encontrada”. Por otra parte, en La Prensa Libre del 8 de noviembre de 1976, nos indica que los recursos derivados de sus ideas “se emplearían en el desarrollo de los recurso materiales y humanos inexplotados en el país…” y que los factores negativos para llevar a cabo la capitalización universal son “el egoísmo de los ricos, la incomprensión de los pobres, la ignorancia, la pereza y los vicios…”.

Estas citas las he indicado con el fin de demostrar que el señor Martén no se refiere a que el problema del subdesarrollo del país no tiene su origen en la escasez de factores productivos; es decir, la tierra, trabajo y capital, mientras que él parece indicarnos que el problema del subdesarrollo se origina en la escasez de recursos financieros (dinero, medios de pago, capital de trabajo). Tales ideas no son nuevas en Costa Rica (y en el mundo entero). Por ejemplo, el Sr. José Figueres en el últimamente muy poco recordado libro, La Pobreza de las Naciones, enfatiza la necesidad del crédito como factor del desarrollo y dice que “emitir dinero para aprovechar los recursos existentes (capacidad empresarial, trabajadores, materiales), y satisfacer el mercado, es producir más argamasa buena”, (pág. 337; la letra en negrita es mía).

Asimismo, dice que “dentro de una actitud de máximo aprovechamiento de los recursos existentes (empresarios, trabajadores, materiales) nuestro Sistema Bancario Nacional podría, si se lo propusiera, levantar en pocos años los medios necesarios para prestar 3.500 ($525) millones en las condiciones de 1972 y pronto después 5.000 ($750) y más millones cada año. Con este principio se prestó a comienzos del año modelo de 1971, antes de que viniera el ¡acobardamiento!” (pág. 385).

Vale la pena haber escogido las palabras del Sr. Figueres, pues fue la puesta en práctica de sus ideas el factor causante de la gran inflación de principios de la década y, creo que si se llevaran a la realidad las ideas del Sr. Martén, tal vez en la próxima década tengamos una inflación mayor. (Entonces habrá que esperar que no haya nuevas excusas de que la inflación es importada).

El error del Sr. Martén está en considerar que los factores limitantes del desarrollo económico son de origen financiero. En un libro de Antonin Bach, Financing Economic Development, se señala que “En general, ahora se entiende que es mucho más que capital lo que se necesita para iniciar, y para sostener, el desarrollo económico, aunque…

permanece el hecho de que la ausencia de recursos financieros ̶ recursos de capital ̶ representa un obstáculo serio…” Esto nos indica que la escasez de recursos financieros, aunque sí es un factor importante, no es la única causa del subdesarrollo. Sostener lo contrario, como se deduce de las ideas del Sr. Martén, conduce a graves problemas de índole inflacionaria, como probaré en un próximo artículo.

Elisa
30/03/2012, 08:08
1977-07-01-POR QUÉ EL ESQUEMA PROPUESTO POR EL SEÑOR ALBERTO MARTÉN CAUSA UN PROCESO DE INFLACIÓN

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POR QUÉ EL ESQUEMA PROPUESTO POR EL SEÑOR ALBERTO MARTÉN CAUSA UN PROCESO DE INFLACIÓN-II

La República, 01 de julio de 1977 y básicamente fue publicado como parte de Jorge Corrales Q., Análisis del Plan Martén de Garantías Económicas, San José, Costa Rica: ANFE, Ediciones de ANFE No. 42, 1977.

En un artículo anterior señalé el error del señor Martén de suponer que la limitación al desarrollo económico de Costa Rica está en la escasez de recursos financieros.
El Sr. Martén propone una clave financiera que ha denominado “capitalización fluida”, la cual consiste esencialmente, según nos lo dice en La Nación del 5 de diciembre de 1976, en lo siguiente: “es una técnica financiera que… permite asociar a muchas empresas en un solo consorcio financiero, sumando sus activos como capital de trabajo de la nueva entidad, sin quitar… a las empresas componentes, la propiedad y el uso irrestricto de sus activos, ni refundirlas, ni absorberlas”. (La letra en negrita es mía).

En primer lugar, si el problema fuera la escasez de capital de trabajo de las empresas, entonces, una forma sencilla y rápida de darle recursos a esas empresas sería que el Estado (por medio del Banco Central) simplemente emitiera dinero y se lo prestara a las empresas. Ese incremento de capital de trabajo sería, según las limitaciones indicadas por el Sr. Martén, necesario y suficiente para el incremento de utilidades de las empresas, la que podrían así repagar esos fondos. (El espíritu de La Pobreza de las Naciones recorre Costa Rica). O bien ̶ cabría preguntar ̶ ¿por qué no hacer una donación de dinero (cuesta muy poco imprimirlo) a las empresas para que éstas, al demandar trabajo y aumentar la producción, pagaran con creces ese favor a la sociedad? Obviamente, la inflación se haría presente y el problema sería peor. La falla en el esquema del Sr. Martén, en este aspecto, consiste en la confusión básica entre el concepto de flujo y de stock o existencia.

¿Qué es un flujo? En Economía, el flujo es algo definido por un período o unidad de tiempo. Por ejemplo, el ingreso, los salarios, los intereses; todos participan de la dimensión tiempo; es decir, se definen por semanas, por mes o por años; o sea, a través del tiempo. Por otra parte, ¿qué es stock o existencia? En Economía es la cantidad de algo en un punto en el tiempo. Los stocks o existencias están definidos independientemente del factor tiempo, aunque sí en un momento dado en el tiempo; por ejemplo, los inventarios, el saldo de una cuenta de cheques en un banco, el equipo de una fábrica.

Muchos errores se cometen en Economía al no distinguir entre flujo y stock. El Sr. Martén presenta un ejemplo de dicha confusión al considerar que, por la adición de stocks o existencias (“sumando sus activos como capital de trabajo”), que no tienen la dimensión tiempo, es posible lograr esa capitalización fluida o capital de trabajo, que es un flujo; o sea, que tiene la dimensión tiempo.

Este error no es nuevo. En un contexto casi idéntico, John Law, un economista escocés, logró interesar al Gobierno francés a que emitiera dinero (ese capital de trabajo del que nos habla el Sr. Martén), dando como garantía todas las tierras de Francia (esa suma de activos de la que nos habla el Sr. Martén). La síntesis de esta historia fue que se dio una de las inflaciones más desastrosas que ha sufrido Francia. Esto era inevitable, ya que hubo un crecimiento exagerado de los medios de pago. Algo igual es lo que resultaría de las ideas del Sr. Martén; específicamente, la emisión de dinero, que Law creyó evitar con la garantía de la tierra y el Sr. Martén con la agregación de activos de las empresas.

Creo que el plan propuesto por el Sr. Martén, entre otras cosas, falla en dos aspectos: un diagnóstico errado de los factores causales del subdesarrollo, que atribuye la causa a la ausencia de liquidez financiera. En segundo lugar, falla en su mecanismo de capitalización fluida, al confundir flujo con stock, con la consecuencia de que lo único que va a originar es un exceso de oferta de dinero y, por ello, la inflación.

Elisa
30/03/2012, 08:09
1977-07-08-CÓMO LA PROPUESTA DE DON ALBERTO MARTÉN PUEDE ACABAR CON LA PROPIEDA PRIVADA

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CÓMO LA PROPUESTA DE DON ALBERTO MARTÉN PUEDE ACABAR CON LA PROPIEDA PRIVADA-III

La República, 08 de julio de 1977 y básicamente fue publicado como parte de Jorge Corrales Q., Análisis del Plan Martén de Garantías Económicas, San José, Costa Rica: ANFE, Ediciones de ANFE No. 42, 1977.

Una preocupación intensa que se deduce de la propuesta de garantías económicas a nivel constitucional de don Alberto Martén, es la búsqueda de una distribución del ingreso “justa”.

La forma como el proyecto de don Alberto lograría una distribución del ingreso es por medio de un mecanismo llamado cuota de capitalización laboral, la que, según el autor, no va a afectar los costos de producción. En el artículo 3º de su proyecto se lee “la cuota de capitalización laboral… procede de una redistribución equitativa del superávit nacional compuesto por todas las rentas patrimoniales en cuanto sobrepasan los niveles vitales y desarrollistas de sus beneficiados”. Esta afirmación es sumamente interesante, puesto que se muestra, en un expresión clara, el concepto de superávit que tiene el autor.

Según los conceptos estandarizados de contabilidad nacional, el ingreso nacional es el total de ingresos que se adscriben a los factores productivos empleados en la producción en un país en un momento dado. Está formado por salarios, rentas, intereses y utilidades.

Por otra parte, el Sr. Martén define al superávit nacional como las rentas, los intereses, las utilidades y la cuota de participación laboral. Es decir, el superávit nacional viene a ser el pago de todos los factores productivos (ingreso nacional) menos los salarios.

De ahí que, según se lee en el artículo 3º arriba citado, todos los ingresos del país, excepto los salarios, forman el superávit nacional, que será distribuido equitativamente, según el Sr. Martén, por medio de la cuota de capitalización laboral.

Ahora bien, ¿qué fija esa cuota de capitalización laboral? Tal como dice el autor, esa cuota se fija una vez que estén satisfechos “los niveles vitales y desarrollistas de los beneficiarios” de las rentas patrimoniales.

Pero, ¿quién va a fijar o a determinar cuál es el límite vital o desarrollista de las personas? ¿Acaso el Sr. Martén, quien está creando la dictadura? Tal vez sí, aunque recordamos lamentablemente lo que muchos dictadores han ordenado: “la posesión de rentas patrimoniales no exime la obligación de trabajar.” (Artículo 5º del proyecto).
Esta es la trama: “todo el mundo” (¡cuánto costó que desapareciera la esclavitud!) tiene que trabajar y los salarios; o sea, los ingresos por el trabajo, pueden perfectamente, según el Sr. Martén o un dictador de turno o un apasionado de la teoría del valor trabajo, constituir un ingreso suficiente para satisfacer esos “niveles vitales y desarrollistas” de que nos habla el autor.

En resumen, al obligar a “todo el mundo” a trabajar, según lo propuesto por el Sr. Martén, todos se convierten en asalariados y, por otra parte, si a alguien se le ocurre definir que él salario es suficiente para “vivir”, entonces, siguiendo el esquema del Sr. Martén, todos los demás ingresos podrían ser distribuidos como parte del superávit nacional, por medio de la cuota de capitalización laboral.

A través de este mecanismo, entonces, se puede ser capaz de destruir la propiedad privada, pues, en esencia, su disfrute; o sea, el rendimiento que da pasará a formar parte de un fondo común para ser distribuido entre todos. Esta especie de socialismo utópico quedó descartada desde hace mucho tiempo, no sólo desde el punto de vista ético, sino especialmente porque los pueblos aún desean mantener el disfrute de la propiedad privada, tal vez en gran parte debido a que ven en ella un excelente mecanismo para el logro de la eficiencia económica y, por ende, para aumentar el bienestar de los pueblos.

En un próximo artículo intentaré molestar al ya paciente lector, introduciendo en la discusión un añejo concepto que don Alberto aún utiliza (y muy frecuentemente): la teoría del valor trabajo.

Elisa
30/03/2012, 08:14
1977-07-21-MÁS SOBRE DON ALBERTO MARTÉN Y LA TEORÍA DEL VALOR TRABAJO

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MÁS SOBRE DON ALBERTO MARTÉN Y LA TEORÍA DEL VALOR TRABAJO-V

La República, 21 de julio de 1977 y básicamente fue publicado como parte de Jorge Corrales Q., Análisis del Plan Martén de Garantías Económicas, San José, Costa Rica: ANFE, Ediciones de ANFE No. 42, 1977.

Dado que el Sr. Alberto Martén fundamenta su propuesta de garantías económicas en la teoría del valor trabajo, es deseable repasar las objeciones de que es objeto dicho concepto sobre lo que determina el valor de los bienes y servicios en la economía.

De forma muy concreta, esta teoría del valor trabajo dice que lo que determina el valor de un artículo, es la cantidad de trabajo necesario para su producción en una sociedad dada. “El valor de una mercancía es al valor de cualquier otra lo que el tiempo de trabajo necesario para la producción de una es al tiempo de trabajo necesario para la producción de la otra”, nos dice Marx en el tomo I de El Capital.

Dicha teoría goza del descrédito por varias razones, las cuales intentaré resumir y cuya argumentación ya ha sido esbozada en aquella obra cumbre de Eugene von Böhm-Bawerk, La Teoría de la Explotación.

La primera falla en la tesis de que el valor es exclusivamente determinado por el trabajo, consiste en ignorar la participación que tiene la naturaleza en la producción de bienes. La teoría del valor trabajo no explica por qué, por ejemplo, un café de altura vale más que un café de bajura, aún cuando el trabajo en ambos casos sea utilizado en igual cantidad en dicho productos, debiéndose su diferencia en el valor exclusivamente a factores naturales climáticos.

El segundo error básico de la teoría del valor trabajo está en las consecuencias que de ella se deriva: que el obrero debe recibir la remuneración integral de su trabajo, ya sea que lo reciba ahora, en este momento, o en el futuro, cuando el producto esté totalmente creado. Sin embargo, el obrero generalmente no espera a que el producto esté concluido para recibir su remuneración (especialmente en sociedades complejas de producción con intensa división del trabajo). Es bien conocido, aceptado y difundido, el hecho de que la remuneración hoy, en el presente, tiene más valor que si esa remuneración se recibiera en el futuro. (¿Usted que prefiere, ¢1.000 hoy o ¢1.000 dentro de 50 años?). Pues bien, la tesis del valor trabajo haría ilógico e inadmisible que el obrero tenga derecho a recibir hoy y ahora el valor del producto que estaría listo posteriormente, en el futuro.

En el mundo económico de esta época, en realidad el obrero recibe un adelanto, en un momento anterior, de lo que le correspondería recibir en el futuro. Dice Böhm-Bäwerk: “Mientras la suma total de los salarios pagados a plazo no sea inferior al valor final del producto terminado en más que la parte necesaria para compensar la diferencia de valor entre los bienes presentes y futuros… no puede decirse que los obreros salgan defraudados en cuanto a su derecho a percibir el valor íntegro, aunque tomando como base la valoración del momento en que se recibe el salario.” (Op. Cit., p. p. 119-120). Por lo tanto, no podemos aceptar la tesis de que el obrero reciba ahora el valor total de lo que su producto valdrá en el futuro. Al adelantársele el salario, en realidad se le está dando lo correspondiente al valor actual y no al valor futuro de los bienes, por lo cual debe darse esta recalificación a la teoría del valor trabajo.

El tercer error fundamental de la teoría del valor trabajo es que el valor no depende exclusivamente del trabajo (como, por ejemplo, lo postula el Sr. Martén). Aún en el caso de que dos mercancías hubiesen costado una misma cantidad de trabajo, aquella que requiere de más capital o tiempo, tendrá un mayor valor. De nuevo me refiero a Böhm-Bäwerk: “aquellas mercancías en cuya producción se invierte mucho capital fijo… o en que el período de rotación después del cual refluye al empresario el capital fluido es largo, tienen mayor valor de cambio que aquellas en las que, aun habiendo costado la misma cantidad de trabajo, no se dan las circunstancias señaladas o se dan en un grado inferior…”. (Op. Cit., p. p. 122-123). No está de más citar el ejemplo del texto elemental de Economía: un vino viejo, guardado en una bodega, al cual no se le agrega ningún trabajo adicional, tiene mayor valor que un vino nuevo, cuyo trabajo incorporado sea igual que el del vino viejo (o un queso añejado o un árbol centenario en un bosque, son otros ejemplos). Pero, en realidad, esto surge por la existencia del interés: precisamente la diferencia de valor de cambio de dos bienes, que cuestan la misma cantidad de trabajo, pero en el cual uno de ellos requiere de un plazo mayor de preparación, constituye la fuente de la cual surge el interés.

Creo que, por el momento, bastarán estos tres argumentos contra la teoría del valor trabajo, para que don Alberto decida corregir sus erradas afirmaciones de que “el trabajo es la casusa del valor” y que “el trabajo es la única fuente de valor y riqueza”.

El valor está esencialmente determinado tanto por el costo como por la utilidad específica que tiene un artículo en un momento dado para el usuario. Permítaseme citar la célebre expresión del Profesor Wilhelm Röpke en su libro Introducción a la Economía Política, “Un traje no vale ocho veces más que un sombrero porque representa ocho veces más el trabajo (relación est última que se mantiene con independencia del valor del sombrero y del trabajo), sino porque la sociedad está dispuesta a invertir ocho veces más trabajo en el traje, porque luego, una vez terminado, valdrá ocho veces más que un sombrero”. (OP. Cit., p. 34).
Creo que esta cita es un excelente epitafio en la tumba de la teoría del valor trabajo.

Elisa
30/03/2012, 08:16
1977-07-21-MÁS SOBRE DON ALBERTO MARTÉN Y LA TEORÍA DEL VALOR TRBAJO

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MÁS SOBRE DON ALBERTO MARTÉN Y LA TEORÍA DEL VALOR TRABAJO-V

La República, 21 de julio de 1977 y básicamente fue publicado como parte de Jorge Corrales Q., Análisis del Plan Martén de Garantías Económicas, San José, Costa Rica: ANFE, Ediciones de ANFE No. 42, 1977.

Dado que el Sr. Alberto Martén fundamenta su propuesta de garantías económicas en la teoría del valor trabajo, es deseable repasar las objeciones de que es objeto dicho concepto sobre lo que determina el valor de los bienes y servicios en la economía.

De forma muy concreta, esta teoría del valor trabajo dice que lo que determina el valor de un artículo, es la cantidad de trabajo necesario para su producción en una sociedad dada. “El valor de una mercancía es al valor de cualquier otra lo que el tiempo de trabajo necesario para la producción de una es al tiempo de trabajo necesario para la producción de la otra”, nos dice Marx en el tomo I de El Capital.

Dicha teoría goza del descrédito por varias razones, las cuales intentaré resumir y cuya argumentación ya ha sido esbozada en aquella obra cumbre de Eugene von Böhm-Bawerk, La Teoría de la Explotación.

La primera falla en la tesis de que el valor es exclusivamente determinado por el trabajo, consiste en ignorar la participación que tiene la naturaleza en la producción de bienes. La teoría del valor trabajo no explica por qué, por ejemplo, un café de altura vale más que un café de bajura, aún cuando el trabajo en ambos casos sea utilizado en igual cantidad en dicho productos, debiéndose su diferencia en el valor exclusivamente a factores naturales climáticos.

El segundo error básico de la teoría del valor trabajo está en las consecuencias que de ella se deriva: que el obrero debe recibir la remuneración integral de su trabajo, ya sea que lo reciba ahora, en este momento, o en el futuro, cuando el producto esté totalmente creado. Sin embargo, el obrero generalmente no espera a que el producto esté concluido para recibir su remuneración (especialmente en sociedades complejas de producción con intensa división del trabajo). Es bien conocido, aceptado y difundido, el hecho de que la remuneración hoy, en el presente, tiene más valor que si esa remuneración se recibiera en el futuro. (¿Usted que prefiere, ¢1.000 hoy o ¢1.000 dentro de 50 años?). Pues bien, la tesis del valor trabajo haría ilógico e inadmisible que el obrero tenga derecho a recibir hoy y ahora el valor del producto que estaría listo posteriormente, en el futuro.

En el mundo económico de esta época, en realidad el obrero recibe un adelanto, en un momento anterior, de lo que le correspondería recibir en el futuro. Dice Böhm-Bäwerk: “Mientras la suma total de los salarios pagados a plazo no sea inferior al valor final del producto terminado en más que la parte necesaria para compensar la diferencia de valor entre los bienes presentes y futuros… no puede decirse que los obreros salgan defraudados en cuanto a su derecho a percibir el valor íntegro, aunque tomando como base la valoración del momento en que se recibe el salario.” (Op. Cit., p. p. 119-120). Por lo tanto, no podemos aceptar la tesis de que el obrero reciba ahora el valor total de lo que su producto valdrá en el futuro. Al adelantársele el salario, en realidad se le está dando lo correspondiente al valor actual y no al valor futuro de los bienes, por lo cual debe darse esta recalificación a la teoría del valor trabajo.

El tercer error fundamental de la teoría del valor trabajo es que el valor no depende exclusivamente del trabajo (como, por ejemplo, lo postula el Sr. Martén). Aún en el caso de que dos mercancías hubiesen costado una misma cantidad de trabajo, aquella que requiere de más capital o tiempo, tendrá un mayor valor. De nuevo me refiero a Böhm-Bäwerk: “aquellas mercancías en cuya producción se invierte mucho capital fijo… o en que el período de rotación después del cual refluye al empresario el capital fluido es largo, tienen mayor valor de cambio que aquellas en las que, aun habiendo costado la misma cantidad de trabajo, no se dan las circunstancias señaladas o se dan en un grado inferior…”. (Op. Cit., p. p. 122-123). No está de más citar el ejemplo del texto elemental de Economía: un vino viejo, guardado en una bodega, al cual no se le agrega ningún trabajo adicional, tiene mayor valor que un vino nuevo, cuyo trabajo incorporado sea igual que el del vino viejo (o un queso añejado o un árbol centenario en un bosque, son otros ejemplos). Pero, en realidad, esto surge por la existencia del interés: precisamente la diferencia de valor de cambio de dos bienes, que cuestan la misma cantidad de trabajo, pero en el cual uno de ellos requiere de un plazo mayor de preparación, constituye la fuente de la cual surge el interés.

Creo que, por el momento, bastarán estos tres argumentos contra la teoría del valor trabajo, para que don Alberto decida corregir sus erradas afirmaciones de que “el trabajo es la casusa del valor” y que “el trabajo es la única fuente de valor y riqueza”.

El valor está esencialmente determinado tanto por el costo como por la utilidad específica que tiene un artículo en un momento dado para el usuario. Permítaseme citar la célebre expresión del Profesor Wilhelm Röpke en su libro Introducción a la Economía Política, “Un traje no vale ocho veces más que un sombrero porque representa ocho veces más el trabajo (relación est última que se mantiene con independencia del valor del sombrero y del trabajo), sino porque la sociedad está dispuesta a invertir ocho veces más trabajo en el traje, porque luego, una vez terminado, valdrá ocho veces más que un sombrero”. (OP. Cit., p. 34).
Creo que esta cita es un excelente epitafio en la tumba de la teoría del valor trabajo.

Elisa
30/03/2012, 08:17
1977-07-26-DON ALBERTO MARTÉN Y EL COMERCIO INTERNACIONAL

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DON ALBERTO MARTÉN Y EL COMERCIO INTERNACIONAL-VI

La República, 26 de julio de 1977 y básicamente fue publicado como parte de Jorge Corrales Q., Análisis del Plan Martén de Garantías Económicas, San José, Costa Rica: ANFE, Ediciones de ANFE No. 42, 1977.

Dentro del proyecto de garantías económicas a nivel constitucional que propone el señor Alberto Martén, encontramos diversas referencias a aspectos del comercio exterior. Específicamente, su artículo 18 dice: “El desarrollo de la economía nacional se basa en la cooperación internacional por medio del proteccionismo paralelo coadyuvante…”. (Las palabra en negrita son mías).

La expresión “proteccionismo paralelo coadyuvante” preocupó a este economista tradicional, pero, vaya, al fin y al cabo, en este último gobierno en que ha abundado la confusión en la semántica ̶ “derecho” es un impuesto; “sobretasas cambiarias” son las tarifas; “desestabilizar” todavía no se sabe qué es, y así por el estilo ̶ me he convertido en un benevolente y pasivo aceptante de la nueva terminología que usa don Alberto.

Con esta actitud pretendí encontrar en La Nación del día 20 de febrero de 1977, una explicación del concepto de don Alberto antes citado, pero esto es lo que dice “… (el) proteccionismo paralelo coadyuvante que destierra la guerra de tarifas y el cierre de mercado, sustituyéndolos por incentivos simultáneos que construyan paralelamente la economía de las naciones, aprovechando las ventajas comparativas de su industria y de su agricultura y los diferentes niveles de desarrollo en que se encuentran”. (La letra en negrita es mía). Lo anterior pone en claro que habrá, además de las razones tradicionales en favor del comercio internacional, basadas en las ventajas comparativas, un mecanismo de incentivos simultáneos, que posteriormente resume como una conveniencia que los extranjeros paguen más por nuestros productos (“hubiera sido fácil convencer hasta la más cerrada de las Maggies de que le convenía sobremanera pagar un poco más por la libra de café).

El autor lo que propone esencialmente es incorporar un mecanismo adicional al de la oferta y la demanda internacional para la realización del comercio entre países. Por supuesto que la teoría del comercio internacional no excluye los esquemas de ayuda externa, pues eso, en síntesis, es lo que propone el señor Martén: la interrelación entre la demanda nuestra por los productos externos y la demanda de los extranjeros por nuestra producción, de la que nos habla don Alberto, está presente en cualquier análisis elemental del comercio internacional y de ahí que el confuso concepto de “proteccionismo paralelo coadyuvante” no sea necesario como categoría definitoria en Economía, a no ser que con él se quiera definir la institucionalización de la caridad o la bondad internacional, que es lo que parece desprenderse de este esquema de comercio exterior. En síntesis, en el aspecto de las relaciones comerciales entre naciones, las propuestas del señor Martén no agregan nada nuevo.
En un próximo artículo haré un análisis de la expresión "social” que presenta el señor Martén en su proyecto de garantías económicas.

Elisa
30/03/2012, 08:20
1977-08-05-LO SOCIAL EN EL PLAN DE DON ALBERTO MARTÉN

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LO “SOCIAL” EN EL PLAN DE DON ALBERTO MARTÉN-VII

La República, 05 de agosto de 1977 y básicamente fue publicado como parte de Jorge Corrales Q., Análisis del Plan Martén de Garantías Económicas, San José, Costa Rica: ANFE, Ediciones de ANFE No. 42, 1977.

Don Alberto Martén, al igual que el Partido Liberación Nacional, emplea en su proyecto de garantías económicas a nivel constitucional, el término “justicia social”. Así, leemos en dicho proyecto, en su artículo 10, que “La empresa es la asociación eficaz de capital y el trabajo en una institución ético-económica libre y competitiva dedicada a la producción y movilización de la riqueza, conforme a normas de eficiencia y justicia social”. (La letra en negrita es mía). Igualmente en La Nación del 20 de febrero de 1977, el señor Martén escribe: “Para los fines del desarrollo económico y la justicia social…”. En ambos casos aparece ese término de “justicia social”, que es lugar común, y se ha desprestigiado, aunque tiene mucho arraigo electoral entre los demagogos usuales de nuestra política.

En un artículo que escribí hace bastante tiempo en La Nación del 2 de setiembre de 1974, titulado “Con Sólo que Diga Social es Bueno”, señalé que “El pueblo costarricense sabe que el mero hecho de llamar “social” a algún proyecto no lo va a convertir en algo necesariamente bueno” y señalaba, refiriéndome a varios casos de proposiciones específicas, que “no hay en ellas análisis, ni seriedad y sólo unas frases sin contenido, que nos hablan de lo ‘social’, pero sin darnos realmente las explicaciones del proyecto”.

Cuando el señor Martén habla de justicia social, acude a memoria un libro reciente del Premio Nobel de Economía, Friedrich Hayek, Democracia, Justicia y Socialismo, quien dedica un capítulo al estudio del “Atavismo de la Justicia Social” y, según su confesión, el descubrimiento del “significado de lo que llaman ‘justicia social’ ha constituido una de sus grandes preocupaciones en los últimos años”, llegando a la conclusión de que “referida a una sociedad de hombres libres, la expresión carece de sentido” (página 37). Otro Premio Nobel de Economía, Milton Friedman, refiriéndose al tema de la responsabilidad social de las empresas ̶ la empresa, según el señor Martén, tiene entre sus funciones la “justicia social” ̶ en una entrevista de la publicación Business and Society Review en la primavera de 1972, señaló lo siguiente: “En primer lugar, las únicas entidades que pueden tener responsabilidades son los individuos; una empresa no puede tener responsabilidades. Así que la pregunta es: ¿Tienen responsabilidades los ejecutivos de las empresas provisto que ellos están dentro de la ley, en sus actividades empresariales distintas de las de obtener el máximo dinero posible para los accionistas? Y mi respuesta a ello es, no, no la tienen”.

Imagínese al ejecutivo de una empresa que dice: “Yo tengo responsabilidades más allá de la de obtener utilidades”. Si él siente que tiene tales responsabilidades, él va a gastar el dinero en una forma que no es del interés de los accionistas. ¿De dónde obtiene ese dinero? Tal vez de los empleados de la compañía. Si él puede pagar salarios menores que los que tendría que pagar, tendrá algún dinero extra para gastar. O puede provenir de los clientes de la compañía. La pegunta crucial es ¿qué derecho tiene el ejecutivo para gastar la plata de sus accionistas? ¿De gastar la plata de sus empleados o el dinero de sus clientes? ¿Quién le dio el derecho de decidir cuánto del dinero de ellos debería ser gastado? Si los ejecutivos “socialmente responsables” se detienen a pensar por un momento, ellos reconocerían que en efecto están actuando “irresponsablemente”.

Ojalá que las citas de autores tan destacados como Hayek y Friedman, nos hagan meditar sobre lo fútil que resulta el término compuesto “justicia social”. Solicito la venid del lector par citar una vez más a Hayek, de su libro Law, Legislation and Liberty, tomo I: “Esta búsqueda de ‘justicia social’ hizo necesario para los gobiernos tratar al ciudadano y su propiedad como un objeto de administración, con la meta de obtener resultados particulares para grupos particulares… tales esfuerzos hacia una ‘socialización’ de la ley han estado tomando lugar en la mayoría de los países occidentales y ha avanzado mucho en destruir el atributo característico de las reglas universales de la conducta, la igualdad de todos bajo la mismas reglas”. Lo lamentable de todo esto es que el proyecto del Lic. Martén contribuye a la extensión de esta Sozialpolitik que cada vez más cercena las libertades de las personas a cambio del avance del poder del Estado.

Si bien el proyecto del Lic. Martén podría ser objeto de muchos otros comentarios, deseo escribir tan sólo un artículo adicional, en que haré un resumen de mi serie de comentarios.

Elisa
30/03/2012, 08:21
1977-08-11-RESUMEN DE MIS COMENTARIOS A LA PROPUESTA DE DON ALBERTO MARTÉN

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RESUMEN DE MIS COMENTARIOS A LA PROPUESTA DE REFORMA CONSTITUCIONAL DEL SEÑOR ALBERTO MARTÉN-VIII

La República, 11 de agosto de 1977 y básicamente fue publicado como parte de Jorge Corrales Q., Análisis del Plan Martén de Garantías Económicas, San José, Costa Rica: ANFE, Ediciones de ANFE No. 42, 1977.

Después de haber publicado siete artículos en el periódico La República en relación con la propuesta del señor Alberto Martén para incorporar a la Constitución Política un capítulo de Garantías Económicas, creo que es necesario que haga un resumen de la objeciones que plantee a dicho proyecto, con el fin de facilitar al lector un análisis general.
Primera: el señor Martén en su proyecto de garantías económicas dice que las limitaciones al desarrollo económico de Costa Rica son de índole financiera, descuidando, o más bien ignorando, que los elementos limitantes deben ser buscados en factores reales, tales como escasez de tierra, trabajo, capital y tecnología.

Segunda: el señor Martén confunde las magnitudes económicas de existencia y flujo, por lo cual, al igual que sucedió con la puesta en práctica de las ideas de John Law en le Francia del siglo XVIII, la aplicación de las ideas del señor Martén va a originar un aumento de las existencias de dinero en la economía, con la consecuente inflación.
Tercera: el concepto redistributivo del señor Martén, incorporando a la denominada cuota de capitalización laboral, en conjunto con el llamado superávit nacional del autor, puede perfectamente conducir a la eliminación del disfrute de la propiedad privada.

Cuarta: El autor del proyecto, señor Martén, sostiene la tesis obsoleta de que el valor está determinado exclusivamente por el trabajo; pero, extraña e ilógicamente, no postula una teoría de la explotación.

Quinta: Aparte de la incorporación de un término exótico “proteccionismo paralelo coadyuvante”, las teorías del señor Martén sobre el comercio internacional se reducen a un deseo manifiesto de que, por su buena voluntad, los extranjeros estarían dispuestos a subsidiar con precios más elevados a nuestros productos de exportación.

Sexta: Una vez más se abusa del término social (justicia social, por ejemplo), sin que por algún lado aparezca definido, lo que causa la impresión de que se ha utilizado dicho término más bien para promover un producto lógicamente defectuoso, que para iluminar a nosotros los ignorantes de los temas tratados en el proyecto del señor Martén.

Creo que estas seis conclusiones básicas acerca del plan constitucional del señor Martén, resumen claramente mi deseo de que dicho proyecto sea olvidado, tal como está planteado, pues sufre de serios defectos lógicos, presenta desconocimientos elementales de temas de inmensa complejidad en el ramo de la economía, repite errores que la Historia ha registrado y provoca confusión innecesaria entre, al menos, algunos economistas.

Elisa
30/03/2012, 08:22
1977-10-07-EL IMPUESTO NEGATIVO AL INGRESO Y EL PROBLEMA DE LA POBREZA

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EL IMPUESTO NEGATIVO AL INGRESO Y EL PROBLEMA DE LA POBREZA

La República, 07 de octubre de 1977.

Es frecuente que en Costa Rica, al igual que en todo el mundo, surjan pensadores que expresan su preocupación y, a la vez, posibles soluciones al problema de la pobreza.

El señor Alberto Martén, si bien equivocadamente, ha propuesto un plan de garantías económicas para eliminar la pobreza en Costa Rica. El señor José Figueres, lamentablemente en su libro La Pobreza de las Naciones, propuso una serie de recetas para sacarnos de la pobreza y, más bien, su esquema nos sumió en una miseria mayor ante la inflación que de sus ideas se derivó y la consiguiente reducción en los ingreso reales de las familias. El doctor Oscar Arias, como fuente intermitente, nos conduce a meditar sobre el problema de la pobreza y tal cosa la logró mediante un artículo recientemente publicado en el periódico La Nación. Deseo destacar que, si bien el doctor Oscar Arias aprovecha la oportunidad para clasificarse dentro del pensamiento social-demócrata en el tema de la pobreza y su posible solución, en realidad él enfatiza la receta liberal de frugalidad y esfuerzo para generar riqueza, antes que la repartición de miseria, que usualmente pretende el adicto al estado paternalista. Cada vez me convence más, como posiblemente correcta, la impresión de don Constantino Láscaris, de que don Oscar Arias es, actualmente, uno de los destacados pensadores liberales de Costa Rica.

Quiero aprovechar la oportunidad de presentar a los apreciados lectores una serie de reflexiones, a título personal, sobre las medidas tendentes a resolver la pobreza existente en Costa Rica, así como brindar una exposición sobre el plan llamado de impuesto negativo al ingreso, el cual ha recibido el beneplácito de muchos académicos en el campo de la Economía.
En Costa Rica se ha opinado que los salarios mínimos a los agricultores, la vivienda popular por medio del INVU y del IMAS, los bajos costos que paga el estudiante en las universidades y el INA, los programas del Seguro Social y muchos otros de menor importancia cualitativa y cuantitativa; todo esto, se ha opinado, tiene su razón de ser en la solución o mitigación de la pobreza que resultaría alternativamente de la libre elección en el mercado

Hasta el momento no conozco en Costa Rica alguna evaluación del efecto redistributivo que tienen estos programas gubernamentales. Es más, programas similares en naciones más desarrolladas, como en los Estados Unidos, han mostrado, por el contrario, que sus resultados han sido lo opuesto de lo que se pretendía: ¡se ha redistribuido el ingreso de los más pobres hacia los menos pobres! El mismo Presidente Carter, durante su campaña principal, al igual Ford, Reagan y Wallace, enfatizó su decisión de transformar radicalmente los esquemas de solución a la pobreza en los Estados Unidos. En el lenguaje popular se habla en ese país del “welfare mess” (el desastre del programa de bienestar o del “fracaso del programa”).

Creo que es indispensable que en Costa Rica se realice una evaluación de todos estos esquemas redistributivos y ver si efectivamente contribuyen a la solución de la miseria o, más bien, si imponen un costo a la sociedad que más que compensa los beneficios o que, del todo, el resultado más probable sea una redistribución menos igualitaria que la existente previa a los programas.

Quiero señalar, como un ejemplo, al salario mínimo, cuya existencia creo que perjudica directamente a aquellos quienes pretende beneficiar: los obreros. Más de uno se sorprenderá por esta afirmación, pero el economista sabe que, si el salario que fija la ley es superior a aquel que resultaría de la libre oferta y demanda, entonces, esto va a originar desempleo. Esto me trae un recuerdo de mi corta carrera profesional, cuando me opuse denodadamente a que se pusiera un impuesto a la planilla para las asignaciones familiares, ya que, aún cuando por ignorancia se argumentó que lo pagaría el patrono, en realidad el obrero es quien saldría perjudicado. Un ministro de ese entonces, fiel y no pensante seguidor de las asignaciones familiares acudió al insulto, la burla y no a la razón, aún cuando después él mismo dijo que el desempleo se había incrementado fuertemente. ¡Dios mío, si fue el resultado de la estulticia y de la oferta y la demanda!

Al ser el salario mínimo mayor que el del mercado, la cantidad ofrecida de trabajo excede a la cantidad demandada, que será la que en último caso determine el nivel de empleo. El resto de trabajadores quedará desocupado. Claro que tal vez, y no ciertamente, los que queden empleados recibirán un salario mensual mucho mayor que antes, pero será a costas de sus compañeros desocupados. (No en vano en los países socialistas no existen los sindicatos, tales como los conocemos nosotros). Esto nos explica por qué muchas veces ciertos sectores poderosos suelen solicitar que en ciertas regiones o países se eleven los salarios mínimos, lo cual es con el fin de ocasionar un descenso en los puestos de trabajo de que antes disponían (por supuesto, al argumento lo disfrazan de una protección frente a la llamada “mano de obra barata”).

Tal vez la experiencia de los Estados Unidos frente al salario mínimo nos haga meditar un poco: usualmente quienes resultan desocupados y, por ende, perjudicados, por el salario mínimo son los grupos de obreros no calificados, lo cual se ha reflejado en las más altas tasas de desempleo relativo entre los negros, los jóvenes y las mujeres.
Otra de las deficiencias de la ley de salario mínimo es que su existencia ha afectado el adiestramiento en el trabajo, que es uno de los sistemas más eficientes para elevar el nivel de vida del obrero. De aquí que, lamentablemente, después se tenga que crear instituciones como el INA, pagadas por toda la comunidad, para dar un sustituto al entrenamiento en el trabajo, que ha resultado como un perjuicio de la ley de salario mínimo.

En próximos artículos continuaré analizando algunos de los programas diseñados para combatir la pobreza, con la esperanza de que pensadores destacados, social-demócratas o liberales, como el Dr. Oscar Arias, se unan a la gran preocupación por la mejora socio-económica de nuestras familias en un marco de libertad.

Elisa
30/03/2012, 08:24
1977-11-06-DEFINICIÓN DE SUPERÁVIT O DÉFICIT DEL GOBIERNO-I

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DEFINICIÓN DE SUPERÁVIT O DÉFICIT DEL GOBIERNO-I

La República, 06 de noviembre de 1977.

Este es el primero de una serie de artículos sobre el crecimiento y el comportamiento económico del Estado costarricense en los últimos años.

Es necesario, desde un principio, enfatizar las diferentes definiciones del término superávit o déficit del gobierno.

Existe el llamado superávit o déficit corriente, que es la diferencia entre ingresos corrientes y los egresos corrientes.

Por ingresos corrientes se entiende a aquellos provenientes de impuestos, gravámenes y otros, que son fuente permanente de entradas, y por egresos corrientes se define a aquellos de obligaciones permanentes que se renuevan en cada ejercicio fiscal.

De lo anterior, es muy plausible esperar que el gobierno central siempre tenga superávit y que, tan sólo bajo circunstancias especiales, se presente un déficit en dicho rubro.
Otra definición de superávit o déficit, llamado financiero, se divide en dos tipos: el presupuestario y el total.

El déficit o superávit presupuestario comprende la diferencia entre los ingresos ordinarios y los egresos de presupuesto, donde por ingresos ordinarios se entienden a los ingresos tributarios, no tributarios y transferencias, tales como contribuciones específicas, recargos cambiarios y otros, y por egresos de presupuesto a aquellos que van incluidos en los presupuestos ordinarios y extraordinarios.

Debe notarse que los ingresos corrientes y los ingresos ordinarios son muy semejantes y que las diferencias son usualmente originadas por procesos de clasificación.
El déficit o superávit total está definido por la diferencia entre los ingresos corrientes y los egresos totales. Nótese que los egresos totales difieren de los egresos presupuestarios en que los primeros incluyen, además de los egresos presupuestarios, a los gastos extra-presupuestarios.

La última definición de superávit o déficit es el llamado económico, que se diferencia del total en que el primero excluye las amortizaciones de pasivos en obligaciones del gobierno central; o sea, si el gobierno central amortiza sus deudas, el déficit económico será inferior al déficit total.

Esta liquidación económica tiene gran importancia, puesto que cualquier gasto del gobierno central que no es cubierto con los ingresos tributarios, así como de otras fuentes que no den lugar a endeudamiento por parte del gobierno, va a constituir un déficit. (Esta es la metodología aplicada por el Fondo Monetario Internacional en su definición de déficit).
Existe, por último, la llamada liquidación legal del presupuesto, que consiste en la diferencia entre los ingresos de presupuesto y los egresos de presupuesto. Esta definición está excluida de este estudio por ser de un carácter meramente formal y no relevante para nuestros propósitos.

Deseamos indicar que, tal como se especifica en el informe titulado “Análisis del Problema Fiscal: Antecedentes Financieros del Presupuesto Nacional para 1967” de la Oficina de Planificación, “El déficit total… es la definición más útil para el análisis de las finanzas públicas”, debido a que la diferencia entre gastos totales e ingresos corrientes es el monto necesario por financiar, desde el punto de vista del gobierno central. Dicho financiamiento se logra esencialmente a través de recursos externos prestados, transferencias de capital recibidas por el gobierno central, colocaciones de bonos en el mercado interno, aumento de la deuda flotante, retraso a ciertos pagos (p. ej., a la C.C.S.S.), variaciones en Tesorería y otros rubros menores. Que quede claro, de una vez por todas, que afirmar que un déficit es financiable es una perogrullada, puesto que, por definición, nunca podrá dejar de financiarse, ya sea emitiendo bonos, emitiendo letras del tesoro, no haciendo frente a compromisos, pidiendo préstamos al exterior o aumentando los impuestos. Lo que es importante analizar es, entonces, cómo se va a financiar un déficit.

En el próximo artículo haré un análisis del déficit o superávit total, cuyo estudio es el recomendado por OFIPLAN en su informe antes mencionado, y del déficit o superávit económico, cuyo análisis es el que efectúa el Fondo Monetario Internacional.

Elisa
30/03/2012, 08:39
1977-11-10-DÉFICIT DEL GOBIERNO CENTRAL DE COSTA RICA EN EL PERÍODO 1966-76-II

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EL DÉFICIT TOTAL Y EL DÉFICIT ECONÓMICO DEL GOBIERNO CENTRAL DE COSTA RICA EN EL PERÍODO 1966-1976-II

La República, 10 de noviembre de 1977.

Siguiendo la recomendación del Oficina de Planificación del último “Análisis del Problema Fiscal: Antecedentes Financieros del Presupuesto Nacional para 1967”, a continuación les presento los datos de ingresos ordinarios y de egresos totales, lo cual me permite obtener el déficit o superávit total. Enfatizo que la fuente de dicha información es el Banco Central de Costa Rica.

Año Ingresos
Ordinarios Egresos
Totales Superávit o
Déficit
Total Cambio en
Ingresos
Ordinarios Cambio en
Egresos
Totales Cambio en
Superávit
o Déficit
1966 521.7 691.8 -170.6 ----- ----- -----
1967 541.1 758.8 -218.3 19.4 67.0 47.7
1968 621.8 798.5 -161.8 80.7 39.7 -56.5
1969 719.8 902.1 -182.8 98.0 103.6 21.0
1970 882.7 986.3 -103.7 162.9 84.2 -79.1
1971 909.5 1250.7 -342.3 26.8 264.4 238.6
1972 1041.2 1438.4 -398.1 131.7 1878.7 55.8
1973 1386.6 1892.3 -505.7 345.4 453.9 107.6
1974 1936.2 2329.2 -393.0 549.6 436.9 -112.7
1975 2278.5 2942.1 -680.9 342.2 612.9 287.9
1976 2692.3 3978.5 -1286.2 413.8 1036.4 605.3
*Cifras en millones de colones.
Fuente: Banco Central de Costa Rica, Costa Rica, 25 años en Estadísticas Económicas 1950-1974 y Cifras de Cuentas Nacionales de Costa Rica, Serie 1957-1975 y estimación 1976 y Memorias Anuales del Banco Central.

Si definimos la tasa media de crecimiento como el crecimiento de alguna variable entre el número de años transcurridos, podemos observar que, en el período 1966-1976, la tasa media de crecimiento de los ingresos ordinarios es de 37.8% anual en el lapso de 11 años. Por otra parte, durante ese mismo período los egresos totales han crecido a una tasa de 43.2% anual. En cuanto al déficit total, éste ha aumentado a una tasa media anual de 59.5% anual.
Aquí se distinguen fácilmente dos períodos, el de 1967-1970 y el de 1971-1976. En el primer período el déficit se redujo de ¢218.3 millones a ¢103.7 millones; pero, también, como porcentaje de los ingresos ordinarios bajó de un 40.3% en 1967 a sólo 11.8% en 1970. Por contraste, en el período 1970-1976 el déficit total creció de los ¢103.7 millones de 1970 (ya en el 1971 fue de ¢342.3 millones) a ¢1.286.2 millones en 1976. Pero, también como porcentaje de los ingresos ordinarios, el déficit total, que en 1970 era del 11.8%, ya en 1971 fue del 37.6% y en 1976 llegó a ser del 47.8%. Creo que las cifras son bastante elocuentes.
Veamos otros indicadores: en tanto que el déficit promedio en el período 1967-1970 fue de ¢166.7 millones, ya en el período 1971-1976 ascendió en promedio a ¢601.0 millones; o sea, ¡un 260.5% mayor! Además, el cociente déficit total promedio / ingreso ordinario promedio del período 1967-1970, que es del 24.1%, ascendió a 35.2% en el período 1971-1976.
Nos toca ahora presentar el llamado superávit o déficit económico que, tal y cómo lo expusimos en el artículo anterior, se diferencia del superávit o déficit total en que el primero no incluye la amortización de pasivos del gobierno de Costa Rica. Debemos reiterar que el superávit o déficit económico es la definición que utiliza el Fondo Monetario Internacional.

Año Amortización de Pasivos Superávit o
Déficit
Económico Cambio en
Amortización de
Pasivos Cambio en
Superávit
o Déficit Económico
1966 76.2 94.4 ----- -----
1967 71.0 -147.3 -5.2 52.9
1968 81.1 -80.7 10.1 -66.6
1969 89.2 -93.6 8.1 12.9
1970 94.4 -9.3 5.2 -84.3
1971 92.7 -249.6 -1.7 240.3
1972 106.2 -292.0 13.4 42.4
1973 162.7 -343.0 56.6 51.0
1974 161.4 -231.6 -1.3 -111.4
1975 210.0 -470.9 48.6 239.3
1976 260.8 -1025.4 50.8 554.5
*Cifras en millones de colones.
Fuente: Cuadro anterior.

En el lapso de 11 años, la amortización de pasivos ha aumentado a una tasa media de 22.0% anual. El déficit económico lo ha hecho a una tasa de 89.7% anual. Al igual que en el análisis del cuadro anterior, también se presentan dos períodos claramente definidos: el primero, los años 1967-1970 y el segundo, 1971-1976.

En el período 1967-1970, el déficit económico se redujo en lo absoluto de ¢147.3 millones en 1967 a ¢9.3 millones en 1970. Pero esta reducción también se produjo en lo relativo, si consideramos al déficit económico como porcentaje de los ingresos ordinarios, al pasar de 27.2% en 1967 a sólo 1.1% en 1970. Al contrario, en el período 1971-1976, ya el déficit económico aumentó en 1971 a ¢249.6 millones (en contraste con ¢9.3 millones en 1970) hasta llegar a la cifra de ¢1.025.4 millones en 1976 y, como porcentaje de los ingresos ordinarios, el déficit total aumentó en 1971 al 27.4% (compare con el 1.1% en 1970) hasta llegar al 38.1% en 1976.

Vamos el asunto desde otro ángulo. El déficit económico promedio del período 1967-1970 fue de ¢82.7 millones, en tanto que, para el lapso 1971-1976, se elevó a ¢435.4 millones. Es decir, un 426.5% mayor. Además, el cociente déficit económico promedio / ingresos ordinarios promedios del período 1967-1970 es de 15%, en comparación con el 25.5% en el lapso 1971-1976.

Lo anterior es una muestra patente de las diferencias sustanciales, desde el punto vista fiscal, en cuanto al déficit económico y el déficit total en el período 1967-1970 y 1971-1976. Tan elocuente es la diferencia que lector fácilmente sacará sus conclusiones sobre el manejo de la Hacienda Pública en ambos períodos.

Elisa
30/03/2012, 08:43
1977-11-17-EL INGRESO NACIONAL Y EL GASTO DEL GOBIERNO CENTRAL-III

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EL INGRESO NACIONAL Y EL GASTO DEL GOBIERNO CENTRAL-III

La República, 17 de noviembre de 1977.


El economista suele emplear una serie de indicadores del crecimiento del sector público. Uno de ellos, que por razones de falta de datos lo circunscribiré al gobierno central, dejando de lado a los demás entes que forman el sector público, es el indicador del cociente del gasto total del gobierno central con respecto al ingreso nacional. De nuevo, las fuentes son del Banco Central; específicamente, 25 Años de Estadísticas Económicas 1950-1974, diversas Memorias Anuales, Cifras de Cuentas Nacionales de Costa Rica, Serie 1957-1975, Estimación 1976 e información directa obtenida en dicho Banco Central. Para el período 1955-1976, la información es la siguiente:

Año Egresos
Totales Ingreso
Nacional Egreso Total /
Ingreso Nacional Cambio en los
Egresos Totales Cambio en el
Ingreso Nacional
1955 307.6 1785.8 17.22% ----- -----
1956 299.3 1838.5 16.28% -8.3 52.7
1957 329.8 2041.3 16.16% 30.5 202.8
1958 343.3 2127.6 16.14% 13.6 86.3
1959 373.4 2185.3 17.09% 30.0 57.7
1960 377.6 2343.5 16.11% 4.2 158.2
1961 409.3 2435.3 16.81% 31.7 91.8
1962 441.8 2622.7 16.85% 32.5 1878.4
1963 459.0 2806.6 16.35% 17.2 183.9
1964 532.9 2972.2 17.93% 73.9 165.6
1965 593.6 3215.1 18.46% 60.7 242.9
1966 691.8 3521.5 19.65% 98.2 306.4
1967 758.8 3782.8 20.06% 67.0 261.3
1968 708.5 4135.0 19.31% 39.7 352.2
1969 902.1 4619.6 19.53% 103.6 484.6
1970 986.3 5296.2 18.62% 84.2 676.6
1971 1250.7 5774.4 21.66% 264.4 478.2
1972 1438.4 6429.9 22.37% 187.7 655.5
1973 1892.3 7832.3 24.16% 453.9 1402.4
1974 2329.2 10380.0 22.44% 436.9 2547.7
1975 2942.1 13251.7 22.20% 612.9 2871.7
1976** 3978.5 15877.5 25.06% 1036.4 2625.8
*Cifras en millones de colones.
** Cifras preliminares.

En tanto que los ingresos totales han crecido a una tasa anual media del 54.25% anual, el ingreso nacional lo ha hecho a una tasa de 35.8% anual en el período 1955-1976 y el cociente egreso total / ingreso nacional ha aumentado de 17.22% en 1955 a 25.06% en 1976, alcanzando un mínimo de 16.14% en 1958 y un máximo de 25.06 en 1976.
Aunque sea en forma burda, trataremos de separar al período 1955-1975 de acuerdo con los gobernantes. Analizaré el comportamiento de los egresos totales del gobierno central, el ingreso nacional y el cociente egreso total / ingreso nacional durante las administraciones Figueres Ferrer (la primera), Echandi Jiménez y Orlich Bolmarcich. Por ello, supondremos que en el primer año efectivo del gobierno, el gasto estuvo determinado por el gobierno anterior (en realidad, el gobierno que inicia encuentra listo el presupuesto por parte del gobierno saliente).

ADMINISTRACIÓN FIGUERES FERRER (1955-1958)*

Año Egreso
Total Ingreso
Nacional Egreso Total /
Ingreso Nac. Cambio en
Egreso Total Cambio en
Ingreso Nacional Cambio en Egreso Total /
Ingreso Nacional
1955 307.6 1785.8 17.22% ----- ----- -----
1956 299.3 1838.5 16.28% -8.3 52.7 -0.94
1957 329.8 2041.3 16.16% 30.5 202.8 0.12
1958 343.4 2127.6 16.14% 13.6 86.3 -0.02
*Cifras en millones de colones.
Fuente: Cuadro anterior.

Podemos observar que en el gobierno del señor Figueres, en el lapso 1955-1958, se practicó un aumento del egreso total menor que el del ingreso nacional, por lo cual durante el periodo el cociente egreso total / ingreso nacional bajó de 17.22% a 16.14%. El promedio del período fue de 16.45%. No obstante lo anterior, obsérvese que el descenso en el cociente egreso total / ingreso nacional (última columna del cuadro inmediato anterior) fue decreciendo; es decir, el descenso mayor se dio en el primer año (1955-1956), de un 0.94%, y fue casi imperceptible en el último año de gobierno (1957-1958), de tan sólo un 0.02%.

ADMINISTRACIÓN ECHANDI JIMÉNEZ (1959-1962)*

Año Egreso
Total Ingreso
Nacional Egreso Total /
Ingreso Nac. Cambio en
Egreso Total Cambio en
Ingreso Nacional Cambio en Egreso Total /
Ingreso Nacional
1959 373.4 2185.3 17.09% 30.2** 57.7** 0.95**
1960 377.6 2343.5 16.11% 4.2 158.2 -0.98
1961 409.3 2435.3 16.81% 31.7 91.8 0.70
1962 441.8 2622.7 16.85% 32.5 187.4 0.04
*Cifras en millones de colones.
** El cambio se refiere al año previo.
Fuente: Primer cuadro de este comentario.

Se puede ver que en el gobierno del señor Echandi, en el período 1959-1962, se dio un aumento absoluto del egreso total del gobierno, pero menor en comparación con el crecimiento del ingreso nacional, lo cual hizo disminuir el cociente egreso total / ingreso nacional de un 17.09% a un 16.85%, siendo el promedio de 16.72%; o sea, 2.7% mayor que el promedio de la administración Figueres Ferrer (que fue de un 16.45%). Nótese, sin embargo, que durante el primer año de esta administración (1958-1959).el cociente egreso total / ingreso nacional aumentó en 0-95%, luego descendió el año siguiente en un porcentaje casi igual (-0-98%), después volvió a ascender en el año 1960-1961 en 0-70% y luego no creció en el último año de la administración Echandi (1961-1962), en que sólo aumentó en 0.04%.

ADMINISTRACIÓN ORLICH BOLMARCICH (1955-1958)*

Año Egreso
Total Ingreso
Nacional Egreso Total /
Ingreso Nac. Cambio en
Egreso Total Cambio en
Ingreso Nacional Cambio en Egreso Total /
Ingreso Nacional
1963 459.0 2806.6 16.35% 17.2** 183.9** -0.50**
1964 532.0 2972.2 17.93% 73.9 165.6 1.58
1965 593.6 3215.1 18.46% 60.7 243.9 0.53
1966 691.8 3521.5 19.65% 98.2 306.4 1.19
*Cifras en millones de colones.
**El cambio se refiere al año previo
Fuente: El primer cuadro de este comentario.

En el gobierno del señor Orlich se dio un incremento en el egreso total mayor que el incremento en el ingreso nacional, lo cual significó que este cociente aumentara de 16.35% en 1963 a 19.65% en 1966, con un promedio de 18.10%, lo cual excede en un 1.38% al de la administración Echandi, que fue de un 16.72%. Puede observarse que durante la administración Orlich, en su primer año (1962-1963), el cociente egreso total / ingreso nacional descendió en un 0.50%; sin embargo, este descenso fue más que compensado en los años siguientes por aumentos de 1.58% en 1963-1964, de 0.53% en 1964-1965 y de 1.19% en 1965-1966.

En un próximo artículo haré un análisis semejante para la administración Trejos, Figueres Ferrer (su segundo gobierno) y parte de la de Oduber Quirós

Elisa
30/03/2012, 08:49
1977-11-19-DE NUEVO EL INGRESO NACIONAL Y EL GASTO DEL GOBIERNO CENTRAL-IV

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DE NUEVO EL INGRESO NACIONAL Y EL GASTO DEL GOBIERNO CENTRAL-IV

La República, 19 de noviembre de 1977.

De nuevo, utilizando las cifras presentadas en el artículo anterior y basadas en los datos oficiales del Banco Central, publicadas en sus Memorias Anuales, 25 Años de Estadísticas Económicas 1950-1974 y Cifras de Cuentas Nacionales de Costa Rica, Serie 1957-1975, Estimación 1976, haré una presentación de los datos de egresos total del Gobierno Central, del ingreso nacional y del cociente egreso total / ingreso nacional, así como sus cambios, para los gobiernos de los señores Trejos Fernández, Figueres Ferrer (2ª. Administración) y Oduber Quirós.

ADMINISTRACIÓN TREJOS FERNANDEZ (1967-1970)*
Año Egreso
Total Ingreso
Nacional Egreso Total /
Ingreso Nac. Cambio en
Egreso Total Cambio en
Ingreso Nacional Cambio en Egreso Total /
Ingreso Nacional
1967 758.8 3782.8 20.06% 67.0** 261.3** 0.41**
1968 798.5 4135.0 19.31% 39.7 352.2 -0.75
1969 902.1 4619.6 19.53% 103.6 484.6 0.22
1970 986.3 5296.2 18.62% 84.2 676.0 -0.91
*Cifras en millones de colones.
** El cambio se refiere al año previo.
Fuente: Primer cuadro del artículo III de esta serie.
Se puede observar que en el gobierno del seño Trejos Fernández, en el período 1967-1970, se dio un incremento del egreso total, pero menor en comparación con el aumento del ingreso nacional, lo cual permitió que descendiera el cociente egreso total / ingreso nacional, de 20.06% a 18.62%, siendo el promedio de 19.38%, superior en 1.28% al promedio de la administración Orlich Bolmarcich, que es de un 18.10%. Nótese, sin embargo, que durante el primer año de la administración Trejos (1966-1967), el cociente egreso total / ingreso nacional aumentó en 0.41%, pero ya en el segundo año (1967-1968), se redujo en 0.75%, aumentó luego ligeramente en 0.22% y luego se redujo aún más, en el año 1969-1970, en 0.91%.

ADMINISTRACIÓN FIGUERES FERRER (1971-1974)*
Año Egreso
Total Ingreso
Nacional Egreso Total /
Ingreso Nac. Cambio en
Egreso Total Cambio en
Ingreso Nacional Cambio en Egreso Total /
Ingreso Nacional
1971 1250.7 5774.4 21.66% 264.4** 478.2** 3.04**
1972 1428.4 6429.9 22.37% 187.7 655.5 0.71
1973 1892.3 7832.3 24.16% 453.9 1402.4 1.79
1974 2329.2 10380.0 22.44% 436.9 2547.9 -1.72
*Cifras en millones de colones.
** El cambio se refiere al año previo.
Fuente: Primer cuadro del artículo III de esta serie.

En el gobierno del señor Figueres se dio un incremento absoluto mayor en los egresos totales en comparación con el ingreso nacional, lo cual significó que el cociente egresos totales / ingreso nacional se incrementara de 21.66% en 1971 ̶ en el último año de la administración Trejos 1969-1970, este cociente fue de 18.62% ̶ a un 22.44% en 1974. El promedio de este cociente en la administración Figueres es de 22.66%, el cual contrasta notoriamente con el promedio para la administración Trejos Fernández, que fue de 19.38%. De hecho, en el primer años de la segunda administración Figueres Ferrer, el cociente egreso total / ingreso nacional aumentó a un 21.66%, en tanto que, en el último año de la administración Trejos Fernández, este fue de 18.62%; o sea, se dio un aumento de 3.04 puntos. En el año siguiente de la administración Figueres, el cociente aumentó en 0.71%, luego, en el año 1972-1973, se incrementó en 1.79%, para posteriormente descender en el período 1973.1974 en un 1.72%.

ADMINISTRACIÓN ODUBER QUIRÓS (1975-1978)*
Año Egreso
Total Ingreso
Nacional Egreso Total /
Ingreso Nac. Cambio en
Egreso Total Cambio en
Ingreso Nacional Cambio en Egreso Total /
Ingreso Nacional
1975 2942.1 13251.7 22.20% 612.9** 2871.7** -0.24**
1976*** 3978.5 15877.5 25.06% 1036.4 2625.8 2.86
*Cifras en millones de colones.
** El cambio se refiere al año previo.
*** Cifras provisionales.
Fuente: Primer cuadro del artículo III de esta serie.

Para los años de la administración Oduber de los cuales se dispone de información, se deduce que hubo un incremento absoluto mayor de los egreso del gobierno central que el aumento en el ingreso nacional. Esto ha ocasionado que el cociente egreso total / ingreso nacional ascienda a 25.06% en el año 1976. Obsérvese que el promedio de estos dos primeros años de la administración Oduber es de 23.63%, el cual es mayor que el promedio del mismo cociente en la administración Figueres, que es de 22.66%. En el primer año del gobierno del señor Oduber el cociente egreso total / ingreso nacional descendió en 0.24%, pero el año siguiente (1975-1976), el incremento fue de 2.86%.

Cabe destacar que, para todo el período 1955-1976 que se ha analizado, el año 1976 se caracteriza por tener el cociente egreso total / ingreso nacional más elevado; específicamente, un 25.06%.

En el próximo artículo de esta serie haré un resumen para todo el período analizado 1955-1976.

Elisa
30/03/2012, 08:54
1977-11-29-UN RESUMEN ACERCA DEL GASTO DEL GOBIERNO CENTRAL

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UN RESUMEN ACERCA DEL GASTO DEL GOBIERNO CENTRAL-V

La República, 29 de noviembre de 1977.

Tal vez sea conveniente, antes de proseguir con el análisis de algunos aspectos del gasto público, proceder a efectuar un resumen parcial de esta serie, en el cual se comparan las distintas administraciones, desde la primera del señor Figueres Ferrer hasta la actual del señor Oduber Quirós.

El indicador básico del crecimiento del Leviatán es el cociente egreso total del gobierno con respecto al ingreso nacional.

El primer gobierno del señor Figueres practicó, en este sentido, un descenso en la participación del gobierno central con respecto a los ingresos nacionales. Si éste es un índice de socialización o estatismo o intervencionismo estatal, el primer gobierno de Figueres redujo dicha tendencia, aunque la política no socializante fue cada vez menor durante su primera administración de los años 1955-1958.

Si bien la administración Echandi Jiménez (1959-1962) se caracterizó por un mayor índice de socialización o estatismo que la administración Figueres, durante aquel gobierno se dio una tendencia a que dicha socialización decreciera a lo largo de aquellos cuatro años.

En cuanto al gobierno del señor Orlich Bolmarcich (1963-1966), también, en promedio, incrementó la participación estatal; es decir, aumentó la socialización de la producción nacional y se caracteriza porque dicha socialización va en aumento año tras año durante su gobierno.

Respecto al gobierno del señor Trejos Fernández, también se incrementó en promedio la participación del Estado; sin embargo, durante su gobierno, año tras año, esta socialización tiende a disminuir progresivamente.
En la segunda administración del señor Figueres Ferrer (1971-1974), en vivo contraste con la primera, la socialización de la economía dio un salto importante y no fue sino hasta el último año de su gobierno cuando se dispuso poner un freno al aumento en el cociente gasto público / ingreso nacional.

Si bien al momento se dispone de datos para sólo dos años de la administración Oduber Quirós ,ya se pone de manifiesto, de nuevo, un aumento de la participación estatal, que ha alcanzado, en este gobierno, el porcentaje más alto de socialización de la economía en todo el período analizado de 22 años.

En un próximo artículo concluiré mi análisis del gasto público para iniciar, a continuación, una exposición acerca del comportamiento de los impuestos en los últimos gobiernos.

Elisa
30/03/2012, 09:02
1978-01-26-LOS IMPUESTOS DURANTE LAS ÚLTIMAS CUATRO ADMINISTRACIONES-I

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LOS IMPUESTOS DURANTE LAS ÚLTIMAS CUATRO ADMINISTRACIONES-I

La República, 26 de enero de 1978.

Creo que, no con el objetivo de que el lector medite acerca de su voto en el mes de febrero próximo, sino el de plantear el grave problema de la evolución de los impuestos en Costa Rica, se hace necesario analizar lo sucedido en esta materia durante las últimas cuatro administraciones. En el cuadro siguiente se presenta la información básica para el análisis en este artículo y en los otros próximos. La fuente de datos es el Banco Central de Costa Rica.

GOBIERNO GENERAL DE LA REPÚBLICA
(Cifras en millones de colones)
Administración Año Impuestos
Indirectos Impuestos
Directos
sobre
Empresas Impuestos
Directos
Sobre
Familias Total Pagos al
Seguro
Social Gran
Total
Orlich 1963 352.0 36.3 20.5 408.8 52.9 461.7
1964 362.7 56.8 30.3 449.8 59.6 509.4
1965 402.3 57.4 30.6 490.3 69.1 559.4
1966 433.5 65.0 34.1 532.6 76.1 608.7
Trejos 1967 443.5 72.6 42.6 558.7 91.0 649.7
1968 511.5 95.9 52.0 659.4 106.2 765.6
1969 580.8 111.8 56.2 748.8 119.8 868.6
1970 750.7 128.7 64.8 944.2 139.5 1083.7
Figueres 1971 801.1 134.9 75.3 1011.3 180.3 1191.6
1972 919.1 165.6 91.1 1175.8 257.0 1432.8
1973 1213.8 220.4 129.9 1564.1 313.3 1877.4
1974 1688.1 285.9 147.8 2121.8 459.0 2580.8
Oduber 1975 2153.4 320.0 164.0 2637.4 659.3 3296.7
1976* 2566.8 433.9 201.0 3201.7 866.2 4067.9
*Preliminar.

Por gobierno general se entiende al gobierno central, las municipalidades y algunas instituciones autónomas menores.
El rubro Impuestos Indirectos incluye, además del impuesto territorial, los impuestos sobre ventas, específicos, de consumo, protocolo, impuestos a las importaciones, a las exportaciones, el ad valorem, etcétera.

La columna de Impuestos Directos sobre Empresas incluye básicamente el impuesto sobre la renta.

El rubro de Impuestos Directo sobre Familias incluye los impuestos sobre empresas individuales y sociedades sinfines de lucro.

La partida de Pagos al Seguro Social incluye las cuotas obreras y patronales y las obreras de los trabajadores del Estado y excluye las cuotas del Estado como tal y como patrono.
Es interesante analizar el comportamiento de estos impuestos en cada una de las administraciones. En el cuadro siguiente se presenta el crecimiento de estos rubros.
TASAS DE CRECIMIENTO DE LOS IMPUESTOS
EN LA ADMINISTRACIÓN RESPECTIVA
(Tasa anual)
Administración Impuestos
Indirectos Impuestos
Directos
sobre
Empresas Impuestos
Directos
Sobre
Familias Total Pagos al
Seguro
Social Gran Total
Orlich 5.8% 19.8% 16.6% 7.6% 11.0% 8.0%
Trejos 17.3% 19.3% 13.0% 17.2% 13.3% 16.7%
Figueres 27.7% 28.0% 24.1% 27.5% 38.6% 29.2%
Oduber 19.2% 35.6% 27.6% 21.4% 31.4% 23.4%
Fuente: Cuadro anterior.

Este cuadro muestra los aumentos promedio anuales de cada uno de los impuestos respectivos en cada una de las administraciones.

Podrá observarse que los impuestos indirectos crecieron en un 5.8% anual en la administración Orlich; 17.3% anual en la administración Trejos; 27.7% anual en la administración Figueres y 19.2% anual en la administración Oduber.

Los impuestos directos sobre las empresas crecieron en 19.8%, 19.3%, 28.0% y 35.6% anual en las administraciones Orlich, Trejos, Figueres y Oduber, respectivamente.
En cuanto a los impuestos directos sobre las familias en los gobiernos de los señores Orlich, Trejos, Figueres y Oduber, las cifras respectivas de crecimiento anual fueron de 16.6%, 13.0%, 24.1% y 22.6%.

El crecimiento total de impuestos fue de 7.6% anual para el gobernó del señor Orlich (el menor crecimiento), en el gobierno del señor Trejos fue de un 17.2%, mientras que en el gobierno del señor Figueres crecieron en un 27.5% y en del señor Oduber tuvieron una tasa de crecimiento de 21.4% anual.

Refiriéndonos a los pagos al Seguro Social, las cifras son de 11%, 13.3%, 38.6% y 31.4% anual para los gobiernos de los señores Orlich, Trejos, Figueres y Oduber, respectivamente.

En total, el crecimiento tanto de los impuestos, incluyendo los pagos al Seguro Social, fue de 8% en los cuatro años de la administración Orlich, de 16.7% anual en el gobierno del señor Trejos, el mayor crecimiento fue del 29.2% en la administración Figurees y de 23.4% anual en dos años de la administración Oduber.

Basado en las cifras del primer cuadro, en el próximo artículo analizaré ,en promedio, cada uno de los gobiernos aquí citados, en comparación con las administraciones que les precedieron.

Elisa
30/03/2012, 09:04
1978-01-31-LOS IMPUESTOS DURANTE LAS ÚLTIMAS CUATRO ADMINISTRACIONES-

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LOS IMPUESTOS DURANTE LAS ÚLTIMAS CUATRO ADMINISTRACIONES-II

La República, 31 de enero de 1978.

Basado en los datos presentados en el primer cuadro del primer artículo de esta serie, se muestra a continuación el promedio de cada tipo de impuesto durante cada uno de los últimos cuatro gobiernos de Costa Rica.
GOBIERNO GENERAL DE LA REPÚBLICA
PROMEDIO DE IMPUESTOS EN LA ADMINISTRACIÓN RESPECTIVA
(Cifras en millones de colones)
Administra-
ción
(años) Impuestos
Indirectos
(Promedio) Impuestos
Directos
sobre
Empresas
(Promedio) Impuestos
Directos
sobre
Familias
(Promedio) Total
(Prome-
dio) Pagos al
Seguro
Social
(Prome-
dio) Gran Total
(Prome-
dio)
Orlich (63-66) 387.6 53.9 28.9 470.4 64.4 534.8
Trejos (66-70) 571.6 102.2 53.9 727.8 114.1 841.9
Figueres (71-74) 1155.5 201.7 111.0 1468.2 302.4 1770.6
Oduber (75 y 76) 2360.1 377.0 182.5 2937.6 762.8 3682.3

El cuadro inmediato anterior mide, por ejemplo, que los impuestos indirectos durante la administración Orlich fueron de ¢387.6 millones anuales en el período 1963-1966 O, por ejemplo, que el total de impuestos durante el gobierno del señor Oduber fue de ¢2.937.6 millones anuales en el período 1975-1976. Este cuadro nos sirve de base para las cifras siguientes, las cuales nos muestran el cambio o aumento que hubo en el promedio de los impuestos de una administración con respecto al gobierno anterior.

CAMBIO O AUMENTO DE LOS IMPUESTOS PROMEDIO EN
LAS DIFERENTES ADMINISTRACIONES CON RESPECTO A LA PREVIA
(Cifras en millones de colones)
Adminis-tración
Aumento en Imp.
Indirectos
Aumento en Imp.
Directos a
Empresas Aumento en Imp.
Directos a
Familias Aumento en Total de
Impuestos Aumento Pagos a
Seguro
Social Aumento en Gran Total de
Impuestos
Trejos respecto a Orlich
174.0
48.3
25.0
257.4
49.7
307.1
Figueres respecto a Trejos
583.9
99.5
57.1
740.4
188.3
928.7
Oduber respecto a
Figueres
1204.6
175.3
71.5
1469.4
460.4
1911.7

En la administración Trejos, respecto al gobierno del señor Orlich, los impuestos indirectos aumentaron en ¢174 millones, los impuesto directos sobre empresas crecieron en ¢43.8 millones, los impuestos directos sobre las familias se incrementaron en ¢25 millones, el total de impuestos creció en ¢257.4 millones, los pagos al Seguro Social se elevaron en ¢49.7 millones y el gran total general aumentó en ¢307.1 millones.

En la administración Trejos, respecto al gobierno del señor Orlich, en promedio, los impuestos indirectos aumentaron en ¢174 millones, los impuestos directos sobre las empresas crecieron en ¢43.8 millones, los impuestos directos sobre las familias se incrementaron en ¢25 millones, el total de impuestos creció en ¢257.4 millones, los pagos al Seguro Social se elevaron en ¢49.7 millones y el gran total general aumentó en ¢307.1 millones.

En la administración Figueres, respecto al gobierno del señor Trejos, en promedio, los impuestos indirectos aumentaron en ¢583.9 millones, los impuestos directos sobre las empresas crecieron en ¢99.5 millones, los impuestos directos sobre las familias se incrementaron en ¢57.1 millones, el total de impuestos creció en ¢740.4 millones, los pagos al Seguro Social se elevaron en ¢188.3 millones y el gran total general aumentó en ¢928.7 millones.

En la administración Oduber, respecto al gobierno del señor Figueres, en promedio, los impuestos indirectos aumentaron en ¢1.204.6 millones, los impuestos directos sobre las empresas crecieron en ¢175.3 millones, los impuestos directos sobre las familias se incrementaron en ¢71.5 millones, el total de impuestos creció en ¢1.469.4 millones, los pagos al Seguro Social se elevaron en ¢460.4 millones y el gran total general aumentó en ¢1.911.7 millones.

En el próximo artículo veremos cuál ha sido el crecimiento anual promedio entre las respectivas administraciones.

Elisa
30/03/2012, 09:08
1978-03-04-LOS IMPUESTOS DURANTE LAS ÚLTIMAS CUATRO ADMINISTRACIONES-III

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LOS IMPUESTOS DURANTE LAS ÚLTIMAS CUATRO ADMINISTRACIONES-III Y ÚLTIMO

La República, 04 de marzo de 1978.

En este artículo, basado en el último cuadro del ensayo anterior, haré una presentación del crecimiento de los distintos rubros de impuestos de la administración Trejos Fernández con respecto al gobierno del señor Orlich Bolmarcich; de la administración Figueres Ferrer respecto al gobierno del señor Trejos Fernández y de la administración Oduber Quirós (2 años) en comparación con el gobierno del señor Figueres Ferrer.

GOBIERNO GENERAL DE LA REPÚBLICA: PORCENTAJE DE CRECIMIENTO (DEL PROMEDIO) DE LA RECAUDACIÓN CON RESPECTO
AL GOBIERNO PREVIO

Adminis-tración
Cambio promedio de Imp.
Indirectos
Cambio promedio de Imp.
Directos a
Empresas Cambio promedio de Imp.
Directos a
Familias Cambio promedio Total de
Impuestos Cambio promedio de Pagos a
Seguro
Social Cambio promedio de Gran Total de
Impuestos
Trejos respecto a Orlich
47.5%
89.6%
86.5%
54.7%
77.2%
57.4%
Figueres respecto a Trejos
102.2%
97.4%
105.9%
101.7%
165.0%
103.1%
Oduber respecto a Figueres
104.3%
86.9%
64.4%
100.1%
152.2%
108.0%

En comparación con el gobierno de don Francisco Orlich, la administración Trejos Fernández aumentó, en promedio, en 47.5% los impuestos indirectos; en 89.6% los impuestos directos sobre las empresas; en 86.5% los impuestos directos sobre las familias y el total de estos en 54.7%. Los pagos al Seguro Social (recordemos que excluyen las cuotas del Estado como tal y como patrono) aumentaron, en promedio, en 77.2% y el gran total aumentó en 57.4%.

Si comparamos la administración Figueres Ferrer con la de don José Joaquín Trejos, la primera aumentó, con respecto a la segunda, en promedio, en 102.2% los impuestos indirectos; en 97.4% los impuestos directos sobre las empresas; en 105.9% los impuestos directos sobre las familias y el total de estos en 101.7%. Los pagos al Seguro Social aumentaron en 165.0% y el gran total aumentó en 103.1%.

Al realizar la comparación entre la administración Oduber Quirós (años 1975 y 1976) y la de don José Figueres, la primera, con respecto a la segunda, aumentó, en promedio, en 104.3% los impuestos indirectos; en 86.9% los impuestos directos sobre las empresas; en 64.4% los impuestos directos sobre las familias y el total de estos en 100.1%. Los pagos al Seguro Social aumentaron en 152.2% y el gran total aumentó en 108.0%.
Es interesante realizar una comparación de estas mismas cifras entre la administración Trejos Fernández y dos de la era liberacionista (la de Figures Ferrer y dos años de la de Oduber Quirós). En el cuadro siguiente se presentan los datos respectivos.

GOBIERNO GENERAL DE LA REPÚBLICA
PROMEDIO DE IMPUESTOS EN LA ADMINISTRACIÓN RESPECTIVA
(Cifras en millones de colones)

Administra-
ción
(años) Impuestos
Indirectos
(Promedio) Impuestos
Directos
sobre
Empresas
(Promedio) Impuestos
Directos
sobre
Familias
(Promedio) Total
(Prome-
dio) Pagos al
Seguro
Social
(Prome-
dio) Gran Total
(Prome-
dio)
Trejos (66-70) 571.6 102.2 53.9 727.8 114.1 841.9
Figueres-Oduber (71-76)
1557.1
260.1
134.9
1952.0
455.8
2407.9

Podrá observarse que el promedio de impuestos indirectos en la administración Trejos Fernández fue de ¢571.6, que contrasta con ¢1.557.1 en 6 años de la administración Figueres-Oduber; para los impuestos directos sobre las empresas, las cifras respectivas son de ¢102.2 millones de promedio en el gobierno del señor Trejos Fernández y ¢260.1 millones en los seis años de las administraciones Figueres-Oduber. Para los impuestos directos a las familias, los datos comparables son de ¢53.9millones en la administración Trejos y de ¢134.9 en 6 años de los gobiernos Figueres-Oduber. El total fue de ¢727.8 millones, como promedio, en el gobierno del señor Trejos Fernández y de ¢1952 millones, en promedio, en 6 años de gobierno de los señores Figueres y Oduber.

Respecto a los pagos al Seguro Social, el promedio en la administración Trejos fue de ¢114.1 millones y ascendió, en promedio, a ¢455.8 millones en las administraciones Figueres-Oduber.

El gran total; o sea, el total de impuestos y los pagos al Seguro Social, fue, en promedio, de ¢841.9 millones en el gobierno de don José Joaquín Trejos, comparado con el promedio de 6 años de las administraciones Figueres-Oduber, en que ascendió a ¢2.407.9 millones.

Para comparar el crecimiento del promedio de los impuestos de la administración Trejos Fernández con respecto a seis años de las administraciones Figueres-Oduber, haremos uso del cuadro siguiente:

GOBIERNO GENERAL DE LA REPÚBLICA: PORCENTAJE DE CRECIMIENTO (DEL PROMEDIO) DE LA RECAUDACIÓN EN LAS ADMINISTRACIONES TREJOS FERNÁNDEZY FIGUERES-ODUBER

Adminis-tración
Cambio promedio de Imp.
Indirectos
Cambio promedio de Imp.
Directos a
Empresas Cambio promedio de Imp.
Directos a
Familias Cambio promedio Total de
Impuestos Cambio promedio de Pagos a
Seguro
Social Cambio promedio de Gran Total de
Impuestos
Trejos (66-70)
47.5%
89.6%
86.5%
54.7%
77.2%
57.4%
Figueres y Oduber (71-76)
172.4%
154.5%
150.3%
168.2%
299.5%
186.0%

Anteriormente indicamos el crecimiento de los distintos impuestos en la administración Trejos Fernández en comparación con el gobierno del señor Orlich Bolmarcich. Ahora, si comparamos el crecimiento de los impuestos durante seis años de las administraciones Figueres y Oduber, en comparación con el gobierno del señor Trejos Fernández, en promedio, los primeros aumentaron, respecto a la segunda, los impuestos directos en 172.4%; el cambio en los impuestos directos sobre las empresas fue de 154.5% y de los impuestos directos a las familias en 150.3%. El total de aumento en los impuestos en la administración Figueres-Oduber respecto a la de Trejos Fernández fue de 168.2%. El cambio en el promedio de pagos al Seguro Social fue de 299.5%y el Gran Total de impuestos aumentó en las administraciones Figueres Oduber respecto al gobierno de don José Joaquín Trejos, en 186%.

Espero que estas cifras hagan meditar a gobernantes y gobernados acerca del elevado crecimiento, especialmente en las administraciones Figueres y Oduber, de los impuestos que pagamos todos los costarricenses y residentes extranjeros en Costa Rica.

Elisa
30/03/2012, 09:14
1978-03-04-LOS IMPUESTOS DURANTE LAS ÚLTIMAS CUATRO ADMINISTRACIONES-III

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LOS IMPUESTOS DURANTE LAS ÚLTIMAS CUATRO ADMINISTRACIONES-III Y ÚLTIMO

La República, 04 de marzo de 1978.

En este artículo, basado en el último cuadro del ensayo anterior, haré una presentación del crecimiento de los distintos rubros de impuestos de la administración Trejos Fernández con respecto al gobierno del señor Orlich Bolmarcich; de la administración Figueres Ferrer respecto al gobierno del señor Trejos Fernández y de la administración Oduber Quirós (2 años) en comparación con el gobierno del señor Figueres Ferrer.

GOBIERNO GENERAL DE LA REPÚBLICA: PORCENTAJE DE CRECIMIENTO (DEL PROMEDIO) DE LA RECAUDACIÓN CON RESPECTO
AL GOBIERNO PREVIO

Adminis-tración
Cambio promedio de Imp.
Indirectos
Cambio promedio de Imp.
Directos a
Empresas Cambio promedio de Imp.
Directos a
Familias Cambio promedio Total de
Impuestos Cambio promedio de Pagos a
Seguro
Social Cambio promedio de Gran Total de
Impuestos
Trejos respecto a Orlich
47.5%
89.6%
86.5%
54.7%
77.2%
57.4%
Figueres respecto a Trejos
102.2%
97.4%
105.9%
101.7%
165.0%
103.1%
Oduber respecto a Figueres
104.3%
86.9%
64.4%
100.1%
152.2%
108.0%

En comparación con el gobierno de don Francisco Orlich, la administración Trejos Fernández aumentó, en promedio, en 47.5% los impuestos indirectos; en 89.6% los impuestos directos sobre las empresas; en 86.5% los impuestos directos sobre las familias y el total de estos en 54.7%. Los pagos al Seguro Social (recordemos que excluyen las cuotas del Estado como tal y como patrono) aumentaron, en promedio, en 77.2% y el gran total aumentó en 57.4%.
Si comparamos la administración Figueres Ferrer con la de don José Joaquín Trejos, la primera aumentó, con respecto a la segunda, en promedio, en 102.2% los impuestos indirectos; en 97.4% los impuestos directos sobre las empresas; en 105.9% los impuestos directos sobre las familias y el total de estos en 101.7%. Los pagos al Seguro Social aumentaron en 165.0% y el gran total aumentó en 103.1%.
Al realizar la comparación entre la administración Oduber Quirós (años 1975 y 1976) y la de don José Figueres, la primera, con respecto a la segunda, aumentó, en promedio, en 104.3% los impuestos indirectos; en 86.9% los impuestos directos sobre las empresas; en 64.4% los impuestos directos sobre las familias y el total de estos en 100.1%. Los pagos al Seguro Social aumentaron en 152.2% y el gran total aumentó en 108.0%.
Es interesante realizar una comparación de estas mismas cifras entre la administración Trejos Fernández y dos de la era liberacionista (la de Figures Ferrer y dos años de la de Oduber Quirós). En el cuadro siguiente se presentan los datos respectivos.

GOBIERNO GENERAL DE LA REPÚBLICA
PROMEDIO DE IMPUESTOS EN LA ADMINISTRACIÓN RESPECTIVA
(Cifras en millones de colones)

Administra-
ción
(años) Impuestos
Indirectos
(Promedio) Impuestos
Directos
sobre
Empresas
(Promedio) Impuestos
Directos
sobre
Familias
(Promedio) Total
(Prome-
dio) Pagos al
Seguro
Social
(Prome-
dio) Gran Total
(Prome-
dio)
Trejos (66-70) 571.6 102.2 53.9 727.8 114.1 841.9
Figueres-Oduber (71-76)
1557.1
260.1
134.9
1952.0
455.8
2407.9

Podrá observarse que el promedio de impuestos indirectos en la administración Trejos Fernández fue de ¢571.6, que contrasta con ¢1.557.1 en 6 años de la administración Figueres-Oduber; para los impuestos directos sobre las empresas, las cifras respectivas son de ¢102.2 millones de promedio en el gobierno del señor Trejos Fernández y ¢260.1 millones en los seis años de las administraciones Figueres-Oduber. Para los impuestos directos a las familias, los datos comparables son de ¢53.9millones en la administración Trejos y de ¢134.9 en 6 años de los gobiernos Figueres-Oduber. El total fue de ¢727.8 millones, como promedio, en el gobierno del señor Trejos Fernández y de ¢1952 millones, en promedio, en 6 años de gobierno de los señores Figueres y Oduber.
Respecto a los pagos al Seguro Social, el promedio en la administración Trejos fue de ¢114.1 millones y ascendió, en promedio, a ¢455.8 millones en las administraciones Figueres-Oduber.
El gran total; o sea, el total de impuestos y los pagos al Seguro Social, fue, en promedio, de ¢841.9 millones en el gobierno de don José Joaquín Trejos, comparado con el promedio de 6 años de las administraciones Figueres-Oduber, en que ascendió a ¢2.407.9 millones.
Para comparar el crecimiento del promedio de los impuestos de la administración Trejos Fernández con respecto a seis años de las administraciones Figueres-Oduber, haremos uso del cuadro siguiente:

GOBIERNO GENERAL DE LA REPÚBLICA: PORCENTAJE DE CRECIMIENTO (DEL PROMEDIO) DE LA RECAUDACIÓN EN LAS ADMINISTRACIONES TREJOS FERNÁNDEZY FIGUERES-ODUBER

Adminis-tración
Cambio promedio de Imp.
Indirectos
Cambio promedio de Imp.
Directos a
Empresas Cambio promedio de Imp.
Directos a
Familias Cambio promedio Total de
Impuestos Cambio promedio de Pagos a
Seguro
Social Cambio promedio de Gran Total de
Impuestos
Trejos (66-70)
47.5%
89.6%
86.5%
54.7%
77.2%
57.4%
Figueres y Oduber (71-76)
172.4%
154.5%
150.3%
168.2%
299.5%
186.0%

Anteriormente indicamos el crecimiento de los distintos impuestos en la administración Trejos Fernández en comparación con el gobierno del señor Orlich Bolmarcich. Ahora, si comparamos el crecimiento de los impuestos durante seis años de las administraciones Figueres y Oduber, en comparación con el gobierno del señor Trejos Fernández, en promedio, los primeros aumentaron, respecto a la segunda, los impuestos directos en 172.4%; el cambio en los impuestos directos sobre las empresas fue de 154.5% y de los impuestos directos a las familias en 150.3%. El total de aumento en los impuestos en la administración Figueres-Oduber respecto a la de Trejos Fernández fue de 168.2%. El cambio en el promedio de pagos al Seguro Social fue de 299.5%y el Gran Total de impuestos aumentó en las administraciones Figueres Oduber respecto al gobierno de don José Joaquín Trejos, en 186%.

Espero que estas cifras hagan meditar a gobernantes y gobernados acerca del elevado crecimiento, especialmente en las administraciones Figueres y Oduber, de los impuestos que pagamos todos los costarricenses y residentes extranjeros en Costa Rica.

Elisa
30/03/2012, 09:22
1978-03-04-LOS IMPUESTOS DURANTE LAS ÚLTIMAS CUATRO ADMINISTRACIONES-III

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LOS IMPUESTOS DURANTE LAS ÚLTIMAS CUATRO ADMINISTRACIONES-III Y ÚLTIMO

La República, 04 de marzo de 1978.

En este artículo, basado en el último cuadro del ensayo anterior, haré una presentación del crecimiento de los distintos rubros de impuestos de la administración Trejos Fernández con respecto al gobierno del señor Orlich Bolmarcich; de la administración Figueres Ferrer respecto al gobierno del señor Trejos Fernández y de la administración Oduber Quirós (2 años) en comparación con el gobierno del señor Figueres Ferrer.

GOBIERNO GENERAL DE LA REPÚBLICA: PORCENTAJE DE CRECIMIENTO (DEL PROMEDIO) DE LA RECAUDACIÓN CON RESPECTO
AL GOBIERNO PREVIO

Adminis-tración
Cambio promedio de Imp.
Indirectos
Cambio promedio de Imp.
Directos a
Empresas Cambio promedio de Imp.
Directos a
Familias Cambio promedio Total de
Impuestos Cambio promedio de Pagos a
Seguro
Social Cambio promedio de Gran Total de
Impuestos
Trejos respecto a Orlich
47.5%
89.6%
86.5%
54.7%
77.2%
57.4%
Figueres respecto a Trejos
102.2%
97.4%
105.9%
101.7%
165.0%
103.1%
Oduber respecto a Figueres
104.3%
86.9%
64.4%
100.1%
152.2%
108.0%

En comparación con el gobierno de don Francisco Orlich, la administración Trejos Fernández aumentó, en promedio, en 47.5% los impuestos indirectos; en 89.6% los impuestos directos sobre las empresas; en 86.5% los impuestos directos sobre las familias y el total de estos en 54.7%. Los pagos al Seguro Social (recordemos que excluyen las cuotas del Estado como tal y como patrono) aumentaron, en promedio, en 77.2% y el gran total aumentó en 57.4%.

Si comparamos la administración Figueres Ferrer con la de don José Joaquín Trejos, la primera aumentó, con respecto a la segunda, en promedio, en 102.2% los impuestos indirectos; en 97.4% los impuestos directos sobre las empresas; en 105.9% los impuestos directos sobre las familias y el total de estos en 101.7%. Los pagos al Seguro Social aumentaron en 165.0% y el gran total aumentó en 103.1%.

Al realizar la comparación entre la administración Oduber Quirós (años 1975 y 1976) y la de don José Figueres, la primera, con respecto a la segunda, aumentó, en promedio, en 104.3% los impuestos indirectos; en 86.9% los impuestos directos sobre las empresas; en 64.4% los impuestos directos sobre las familias y el total de estos en 100.1%. Los pagos al Seguro Social aumentaron en 152.2% y el gran total aumentó en 108.0%.
Es interesante realizar una comparación de estas mismas cifras entre la administración Trejos Fernández y dos de la era liberacionista (la de Figures Ferrer y dos años de la de Oduber Quirós). En el cuadro siguiente se presentan los datos respectivos.

GOBIERNO GENERAL DE LA REPÚBLICA
PROMEDIO DE IMPUESTOS EN LA ADMINISTRACIÓN RESPECTIVA
(Cifras en millones de colones)

Administra-
ción
(años) Impuestos
Indirectos
(Promedio) Impuestos
Directos
sobre
Empresas
(Promedio) Impuestos
Directos
sobre
Familias
(Promedio) Total
(Prome-
dio) Pagos al
Seguro
Social
(Prome-
dio) Gran Total
(Prome-
dio)
Trejos (66-70) 571.6 102.2 53.9 727.8 114.1 841.9
Figueres-Oduber (71-76)
1557.1
260.1
134.9
1952.0
455.8
2407.9

Podrá observarse que el promedio de impuestos indirectos en la administración Trejos Fernández fue de ¢571.6, que contrasta con ¢1.557.1 en 6 años de la administración Figueres-Oduber; para los impuestos directos sobre las empresas, las cifras respectivas son de ¢102.2 millones de promedio en el gobierno del señor Trejos Fernández y ¢260.1 millones en los seis años de las administraciones Figueres-Oduber. Para los impuestos directos a las familias, los datos comparables son de ¢53.9millones en la administración Trejos y de ¢134.9 en 6 años de los gobiernos Figueres-Oduber. El total fue de ¢727.8 millones, como promedio, en el gobierno del señor Trejos Fernández y de ¢1952 millones, en promedio, en 6 años de gobierno de los señores Figueres y Oduber.

Respecto a los pagos al Seguro Social, el promedio en la administración Trejos fue de ¢114.1 millones y ascendió, en promedio, a ¢455.8 millones en las administraciones Figueres-Oduber.

El gran total; o sea, el total de impuestos y los pagos al Seguro Social, fue, en promedio, de ¢841.9 millones en el gobierno de don José Joaquín Trejos, comparado con el promedio de 6 años de las administraciones Figueres-Oduber, en que ascendió a ¢2.407.9 millones.

Para comparar el crecimiento del promedio de los impuestos de la administración Trejos Fernández con respecto a seis años de las administraciones Figueres-Oduber, haremos uso del cuadro siguiente:

GOBIERNO GENERAL DE LA REPÚBLICA: PORCENTAJE DE CRECIMIENTO (DEL PROMEDIO) DE LA RECAUDACIÓN EN LAS ADMINISTRACIONES TREJOS FERNÁNDEZY FIGUERES-ODUBER

Adminis-tración
Cambio promedio de Imp.
Indirectos
Cambio promedio de Imp.
Directos a
Empresas Cambio promedio de Imp.
Directos a
Familias Cambio promedio Total de
Impuestos Cambio promedio de Pagos a
Seguro
Social Cambio promedio de Gran Total de
Impuestos
Trejos (66-70)
47.5%
89.6%
86.5%
54.7%
77.2%
57.4%
Figueres y Oduber (71-76)
172.4%
154.5%
150.3%
168.2%
299.5%
186.0%

Anteriormente indicamos el crecimiento de los distintos impuestos en la administración Trejos Fernández en comparación con el gobierno del señor Orlich Bolmarcich. Ahora, si comparamos el crecimiento de los impuestos durante seis años de las administraciones Figueres y Oduber, en comparación con el gobierno del señor Trejos Fernández, en promedio, los primeros aumentaron, respecto a la segunda, los impuestos directos en 172.4%; el cambio en los impuestos directos sobre las empresas fue de 154.5% y de los impuestos directos a las familias en 150.3%. El total de aumento en los impuestos en la administración Figueres-Oduber respecto a la de Trejos Fernández fue de 168.2%. El cambio en el promedio de pagos al Seguro Social fue de 299.5%y el Gran Total de impuestos aumentó en las administraciones Figueres Oduber respecto al gobierno de don José Joaquín Trejos, en 186%.

Espero que estas cifras hagan meditar a gobernantes y gobernados acerca del elevado crecimiento, especialmente en las administraciones Figueres y Oduber, de los impuestos que pagamos todos los costarricenses y residentes extranjeros en Costa Rica.