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Elisa
12/03/2012, 23:40
IMPORTANTE PAPEL DEL DINERO EN LA ECONOMÍA

La Nación, 08 de diciembre de 1973.

Fue escrito en conjunto con el Dr. Miguel Ángel Rodríguez Echeverría.

“Mucho nos extraña la simpleza con la cual el Dr. Fernando Naranjo analiza la teoría cuantitativa del dinero”, dicen los doctores Miguel Ángel Rodríguez Echeverría y Jorge Corrales Quesada, en un artículo por medio del cual contestan apreciaciones del Dr. Naranjo.

Las manifestaciones del señor Naranjo se produjeron a raíz de dos reportajes que publicó La Nación, basados en un estudio de los doctores Rodríguez y Corrales, en el cual sustentaban la tesis de que la excesiva circulación de dinero es la principal causa en el aumento del costo de la vida.

Naranjo refutó la teoría citada. La contrarréplica de los autores del estudio no se produce sino hasta ahora en vista de que uno de ellos, don Miguel Ángel Rodríguez, se encontraba fuera del país.
Por ser un poco largo el artículo que nos enviaron, lo publicaremos en tres partes, de las cuales ofrecemos hoy la primera:

“El pasado 21 de noviembre el Dr. Fernando Naranjo V. remitió al periódico La Nación una serie de opiniones y aclaraciones sobre un trabajo efectuado por nosotros. Con el fin de responder a sus afirmaciones, procedemos al análisis de los puntos a que hizo mención el señor Naranjo.

1.- El critica nuestra afirmación de que el déficit del sector público y la emisión de dinero originan el proceso inflacionario y menciona que tan sólo un grupo reducido de economistas extremadamente conservadores, que pertenecen a la escuela de Chicago, siguen defendiendo la validez de la teoría cuantitativa del dinero.

Nos extraña la simpleza con la cual el señor Naranjo analiza la teoría cuantitativa del dinero. Nos atribuye la creencia de que existe una relación una a una entre la cantidad de dinero y el nivel general de precios. La situación es más compleja. Los entendidos en moneda no mantienen, tal como se lo atribuyen algunos post-keynesianos, que el dinero sea la única influencia sobre las magnitudes reales o nominales.

Cabe señalar al Dr. Naranjo la existencia de numerosos tratadistas, y no sólo de la Universidad de Chicago, que cada vez le dan un lugar más importante al papel del dinero en la economía. Es más, los mismo modelos econométricos de los Estados Unidos que siguen la tradición keynesiana, tales como el Wharton del Prof. L. Klein y el del MIT-FRB del Prof. F. Modigliani, han incorporado el efecto de los saldos monetarios reales y, el último de los mencionados, demuestra que, tal como lo afirman los entendidos en moneda, los cambios en la cantidad de dinero en el largo plazo, influyen en el nivel general de precios.

Pero no vayamos muy lejos, aún economistas nacionales, como el Dr. Naranjo, han afirmado que “en cuanto a la política monetaria, aunque sea un punto en el que ya se ha insistido mucho y sobre el que he comentado en otras oportunidades, es necesario que en los próximos años se siga una política cautelosa en materia del crédito bancario. De otra manera, si se continúa con un aumento rápido del crédito, necesariamente se ejerce una presión, muy fuerte sobe la balanza de pagos por medio del aumento de las importaciones”. (La Nación, 11 de noviembre de 1972) y “algunos economistas hemos venido insistiendo en que la desacertada política fiscal y monetaria que se ha venido siguiendo en los últimos años, unida a algunos factores estructurales de nuestra economía, conduciría irremediablemente a una aceleración del ritmo de crecimiento de los precios (La Nación, 12 de diciembre de 1972). Ambas son afirmaciones que muestran, aún para estructuralistas como el señor Naranjo, la importancia que tiene el dinero sobre la demanda agregada, el nivel de precios y la producción. Ese, Dr. Naranjo, es nuestro enfoque y si usted desea bautizarlo como un enfoque monetarista, a nosotros no nos preocupa el apelativo que se le quiera adscribir.

Un ejemplo del uso de modelos econométricos, utilizando un enfoque monetarista para un país subdesarrollado con una economía sumamente abierta, caso específico de México, es el presentado por un economista del Banco de México, el señor Gilberto Escobedo, en una investigación para el Banco de la Reserva Federal de San Luis, en la cual concluyó que “La cantidad de dinero, que posee un influencia grande y rápida (tres trimestres) sobre el gasto total, es una variable muy importante en la política monetaria de corto plazo. A niveles de empleo elevados el gasto incrementado se reflejará rápidamente en precios domésticos más altos y en importaciones incrementadas. (Revista del Banco de la Reserva Federal de San Luis, marzo de 1973, p. 19). De manera que, señor Naranjo ¿para qué seguir presentando pruebas de la importancia del dinero en la economía? Esto, creemos, es un hecho elemental que usted tiende a olvidar en su artículo reciente, aunque no en los que escribió el año pasado.

2.- No nos interesa probar a teoría cuantitativa del dinero. Lo que no comprendemos son las afirmaciones del Dr. Naranjo acerca de que “es una teoría muy superada por desarrollos recientes de la teoría monetaria”. Nos parece que ignora el estado actual de la evolución de la teoría monetaria.

Señalamos previamente las tendencias en los modelos econométricos de los Estados Unidos, de origen keynesiano, de incorporar variables monetarias. Pero, para no ser injustos con el señor Naranjo, nadie defiende la teoría cuantitativa cruda de Hume, que sí está superada por la evolución de la teoría monetaria. Lo que sí tiene importancia es destacar que la teoría cuantitativa moderna, tal como está expresada en los trabajos de Milton Friedman, Philip Cagan, Anna J.

Schwartz. William F. Gibson, Karl Brunner, Thomas Mayer, etc., goza cada vez más de la respetabilidad científica del mundo académico. Pero es más, dentro del análisis keynesiano la moderna teoría de la demanda monetaria como un problema de “selección de cartera” (Baumol o Tobin), no lleva a resultados distintos en cuanto a las variables que determinan esa función. Se puede probar que un enfoque de la demanda de dinero, siguiendo la tradición keynesiana, conduce a resultados similares en cuanto a la forma general de la función a los obtenidos en un enfoque moderno cuantitativo, que considera al dinero como un activo o bien de capital y explica la demanda en función de los servicios que presta. Ver Miguel Ángel Rodríguez, “Individual Supply of Funds and Demand for Money”, Working Paper 189, Center for Research in Management Science, University of California, Berkeley, setiembre de 1966.

Dado que la oferta monetaria depende en buena medida de factores institucionales, el hecho de que se llegue con diversos enfoques a funciones de demanda monetaria similares, conlleva, al menos en este sector, una participación igual de los factores monetarios dentro de modelos teóricos. Es más, si esos modelos resultan de un proceso de agregación que no es arbitrario y se parte de un análisis de preferencias y de la teoría de la producción, esa participación de las variables monetarias es igual en los diferentes enfoques. Esto, por supuesto, no es cierto cuando el modelo resulta simplemente del capricho de juntar varias funciones.